Vestidores

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Matthias Ginter y Erik Durm se acercaron a Julian, querían saludarlo mientras tomaban un pequeño descanso. Ellos presumían de ser los más jóvenes pero ahora con su llegada y la de Januzaj, les habían quitado el puesto.

Lo único que pretendía era hacer nuevos amigos, pero Julian se tensiono ante el acercamiento de ellos.

Al volver a los vestidores, tardo un momento para animarse a entrar a las regaderas, casi fue el último en entrar. Sin embargo, no era del todo cierto, aún estaba Bürki en una de las regaderas.

Sigilosamente lo vio. Examinó todos sus tatuajes, los que cubrían la espalda y la mayor parte de su brazo izquierdo. Con el uniforme casi no se notaban. No era extraño que los futbolistas tuvieran tatuajes, algo sin duda habitual. Trato de ya no observarlo, y concentrarse en lo suyo.

Tranquilamente fue a un gabinete para ducharse, ignorando por completo a Bürki, pero su nerviosismo le comenzaba a gana. Abrió despacio la regadera, con la esperanza que su compañero terminara ya pero nada. No le quedo más que empezar a bañarse y confiar que todo iba a estar bien.

"Todo es parte de mi imaginación", pensó, "Julian todo está en tu cabeza..."

Deslizaba el jabón por su piel, limpiando el sudor. El agua caliente lo relajaba un poco pero su tranquilidad se vio interrumpida al escuchar un ruido procedente de donde estaba su compañero. Rápidamente se agacho, tratando de alcanzar su toalla sin embargo, vio como se iba sin siquiera prestarle atención al alemán.

-Basta...- susurro- solo debo terminar de bañarme...

Esperaba ser el último en salir pero no era así, Bürki aún estaba arreglándose. Sin embargo tomo unas ultimas cosas y salió deprisa dejando una estela de su loción. A Julian le agrado.

Ese acto hizo que el joven alemán quedara solo, para cambiarse tranquilamente. El asunto con Bürki le estaba estresando ¿Qué tanto sabia él? Pensó en algún momento en que Maxi Wittek le hubiera contado algo pero ni siquiera él sabía toda la historia.

Dejo de pensar en tonterías para darse prisa y arreglarse, su novia estaba a punto de pasar por él. Habían quedado en eso, ella sabía la enorme presión que cargaba Julian.

En cuanto Sarah llego, le marco para avisarle. Ya estaba listo solo coloco su reloj y tomo su maleta.

Su sorpresa fue cuando salió del vestidor, aún estaba Bürki y se quedó viendo extrañado.

-Oye Julian, lamento lo que paso hace rato, más temprano.

-No te preocupes.- Solo se despidió y el portero regreso a vestidores, Julian se asomó discretamente y noto que aún no había terminado de arreglar sus cosas pero pudo quedarse a ver más pues su celular volvió a sonar.

Se dio prisa, sin darle más importancia a lo de Bürki. Antes de poder salir, se topó con Reus y Aubameyang, deteniéndolo.

-Tú y Bürki están en problemas- dijo el rubio sonriendo.

-¡No lo asustes Marco!- se burló Aubameyang.- Solo a ustedes dos les daremos "otra" novatada.- El gabonés hizo un énfasis en "otra".

Esto puso nervioso a Julian que solo sonrió entre risas de sus nuevos compañeros.

-Nos vemos mañana.- Reus le dio unas palmaditas en la espalda.

Se fue, estaba ya el auto frente a las instalaciones del club. Lo único que quería era que se acabara ese día extraño.

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