Necesito contagiarme de tu espíritu

228 33 11
                                    

Un mes paso de haber empezado la liga y los demás torneos, era tiempo de un break, habían llegado los días de FIFA y hay que atender a las selecciones.

A los del Borussia Dortmund los agarro finalizando el entrenamiento, casi siempre la mayoría eran elegidos por las selecciones mayores, excepto Julian y en ocasiones Ginter, y para el primero no fue la excepción.

Aunque realmente no estaba de humor para saber de eso por el momento, de todos modos, solo vería quien estaría convocado. Tomo su celular y comenzó a buscar.

Roman por su parte, estaba terminándose de cambiar cuando escucho algo caer al suelo, levanto la vista y todo parecía ir en cámara lenta.

Nadie se había percatado de como Julian caía, algo le pasaba. El suizo corrió hacia él, pero no lo alcanzo a agarrar y Julian se golpeó la cabeza al caer.

Aubameyang se acercó, comenzando a dar golpes en la cara, Bürki tenía los ojos abiertos como platos.

-Julian, despierta...- decía el gabonés mientras lo seguía golpeando despacio en la cara.

Nuri se acercó para ver la respiración. Lo recostaron en el suelo, Bürki seguía las indicaciones del turco y no decía nada. No fue hasta que Julian comenzó a fruncir sus ojos, tratando de abrirlos.

Todos suspiraron aliviados, de igual forma, H*mmels había ido por el médico.

-Julian, ¿me escuchas? -Hablo Nuri- ¿sabes dónde estás? -Sin embargo, Julian lucia confundido y no respondía. Trato de levantarse, pero no se lo permitieron.

-Estoy bien...- dijo en forma queda. Se tomo de la cabeza.

-Julian, ¿sientes nauseas? -Pregunto el médico, alejando a los que estaban cercas.

-No...- Julian solo se tocaba la cabeza.

- ¿Te duele la cabeza?

-Si...

-Se golpeo cuando cayó. -Respondió Nuri.

-Levanta el brazo derecho. Eso es, muy bien. Ahora la pierna izquierda. -Julian hacia todo lo que le pedían. -Te llevaremos a la enfermería.

Tomo las manos del médico y comenzó a levantarse despacio.

- ¿Puedes caminar? -Se acerco Nuri.

-Si...

-Yo lo acompaño. -Por fin hablo Bürki.

-Despacio, a como él pueda. -Advirtió el médico.

El suizo paso uno de los brazos de Julian por su hombro, para que se sostuviera y despacio fueron a la enfermería.

Estando ahí, solo lo recostaron y le pusieron hielo donde se habían golpeado en la cabeza. Bürki lo acompaño y se quedó ahí.

-Llamaremos a tus familiares. -Dijo el médico.

- ¡No! -Exclamo Julian, al tiempo que se levantaba, pero Roman se levantó e hizo que se recostara de nuevo.

-Julian, ¿estás seguro de que no quieres que llamen a tu familia? -Dijo Roman.

-Estoy seguro. -No quería decirles el por que.

-De nuevo Julian, ¿sientes nauseas?

-No, solo tengo un tremendo dolor de cabeza. -Movió el hielo.

-De acuerdo, recuéstate y descansa un poco. Solo te advierto que no es recomendable conducir después de ese golpe. ¿Tienes sueño?

-No.

TSFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora