Primera parada: ¡JAPÓN!

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La llegada había sido una fiesta, había demasiados aficionados esperando la llegada del equipo, en especial a Reus, Aubameyang y Kagawa que eran la sensación.

Bürki se dio cuenta al bajar del avión tenía cierta 'incomodidad', por lo que trato de darse prisa con los fans pero eso no le iba a servir de mucho, ya que sus compañeros no iban a apresurar su marcha. Lo único que pudo hacer fue esperar, tratar de relajarse, sin embargo tenía una sensación en sus labios, el pequeño roce de ellos con el cabello de Julian, le era más que suficiente para que su imaginación volara.

Detestaba que su mente lo traicionara de esa manera.

No sabía muy bien que hacer.

Tomo su celular y comenzó de nuevo a mandarle mensajes a su hermano.

"Detesto esto... mi mente me traiciona".

Pero su hermano no contestaba.

"Marco, ¡tengo una maldita erección y no sé qué demonios hacer!"

Dejo a su hermano en paz después de recordar que lo más probable era que estuviese dormido, solo puso su mochila en las piernas y le dio play a la música, en lo que sus compañeros subían.

No podía hacer otra cosa que esperar.

Miraba por la ventana y a lo lejos vio como Pierre le decía algo a Reus y este comenzó a reír, era extraño verlos diferente ahora, después de verlos de forma cariñosa el día anterior.

Debía admitir que era así como deseaba tener a Julian. De nuevo su mente le jugaba una mala pasada.

Volvió a mirar por la ventana, cuando de repente, alguien se sentó junto a él.

-Te subiste muy rápido.- Erik Durm, esto a Bürki le molestaba y a la vez le extrañaba.

-S-sí, es que no me sentía bien.- abrazo su mochila sin moverla mucho.

-No te preocupes, en cuanto suba M*ts me voy.- ya algunos de sus compañeros comenzaban a subir.

-¿A quién evitas?- Pregunto Bürki.

-Ya no lo sé...- soltó un suspiro mientras se recargaba en el asiento.- Tengo dos nombres en la cabeza pero sonaría muy hipócrita ya que compartiré habitación don uno, pero en fin.- En eso, Matthias Ginter paso y miro a Erik, este no quiso mirarlo, solo se agacho. Bürki miro extrañado a su compañero.- Lo quiero, es de mis mejores amigos pero, han pasado cosas...- sonrió, pero su sonrisa lucia nostálgica.

-No te preocupes,- el suizo puso su mano en su hombro- todos cargamos con un dolor diferente.

Erik se sonrojo ante aquellas palabras, su corazón aun no sanaba.

Julian pasó y miro a Roman, triste porque ya tenía compañero junto a él, pero justo cuando iba a pasar de largo, Erik lo tomo del brazo para que no se fuera.

-Siéntate aquí, solo le platicaba algo a Roman, ya me voy.- se levantó y camino hacia atrás.

Esa pequeña intervención con Erik lo había calmado, no del todo, pero sus ansias se habían ido.

-¿Estas bien?- Le pregunto Julian en voz baja

-Sí, solo estoy cansado.

-Ya pronto estaremos en el hotel...

-¿Cómo te sientes tú?- Seguía teniendo la mochila en las piernas.

-Bien, todo esto es divertido.- sonrió ante lo irónico.- Me puse a pensar en el juego de presentación, ahora muero de ansias porque ya empiece la temporada.

-De eso se trata amigo.- En verdad se alegraba pero su entrepierna lo molestaba.

Por fin todos habían subido al autobús y se dirigían al hotel para descansar y al llegar se les fue entregado las llaves del cuarto a los jugadores. Entonces Bürki vio que Erik compartía el cuarto con Ginter, lucia algo cansado, su cara lo delataba, sin embargo, su compañero lucia feliz.

-Ya tengo la llave.- Dijo Julian acercándose a Roman.- Vamos, necesitamos descansar.

-Si.- Se levantó, jalando un poco la playera para disimular.

El mayor ya solo seguía a Julian con la mirada baja, jalando su maleta. Iban en silencio, eso, al alemán no le gustaba pero se lo atribuía al cansancio del vuelo.

Julian abrió el cuarto y entraron. El cuarto era muy grande, con dos camas grandes, y un balcón que tenía una bella vista.

Julian fue a mirar la ciudad desde el balcón, Roman se sentó en una de las camas más cercanas a la puerta.

Realmente no estaba cansado, lo único que se le ocurría era acostarse. Justo cuando Julian iba entrando de nuevo a la habitación, el celular del suizo comenzó a sonar, y al ver que era su hermano se levantó y salió al balcón para tener privacidad.

-Creí que estabas dormido...- dijo Roman al contestar.

-Lo estaba...- entonces comenzó a reír.- Me levante al baño y leí tu mensaje.

-No es gracioso...- aun su hermano se estaba riendo.

-Perdón, pero si me pareció gracioso...- ya dejaba de reír.- ¿Aun la tienes?

-No... pero los deseos y las ansias...- Bürki se recargo en el barandal.

-Lo siento, ojala pudiera estar ahí...

-Marco...- suspiro- solo paso una vez...

-Lo sé pero odio que estés así... odio que te sientas así... Sabes que te amo hermano.

-Yo también te amo pero no podría hacértelo lo mismo...

-Lo único que puedes hacer es más...

-¡Lo sé!- interrumpió- Pero comparto el cuarto con quien te había dicho.

-Bueno, lo que puedes hacer es meterte a bañar, y ahí... mastur... barte...

-¡Pues qué más da!

-Imagina que estoy ahí.

-Hermano...- escucho como su hermano estallaba en risas.- Después te llamo.

Colgó y volvió a entrar al cuarto, de repente vio a Julian se sentaba rápido en la otra cama y revisaba su celular.

-Tomare una ducha.- Dijo mientras sacaba algunas cosas de su maleta.

-S-si...

Actuaba sospechoso pero trato de no darle importancia, lo único que quería era quitarse esa pesadez.

N. del A. Pequeña corrección.  

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