Singapur

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En Singapur solo fue el día para descansar y la tarde-noche para entrenar.

En algún momento de un descanso, Gündoğan se acercó a Bürki para conversar, pero él estaba viendo "discretamente" a Julian.

- ¿Desde cuándo te gusta? -Bürki se sorprendió.

- ¿De qué hablas? -Contesto nervioso.

-Julian. -Dijo en voz baja- Como lo mirabas en el taxi mientras dormía...

-No sé de qué hablas...- el suizo le dio un largo trago de su botella de agua.

-Yo sé que sí, ten cuidado de enamorarte.

Y se fue, volvían al entrenamiento, Bürki se quedó serio.

¿Enamorarse? No, era algo inimaginable pero era quizás a respuesta de por que quería estar siempre con él. Se lo había atribuido a su voraz apetito sexual, pero aparte de quererlo poseer, lo quería abrazar y proteger.

No, no podía enamorarse. Menos de él.

El clima allá era húmedo y sofocante, hacía mucho calor.

Esta vez Bürki le toco dormir cercas de la ventana, y estaba abierta, de todos modos ambos decidieron dormir con las sabanas, Julian no soportaba el calor, eran las cuatro de la mañana y solo miraba el techo.

De repente, escucho una especie de pujido del lado de Bürki, no le pareció tan raro, creía que estaba roncando. Lo volteo a ver, estaba boca abajo y se movía mucho.

Volvió a mirar el techo, cerrando los ojos esperando dormir. Entonces lo volvió a escuchar, pero esta vez eran gemidos, de placer.

Se levantó, se sentó en su cama y vio como Roman se movía sobre una almohada. Sus caderas se movían arriba y hacia abajo, como si... como si lo estuviera haciendo...

Julian tenía cara de espanto, todos sus miedos se comenzaban a agolpar en su cabeza, ver a Roman tener un sueño húmedo y no ser consciente de sus actos.

Quizás podía haberse tranquilizado si no fuera por lo que escucho entre gemidos.

-...Julian...

Comenzó a temblar, su respiración se agito.

No podía mirar a su compañero más, tenía miedo. Tomo su almohada, su sabana y se fue a encerrar al baño.

Quería llorar.

Se recargo en la puerta, pensando que pasaría más adelante, aun había que pasar otras noches juntos, no lo aguantaría. No podría ni dormir un poco por cuidarse de Roman.

Se dirigió a la bañera para tratar de dormirse ahí o tratar de hacerlo.

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