TSF

Bien

Weigl escuchaba a Bürki hacia muchas cosas, había mucho movimiento a fuera.

No sabía bien que era lo que pasaba, hasta que escucho un ruido conocido, que provenía del cuarto de lavado.

Por un momento pensó que debió haber cometido aquel acto en la cocina.

Quería decir tantas  cosas, pero el tiempo con el club, fingir estar bien, Bürki en su mente, no dormir y el terrible miedo, lo detenía totalmente.

Después de un rato, decidió salir e ir con Bürki.

Se dio cuenta que estando encerrado en el armario, el tiempo se paso volando y ya había oscurecido.

Escuchó la televisión de la sala, supuso que Roman estaría ahí.

A lo lejos se escuchó sonar el teléfono, pero no contesto, la contestadora lo hizo.

-Julian, mi amor. Llegare tarde hoy, pero no voy sola. Te veré más tarde. Te amo-. Era  Sarah.

Era bueno escuchar la voz de su amada.

Se paro en el umbral de la puerta de entrada a la sala.

Vio a Bürki acostado en un extremo del sillón, se había quedado dormido. Aún traía ropa que le había prestado.

Roman cabeceo, notó la presencia de Julian.

Este no le dijo nada y se sentó en la otra orilla del sillón, pero en dirección al suizo.

-¿Tienes hambre?- El alemán negó inmediatamente, abrazo sus piernas-. Esta bien.

-Vendrá Sarah-. Se atrevió a decir.

-¿Te dijo a qué horas?- Bürki seguía viendo la televisión.

-No...

-Me iré antes de que llegue-. Bürki lo miro y le sonrió.

"Esta bien".

Después de aquel pensamiento, se recostó de lado para ver la tele, pero el cansancio del desvelo le fue cerrando los ojos.

Parpadeó y miro a Roman cambiando los canales.

Parpadeó y miro a Roman colocarle una frazada.

Parpadeó y escuchó a lo lejos la puerta cerrarse.

Parpadeó y estaba solo.

Parpadeó y Sarah estaba a su lado.

Parpadeó y ahora estaba en su habitación, acostado en su cama.

Cerro los ojos y después de mucho tiempo, volvía a dormir bien.