Südtribüne

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El partido había sido un éxito, el equipo obviamente había ganado arrolladoramente, como se esperaba.

Los jugadores ya se estaban yendo a vestidores, otros ya estaban allá.

Julian era uno de los últimos, Aubameyang lo alcanzo y le puso el brazo por los hombros.

-¡Hermanito! ¡Lo hiciste muy bien!- Le dijo sonriendo.

-¡Gracias!- Julian se sentía muy feliz.

-Por cierto, ya has pasado tu primera parte de la novatada.

-Ya era bastante castigo, no nos dejaban conocerlos...- entonces Julian reaccionó- ¿Primera parte?

-Ahora viene la segunda.

En cuanto el gabonés dijo eso, alguien llego y le puso un pequeño costal en la cabeza, mientras alguien le levantaba las piernas y el mismo Aubameyang lo tomaba de los brazos. Julian estaba forcejeando.

-¡¡Bürki!!- Grito mientras trataba de zafarse- ¡¡¡Bürki!!!

El suizo se estaba alistando cuando escucho a Julian gritar, eso lo alarmó.

-Julian...- pronuncio cuando pretendía ir por él pero un pequeño costal se lo impidió.

Le paso lo mismo que a Julian, alguien lo levanto de las piernas mientras un tercero lo sujetaba por la espalda, y Bürki tratando de zafarse.

A su alrededor solo se escuchaban risas y golpes en los casilleros.

-¡Suéltenme!- Grito Roman aunque estaba más preocupado por Weigl.

Aquello era real, le estaban amarrando los tobillos y las muñecas, dejo de forcejear pues algo dentro de él sabía que era parte de la novatada.

Sintió que lo arrojaron a algo, al parecer al carrito de la ropa sucia.

-¿¡Era necesario hacer esto!?- Grito de nuevo Bürki.

-Lo siento Roman- identifico la voz de Marcel Schmelzer-. Solo será una pequeña sorpresa.

Le molestaba el olor de donde estaba y eso hizo que volviera a forcejear.

-Marcel, por favor, ¡no le vayan hacer esto a Julian!- Les advirtió.

-¿Pero qué dices?- Contestó H*mmels- Solo es una broma.

-Debimos ponerle cinta en la boca- pareció escuchar la voz de Lukasz Piszczek o Nuri Sahin, no estaba seguro.

Trato de desarmarse al escuchar la voz de Julian a lo lejos. Sabía que iba estar sufriendo y no podía estar con él.

-¡Ayuda!- Gritaba el pobre joven alemán, ya estando atado y en el carrito.

Aubameyang y Reus reían por tonterías, por como gritaba de desesperación Julian, que no sabían que era totalmente verdadera.

-¡Por favor!- Volvió a gritar desesperado.

-Tranquilo Julian-, dijo alguien, no sabía quién era esa tercera persona-, solo es parte de la novatada... No te haremos daño...- el ex león (1890 Munich) estaba tan desesperado que comenzó a llorar en silencio.

Ninguno de los dos sabia a donde los llevaban, solo que el camino era muy largo. Sus compañeros hablaban y hablaban.

Cuando pararon, Julian comenzó a acelerar su respiración, a entrar en pánico cuando lo volvieron a cargar.

- ¡No por favor! - Grito el alemán.

- ¡Julian! ¡Tranquilo, no pasa nada! - Grito Bürki en respuesta.

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