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Hermana

Se despertó tranquilo se sentía bien.

De repente escucho que tocaron a su puerta. Era Sarah con su brillante sonrisa.

-Buenos días dormilón-. Se fue a sentar al borde de la cama y Julian la abrazo, dándole ligeras cosquillas.

-Te extrañe mucho-. Beso su hombro.

-Pero solo me fui un par de días-. Ella se acerco y le dio un beso en sus labios- Es hora de levantarte. Hoy es un gran día.

-Es verdad-. Weigl se frotó los ojos- ¿Qué hora es?

-Son las...- miro el reloj de su muñeca- once. Has dormido bastante. Vamos, levantate y alistate. Hay una sorpresa en la sala-. Deposito un beso y se fue.

Julian tomo un par de minutos y se dio cuenta que era su habitación, donde se había 'mojado'.

"Esto es obra de Bürki", pensó Julian.

Se levantó para ducharse y arreglarse,  no le entusiasmaba la sorpresa de Sarah, hasta que llego a la sala y vio que era su hermana y su cuñado. Eso le alegró el día.

Lo primero que hizo fue abrazar a su hermana.

-Te extrañe hermana-. Dijo Julian al soltarla.

-Yo también pequeño, es extraño no verte en ka casa fastidiando.

Ambos se rieron, saludo y abrazo a su cuñado y les dio la bienvenida.

-¿Y mis padres?- Preguntó el joven.

-Vendrán por la tarde. Papá ni de broma se perdería tu gran día, además mamá dijo que te ayudara con tu maleta para tu viaje, porque de seguro no la has preparado, ¿verdad?- Lo  habían atrapado.

Se supone que la haría con Roman pero su ánimo había decaído.

-¿A qué hora tienes que estar en el estadio?- Preguntó su cuñado.

-Una hora antes del partido.

-¡Prefecto!

-Tendremos una tarde familiar-. Exclamó su hermana.

Eso le hacía falta Julian, estar con su familia.