Dejo que el agua acariciara su cuerpo, y mientras sus manos pasaban el jabón por su cuerpo, cerca de su miembro.
De repente, la puerta de la ducha se deslizo para que Julian entrara.
Rápidamente Roman se tapó sus partes, pensando que Julian no sabía que se estaba bañando. El alemán solo tenía una toalla blanca enredada en las caderas, mientras el agua comenzaba a mojar.
- ¿Qué haces aquí? -El suizo retrocedió, pero Julian se acerba, hasta el punto que la pared detuvo al mayor.
-Quiero estar contigo. -El menor puso sus manos sobre los brazos de Roman, acariciándolos.
-Julian, no...
-Roman, por favor. -Tomo las manos de Bürki colocándolas alrededor de su cintura, mientras que él lo abrazaba.- Quiero estar contigo...
- ¿Estás seguro? -Solo sintió la cabeza de Julian asentir, estaba recargado en su pecho.
Lo acerco más, para que sus cuerpos sintieran aquella humedad. Una de sus manos presiono el trasero del pequeño, mientras la otra levantaba el rostro del alemán para encontrar sus labios y poder fundirse, por fin, en un beso de pasión absoluta, dejando que el libido los poseyera en forma de caricias.
Pero de repente, el tacto de Julian se sentía diferente.
Bürki se metió en la pequeña cuenca entre el cuello y el hombro de su amante.
-No debiste venir...- no levanto su rostro y seguía abrazando fuertemente aquel cuerpo.
-Lo sé, pero quería estar contigo...
-Marco, no puedo...- susurro al oído de su hermano.
-Eso no es lo que dice tu cuerpo...- deslizo su mano hacia el miembro del mayor, haciendo que soltara un leve gemido al sentir aquel tacto húmedo.
Despertando.
Era un sueño al cual lo estaba dejando expuesto su subconsciente ante el deseo sexual que retenía.
Tenía la almohada entre las piernas, con una mano metida entre sus pantalones, tocándose.
Rápidamente saco su mano de ahí y volteo a ver a Julian.
La luz de la luna iluminaba la silueta del alemán. La noche era húmeda y eso ameritaba cubrirse con las colchas, solo con las sabanas... para Bürki aquello era la cosa más tentadora del mundo.
Se levantó para verlo...
Con su mano dibujo las curvas del menor que descansaba.
Al pequeño que jamás podrá tener en sus sabanas.
Se alejó. Decidió irse, salir al living room del hotel, para despejar su mente un momento, y sabía que si seguía pensando en ello, volvería a tener una erección.
Se puso sus tenis y trato de salir lo más silencioso posible, cerrando la puerta despacio.
Al llegar, a la sala, se sorprendió de volverse a encontrar con Erik, que estaba tratando de leer un periódico en japonés.
- ¿Tampoco puedes dormir? -Roman se sentó en el sillón que tenía a lado.
Erik se sobresaltó, acomodando de nuevo el diario sobre la mesa de centro.
-No... digo, si, es que me dio insomnio. Dormí durante el camino, ¿y tú?
-Me dolió la cabeza por la cama. Quería salir. -Era claro que no le diría que por el sueño húmedo.- ¿Ahora lees japonés?
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TSF
RomanceSuele pasar durante el entrenamiento, por novatadas o despedidas. A mujeres y hombres, incluso cuando son niños. A veces tienen experiencias sexuales no deseadas, agresión de carácter sexual o acoso sexual. Se le fue llamado "Trauma Sexual Futbolist...