Hay que ser claros con uno mismo

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Aquella tarde transcurrió sin percances, todo dentro de lo "normal". Hasta la hora del entrenamiento, Erik estaba poniéndose el tenis cuando Bürki llego y se puso frente a él, se notaba pálido y aun no se había cambiado. Levanto el rostro, ninguno de los dos se movía.

- ¿Pasa algo? -Erik dejo de hacer las cosas que hacía y se animó hablar primero.

-Necesito que me hagas un favor -su expresión no cambio.

- Claro, ¿qué hago? -Bürki puso un sobre frente a él, Erik dudo en tomarlo.

-Tómalo -insistió el suizo ante la duda, el alemán no tuvo de otra que aceptarlo -No lo abras por nada del mundo -Erik no dijo nada, solo miraba el sobre extrañado- ¿¡Me escuchaste!?

-Si...- respondió.

- ¿Si qué?

-No lo voy abrir.

-En cuanto puedas debes dárselo a Julian. Nadie debe de ver el sobre, así que guárdalo -Erik no decía nada, solo guardo el sobre en su casillero, prácticamente en el bolsillo del pantalón de mezclilla.

- ¿Julian sabe? -Volvió a mirar a Bürki.

-Sí, bueno, es de él el sobre. Él sabe que tiene.

-De acuerdo.

-Solo algo más. De preferencia dáselo cuando estén solos -Erik asintió -Bueno, sin nada que agregar, me voy.

-Oye, ¿y el entrenamiento? -Erik se sorprendió al escucharlo.

-Me reporte enfermo, solo quiero pedirte eso -se dio la media vuelta y comenzó a caminar.

- ¡Espera! -Erik fue tras él, pero Roman no dejaba de caminar - ¿Hablaste con él?

-Si -Iban por los pasillos caminando solos -Él piensa que somos amantes -al decirlo agacho la cabeza y se detuvo.

-Que idiota...- ambos se quedaron callados- No lo somos...

-No...

Bürki no agrego más y se fue.

Erik volvió a vestidores, se sentía fatal al haberle causado problemas innecesarios, solo por el sentimiento de soledad y su egoísmo.

Julian venia conduciendo cuando entro al estacionamiento, al tiempo que salía Bürki en su carro, solo fueron segundos y por supuesto le pareció extraño al menor. Así que cuando llego, fue directo a los vestidores, solo se le ocurrió ir con Erik.

La mayoría de sus compañeros estaban en el campo calentando. Julian ni siquiera paro a cambiarse, fu directo con Erik, que estaba hablando con Ginter.

- ¿Por qué Bürki se fue? -Llego directo con el rubio.

-Sí, hola, buenos días -dijo con tono burlesco.

-Déjate de tonterías -la voz de Julian sonaba molesta- ¿Por qué se fue Bürki?

-Ok, chicos, -hablo Ginter incomodo- yo los dejo solos- le quito a Erik el balón con el que estaba jugando y se retiró.

- ¿Por qué debería saberlo? -Sonrió ante la insistencia de Julian.

-No te hagas el estúpido, ¿o quieres que lo diga en voz alta?

- ¡Por Dios Julian! -Erik no aguanto la actitud de su compañero- ¿Qué pretendes? No te he hecho nada -Erik empujo un poco a Julian para que retrocediera, fue cuando el castaño entendió, Bürki era más que su amigo.

- ¡Julian! -Era la voz de Tuchel- ¿Por qué no te has cambiado?

Volteo a su alrededor y todos tenían las miradas en Erik y Julian, no sabía si habían visto todo.

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