Sostengo el tazón de pastel y observo, desde la cama, cómo es que Harry termina de quitarse la playera y mueve su cabello tratando de arreglarlo. Se inclina hacia mí y, con un movimiento rápido, coge un poco de crema blanca con sus dedos y los desliza suavemente sobre mis labios. Se acerca comprometidamente y me besa.
—Dos sabores juntos—lame mis labios y los muerde.
—Eres...raro—susurro al mismo tiempo que siento como es que se aparta de mí.—Raro no, crítico.
Me acomoda, en su totalidad, a su cama, y puedo observar el techo de su habitación. Harryestira mis piernas y pasa delicadamente la crema desde mis rodillas hasta mis labios, recorre todo el camino de crema con su lengua, dando pequeños besos en ciertas partes de mi cuero. Llega hasta mis labios y los besa fogosamente, mordiéndome el labio inferior hasta hacerme gemir.
—Qué chillona eres. ¿No me digas que también fue tu primer beso? —se levanta y me mira pasmado.—No—ruedo los ojos y este sonríe.
Siento la vibración de algo cerca de mí, y puedo darme cuenta que proviene del bolsillo de Harry. Lo saca y atiende a la llamada mientras se aleja un poco de la cama. Frunce un par de veces el ceño y menciona las palabras 'ya, no, no me incumbe, estoy ocupado' muchas veces, pero al final termina aceptando de una manera totalmente inconforme.—Ve a tu habitación y cámbiate—aleja el móvil de su oreja y lo vuelve a meter en su vaquero.
— ¿Por qué?—Tú solo hazme caso—ordena y luego entra a su tocador.
Corro rápidamente a mí habitación y saco todo lo necesario como para darme una ducha rápida. Entro al tocador del pasillo y aplico champú a mí cabello, luego prosigo con el jabón y termino con enjuagar todo mi cuerpo en su totalidad. Una de las cosas que más amaba al ducharme era dejar que el agua corra por mi cuerpo, quedarme quieta y sentir como es que la sensación me recordaba a un día de lluvia.
Al salir de la ducha comienzo a bajar con la peineta mi cabello, pasando también en el cepillo de dientes la pasta dental. Enjuago mi boca y paso por sobre mis ojeras las yemas de mis dedos, tratando de buscar la forma de ocultarlos sin necesidad de emplear un corrector. Arrugo la nariz, inconforme, y regreso a mi habitación.
Cuando estoy terminando de colocarme el abrigo es cuando siento un grito que proviene de la habitación de Harry. Me alarmo y corro rápidamente a este, abriendo la puerta sin importarme llamar antes de pasar. Al entrar, le veo sentada en su cama, tomando su pie izquierdo entre sus manos. Estaba en ropa interior.
— ¿Por qué gritaste?—pregunto mientras me acerco a él.— ¿¡Por qué entraste!?—reniega—. Solo es un calambre—gruñe y este no para de hacer muecas y tratar de no moverse en lo más mínimo.
—Te advertí que comer mucho te haría mal.
— ¡Largo!—grita al darse cuenta que no está vestido.
Regreso a mi habitación, moviendo las manos en son de burla a sus gritos. Me tiendo a mi cama y abro mi diario, pasando las hojas hasta leer las reglas, que de niña, escribía para mi futuro: 'Tener novio, casarme, tener hijos, tener nietos, ser feliz'
«Cuando grande quiero tener un novio, el cual me ame y también lo ame a él, tener muchos hijos y que sea un buen padre. Para que no esté soportando lo mismo que yo ».
Siento los pasos de alguien tras mi puerta, y a los pocos segundos el golpe de los nudillos contra la madera. Me levanto y guardo el diario entre los colchones de mi cama, caminando hasta la puerta para abrirla y encontrarme con Harry.
—Date prisa—está con un brazo apoyado sobre la pared y el cuerpo inclinado hacia la puerta. Se incorpora y se da la vuelta para caminar por el pasillo.
Cojo el móvil y también un abrigo de mi armario. Antes de salir por la puerta, me giro para darme una última vista en el espejo, acomodando algunos cabellos y cosas que no están como quisieran que estén.
Bajo las gradas mientras observo la pantalla del móvil, y estoy tan despistada que choco con la espalda de Harry al terminar de bajar por completo los escalones.
— ¿Como que no?—refuta él mientras observa a Federick.

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Lovesick
Fiksi RemajaNo pensaba que habría relación alguna entre el dolor y el amor, ni que fuera complemento para la felicidad y mucho menos para poder amar a alguien tanto. ¿Es esto en verdad lo que esperaba de él? ¿Podré soportar no tenerlo junto a mí?