Capítulo cuarenta y cinco. 1

4.6K 179 11
                                    



Narra Alba.

Me siento extraña, y por extraña me refería a ajena. Puedo sentir como Harry no sabe exactamente lo que hace, porque sigue mis labios y no se empeña en hacer algo más. No es que quiera que lo haga, pero me resulta extraño que él sea así conmigo.

—Alba, creo que esto no es lo correcto—se detiene y se aparta de mí.

— ¿Por qué?—suelto con un poco de molestia.

—No quiero darme una mala idea de ti.

¿Mala idea? ¿Está hablando en serio?
Me quedo en silencio, tratando de pensar en qué decirle sin ser muy dura. Pero me ha dolido que me diga eso, porque yo sólo quiero olvidar el tiempo y seguir.

— ¿Me estás catalogando como una perra?—ahora soy yo quien también se levanta.

—No quise que lo interpretaras así.

—Pues lo hice—asiento y me acomodo la ropa que traigo encima—. Puedes irte cuando quieras.

—Alba, ¿es necesario esto? El tener que acostarnos cuando apenas nos estamos conociendo—traga saliva y me mira—. Sé que exquisito el tener sexo, pero no es algo que tenía pensado en el día, ¿sabes? Pensé en sólo salir y ver lo que pasaba. Y créeme que con el beso que nos dimos fue...como volver a experimentar esto. Esto es, técnicamente, nuevo para mí.

—Es que nunca vas a entenderlo, Harry—mascullo y miro a todos lados—. No es solo el sexo, ¿sí?

— ¿No te importa tu hija? Sé que no tienes esposo pero...apuesto que tienes alguien en tu vida.

—Me importa muchísimo y por eso trato que mi familia esté bien—mascullo y siento impotencia de no poder hablar con la verdad—. Ya déjalo, Harry.

—No tiene por qué terminar así.

—Solo márchate y ya.

Me muero de cólera al saber que la primera mujer a la cual Harry ha despreciado es a mí.
Tal vez el nuevo Harry no sea para mí.

Subo a mi habitación y me refresco un poco el rostro. Me quito el maquillaje y atiendo al móvil cuando escucho que este vibra sobre el lavabo.

— ¿Bueno?

— ¿Qué pasó?

—Nada Perla, lo desconozco por completo.

— ¿Qué hizo?

—No...pues que, que no quiso, ¿vale?

— ¡Pero Alba! Harry tiene la mentalidad de un niño, no es fácil para alguien salir de un coma y tener la mentalidad del chico que es.

—Lo sé, pero también sé que ese algo que aún no descubre lo retiene. Él no quiere hacer daño a su gran preocupación, y siento que yo solo estoy tratando de hacerl...

—Tienes que ir con calma, Alba. Haberse liado tan pronto no fue una buena idea. Tenías que esperar a que él se abra por completo hacía sus sentimientos y luche por sus recuerdos.

— ¿Para qué? ¿Y si nunca llega a recordar y pasa toda su vida intentándolo?—bufo—. Perla, sé que no será fácil y sí, acepto que hice mal en intentar algo con él tan apresurado; pero entiéndeme. No sé por qué Leyn me odia tanto, yo no fui la causante de su accidente. ¿Cómo crees que estoy cuando pienso que Harry puede enamorarse de otra persona?

—Tú hiciste tu vida y si el destino hace que Harry no vuelve a ti es por algo.

— ¡No iba a quedarme a esperar como una estúpida, Perla! ¡Todo este tiempo estuve esperando por él!

—Y claro, tenías que tener al tío que te caliente por las noches mientras mi primo aún estaba en cama. Qué hipócrita que eres, Alba. Ibas a visitar a Harry, diciendo cuanto le amabas y cuanto deseabas que vuelta a ti, y por las noches regresabas con tu novio, ¿eh? Tienes la misma actitud arrogante del Harry de hace dos años.

—Eso no es cierto—respondo—. No entiendes nada de lo que me pasa, Perla. A veces tienes que ser un poco sincera contigo misma y pensar en las mil posibilidades en la vida.

—Y Harry despertó, y tu vida está hecha. ¿Por qué mejor no le dejas en paz?

—Sabes que no puedo hacer eso. Está en contra de mis principios.

Escucho como suspira y carraspea la garganta.

—Nunca he querido a alguien para Harry tanto como a ti, pero no le hagas daño, por favor.

Corto la llamada y me tiendo en la cama para pensar en las cosas.
Uno de los principales problemas es que Harry no puede recibir noticias inesperadas o podría sufrir un nuevo coma, y otro era que tiene, de momento, la mentalidad de un adolescente de dieciséis años. Aunque pienso que eso sólo fue algo que Leyn quiso que sepa para que me aleje de él, porque sé que es mentira.

Pasé lo que quedaba del día y me recosté en la cama cuando anocheció. Harry no me había llamado, ni me mandó un mensaje. Tal vez era mejor que le dé su espacio y que todo pase como tenga que pasar. Debía salir con amigos y divertirse un poco, porque no era justo para él tener todo la carga de la noche a la mañana.
Me hundo en la almohada y marco el número de Jamie para poder hablar con él.

—Mi amor, ¿aún estás despierta?—contesta.

Asiento pero sé que no me puede ver.

—Estaba...pensando en mucha cosas.

— ¿Estás llorando?—pregunta.

—Es que...todo esto me tiene muy angustiada.

Escucho como suspira a través del móvil.

—Me enteré que Holt ya salió de alta. Lo sabías, ¿verdad?

Me quedo un rato en silencio y sollozo.

—Sí. Perla me dijo que salió de alta hace unos días.

— ¿No te has visto con él?—pregunta. Puedo escuchar cómo está hablando también con alguien.

—No—miento. Corro la posibilidad que él sí sepa que me vi con él, pero aun así decido mentir—, no le he visto.

—Vale. Sé que si en algún momento se acerca a ti yo, yo sé que tú vas a saber qué hacer, ¿no?—suelta una risa—. Mi amor, tengo que cortar. Tengo un paciente en sala.

—Está bien.

—Ya hablaremos de esto mañana, ¿sí? Te amo.

—También te amo—deslizo el móvil en mi mejilla y corto la llamada.

Presiono el móvil y luego lo dejo sobre el buro, dándome cólera por cómo me estoy comportando.

'No quiero darme una mala idea de ti' será gilipollas.

Despierto a la mañana siguiente y veo a Jamie dormir junto a mí. Aún está con la bata blanca de la clínica y no se ha podido cubrir el cuerpo por completo. Me levanto en silencio y salgo de la habitación para preparar el desayuno. Paso por la habitación de Handrea y observo que está aún durmiendo, sujetando en su mano el mono que Zac le ha había regalado.

Me preocupaba el tan solo pensar en qué me dirá Jamie cuando despierte.

LovesickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora