Lovesick

Capítulo veinticuatro.

Narra Alba.

Miraba a mi hermano y a Harry en un duelo de miradas. ¿Era en serio lo que decía?

—Zac, Harry toma muy diferente el significado de 'mía'—hago comillas y no estoy segura ni de lo que estoy diciendo.

—Explícate.

—Sí, explícate. También quiero oír eso—ahora siento la mirada de los ojos clavados en mí.

—Pues, verás que...él piensa que, como yo trabajo para él, quiere decir que yo soy... 'suya' —frunzo el ceño. No sé si lo que haya dicho tenga coherencia.

—Bueno, viéndolo de ese modo—responde mi hermano.

Harry no ha apartado aún la vista de mí. Y yo tampoco de él.

—Así será ¿no?—levanta sus hombros y da una lamida a sus labios—. En fin.

—Solo una cosa más—inquiere mi hermano—. ¿Por qué tanto afecto? Eso no es excusa para...

—Tal vez eso podría explicarte tu hermanita—observo como Harry sale de la habitación y me deja sola con mi hermano.

Sobre eso, pues ni yo misma lo sé. De momento solo tiene que saber una parte de la verdad, ya que solo eso es necesario para que entienda lo que me pregunta.

—Alba.

—Me gusta—lo admito—. No puedo evitar no verlo y que mis hormonas actúen instantáneamente—tal vez estoy siendo muy sincera. Mucho más de lo necesario.

—Por dios. Alba, ¡Tienes novio! ¿No es así?

—Sí pero...le quiero—mascullo con dificultad.

—Le diré a mamá—saca el móvil.

— ¿¡Qué!?—me altero—. ¡No, no! ¿Por qué? ¿Qué haces?—se lo arrebato de las manos y lo coloco sobre mis pechos, tapándolo con mis manos.

—Porque no puedes estar trabajando en un lugar donde tienes una gran tentación junto a ti—responde con ironía—. Y no deberías estar trabajando, tenemos dinero suficiente como para rentar un departamento si tanto quieres estudiar acá—tiende su mano—. Dámelo.

—No hasta que no lo hagas, Zac. Hice mucho por ti—lo miro un poco desilusionada—. Y no es que te esté sacando en cara lo que hice o hago por ti, pero solo necesito que me des una oportunidad.

Me debía un gran favor que espero hoy me lo devuelva.

—No puedo permitir que tomen a mi hermana así.

—Yo sé que...en el fondo, muy en el fondo, él siente algo por mí—le digo—. Zac, por favor.

— ¿Pero jugar a dos papeles, Alba? Eso es lo que más me molesta, viniendo de ti.

Era verdad, no podía jugar dos papeles. El rol de 'La chica de la habitación' y la de 'La joven de España'

—Está bien—acepto.

—Vale. Bajemos, Anne debe estar preocupada.

Bajo junto a mi hermano y me siento muy incómoda. Tengo la playera de un chico que, aunque no sea mi primo de sangre, es hijo de la esposa de mi tío.

—Debemos irnos ya a casa—sonrío. Mi hermano me ve y se levanta al mismo momento en que yo lo hago—. Muchas gracias por el recibimiento.

—Esta es tu casa, hija—sonrío Anne mientras mi tío también hacía lo mismo. Era extraño, extrañísimo, porque ella me decía hijo al chico del cual estaba enamorada—. Robin ¿los acompañas a la puerta?

—No, mi hermano se quedará. Yo tengo que hacer algunas cosas—sonrío.

Me despido de mi hermano con un abrazo muy fuerte. Sé que tal vez pueda quedarse más días acá, pero también tiene que regresar a sus clases en la Universidad.

—Alba—me llama mi tío cuando estamos en la puerta—. ¿Qué paso arriba con Harry?

—Ti, eso es...—resoplo—. Es complicado.

—Harry es un buen chico. Estoy totalmente seguro de eso.

Le sonrío.

—Ya habrá algún momento para hablar de esto. Gracias tío, te quiero—le tiendo un abrazo y veo a Anne caminar hasta donde estamos.

—Ten—me tiende unpaquete. Me quedo extrañada al mirar la envoltura—. Es helado. A Harry le gustamucho, ¿podrías darle de mi parte?—sonríe. Era la misma sonrisa de Harry.

Asiento y mi tío me despacha en un taxi.
Miro el techo de este y no puedo pensar en lo de hace unos minutos. ¿Dónde estáHarry?
Al llegar a casa decido que debo ir a la cocina y poner a refrigerar el heladoantes que se derrita; pero mi vista se fija en el sofá, cuando veo a una chicajunto a Harry, besándolo con tanta desesperación que podría jurar no lo veía enaños.

¿Quién era esa maldita perra?