Narra Alba.
Levanto mi quijada con ayuda de su mano y me pongo de puntillas para darle un beso. Tomo entre mis manos sus mejillas y este me levanta para pegar mi cuerpo al armario.
—Sé mi chica—no sonríe ni está serio, está concentrado en lo que tenga que decir, en lo que acaba de decir también él y en lo que podría pasar luego de este momento.
Parpadeo fuertemente, tanto que puedo darme cuenta que fue muy exagerado. Me costaba sumamente difícil creer que él, ÉL, me estaba diciendo esto. Cuando fue ÉL quien me dijo 'no te enamores'.
—Es broma—sonríe y suelta una risa nerviosa.—Pues estuvo bien buena—lamo mis labios y trato de sonreír.
—No pero en serio, sé solo mía—su nariz juega con la mía y nos unimos en un beso mutuo.
Le quito el abrigo y mis manos, como las de él, navegan en su cuerpo y en el mío. Era inevitable no poder enamorarme de él.
Cuando sentí sus dedos helados sobre mi vientre, me encorvé y solté un pequeño jadeo en señal de que me estaba llevando a un lado que no quería abrir justo hoy.
—Vamos—detiene todo, toma mi mano y me guía fuera de mi habitación.—¿A dónde?—le pregunto pero ya es tarde para una respuesta.
Escucho que alguien grita su nombre desde el salón de abajo, y me doy cuenta que era la misma chica de ayer. Su novia, era su novia, ¿verdad? o al menos eso fue lo que mencionó Harry, ayer.
—¡Me engañas, bastardo!—vocifera mientras sube las gradas.—Nunca lo haría—le responde él.
¿Por qué tomaba mi mano delante de ella? Su familia estaba ahí y no, no era grato que me estén mirándome mientras murmuraban muchas cosas.—¿Pasa algo?—me susurra.
—Me siento incómoda.
—Tranquila, ellos saben cómo soy—suelta mi mano y sonríe al ver que su novia está subiendo—. Espérame aquí.
No, ¡Harry! No me dejes aquí...sola.—Hola—me saluda con una sonrisa. Era hermosa, perfecta y claramente cualquier persona de daría cuenta de porqué es que es novia de Harry.
—Hola—le respondo con poca cordialidad.
—¿A dónde fue, eh?—pregunta mientras da un vistazo por todos lados.
—No lo sé—no sé que más responderle porque no tenemos un punto de conversación. No podría decirte: oye, tu novio está...hermoso. O sea, no podría hacerlo.
—Bueno. Por cierto, no pudimos presentarnos esa oportunidad. Soy Perla, prima de Harry, ¿tú?—estrecha su mano y sonríe.— ¿Su prima?—frunzo el ceño pero luego formo una sonrisa para ocultar mi sorpresa—. Alba, soy Alba —estrechamos manos.
—La verdad no nos parecemos mucho—ríe.
Conversamos de cosas normales en chicas, sin tocar en ningún momento a Harry como tema principal en los chicos. Pero en un momento, Perla miró el reloj y se preguntó nuevamente donde estaba este, ya que habían pasado alrededor de diez minutos.
—Iré al tocador—invento de repente, para poder salir de la conversación e ir a buscar a Harry.
—Vale. No te demores como Harry, donde quiera que esté—palmea mi mano y aparta la vista.Deambulo unos momentos esperando a que Perla baje a la primera planta. Cuando lo hace, salgo del tocador y empiezo a buscar en cada habitación. Por alguna razón, demasiado estúpida, no comienzo por la de él, porque era donde se encontraba.
Le vi ahí, dormido sobre su cama, sujetando el móvil entre sus manos. Busco, contra mi voluntad, en sus gavetas del tocador, tratando de encontrar una manta con la cual poder cubrir su cuerpo, ya que estaba sobre las sábanas y me era súper complicado sacarlas sin despertarle. Me recuesto junto a él y comienzo a sobas suavemente su cabello, percatándome que forma una pequeña sonrisa en su rostro.
Era una sonrisa totalmente distinta a las demás, una sonrisa pura e inocente.
Perdí total noción del tiempo. Realmente lo hice.
— ¡Har...—levanto la vista y veo a Perla en la puerta de la habitación—. ¿Está dormido?—susurra mientras entra lentamente.

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Lovesick
Teen FictionNo pensaba que habría relación alguna entre el dolor y el amor, ni que fuera complemento para la felicidad y mucho menos para poder amar a alguien tanto. ¿Es esto en verdad lo que esperaba de él? ¿Podré soportar no tenerlo junto a mí?