Capítulo 7 "¿Castigados?"

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Hacía dos semanas que no hablaba ni estaba cerca de Fred y George, quien me veía en el pasillo y me saludaba brevemente para luego alcanzar a Fred que aceleraba el paso en cuanto me veía. Lee intentaba animarme cuando podía y también lo intentaban Hermione, Ron y Harry.

T- En serio gracias chicos pero no es de mucha ayuda.

H- Si tan solo lo olvidaras o dejaras de lado el asunto.

T- Es difícil, lo veo diario y en todas partes.

R- Mi hermano es un idiota ______.

T- Eso tampoco ayuda mucho Ron.

Y por si fuera poco Malfoy aprovechaba para pasársela de sanguijuela pegado a mí.

T- De verdad Draco, no tienes que ir a otro lugar...no se, lejos de mi.

D- Lo dudo, según yo seguiremos juntos en un futuro.

T- Vete a buscar a Pakinston y consuélala, se la pasa llorando en los baños del segundo piso.

Con eso lograba quitármelo unos minutos pero luego volvía con lo mismo.

El viernes estaba sentada en la sala común releyendo mi redacción de pociones mientras mis amigos estaban quien sabe dónde, Lee estaba haciendo sabe Dios qué cosa que lo tenía muy concentrado en su libro de transformaciones y los gemelos estaban en un rincón de la sala susurrando ruidosamente. La sala común estaba casi vacía, solo unos alumnos de primero acabando sus deberes; los demás ya estaban dormidos o seguían cenando.

T- ¿Se pueden callar por favor? -me volteé con los gemelos- hay personas que necesitan silencio para concentrarse -señalé a Lee con la cabeza y guardé mi redacción en la mochila.

Subí a mi habitación y me senté en la cama a escribirle una carta a mi madre; cuando acabé, bajé para ir a la lechucería pero al final de la escuela me topé con Fred.

T- ¿Te mueves?

F- ¿Para quién es la carta?

T- ¿Qué te importa?

Pasé por su lado y salí apresuradamente de la torre a la lechucería, escuché pasos detrás de mí y supuse que era Malfoy. Apresuré el paso y me metí entre pasillos para perderlo y que me dejara tranquila.

F- ¿A dónde vas?

T- A donde yo quiera.

F-¿ Vas a verte con tu noviecito Malfoy?

Paré de golpe y choco contra mí.

T- Malfoy no es mi novio.

F- Pero si tu prometido, y según yo le gustas y mucho.

T- ¿Y eso qué?

F- Que ha de estar ciego como para quererte –su comentario se sintió como una bofetada y me tapé la boca para que no escuchara mi sollozo- ¿ya se besaron? Quizá sí y no lo dicen porque seguramente...-no terminó de insultarme porque salí corriendo y me escondí en el hueco donde antes estaba un busto de no sé quién. Llorá hasta que la manga de mi túnica estaba empapada.

Escuché pasos en el corredor y me apretuje más en mi escondite, vi pasar a la profesora McGonagall que iba apresurada hacia el despacho del director Dumbledore sin darse cuenta de mi presencia. Escondí mi cabeza entre mis rodillas y me quede quieta mientras escuchaba unos pasos que se detenían en la entrada de mi escondite. Levanté mi cabeza y me topé con una cara llena de pecas.

T- ¿Cómo me encontraste?

F- Estás hablando con un Weasley que te conoce desde el año pasado.

T- ¿Usaste el mapa del merodeador?

F- Solo para esquivar a algunos maestros; pero recuerdo todos tus escondites.

Xx- Entonces los deberían usar mejor.

Fred se movió y frente a nosotros estaba Filch junto con la señora Norris que nos miraba con sus enormes ojos amarillos.

Fi- Síganme.

Fred me ayudó a levantarme del suelo y seguimos a Filch al despacho de la profesora McGonagall; tocó a la puerta y la profesora abrió de inmediato.

Fi- Lamento despertarla profesora...pero estos dos estaban en el corredor este del cuarto piso.

Mc- No estaba dormida...pase por ahí y no los vi, Filch.

Fi- Estaban escondidos...los he encontrado cuando salían del escondite...quizá no...

Mc- Señor Filch, creo que no sería justo...

T- Profesora, no quisiera interrumpir pero el señor Filch tiene razón

McGonagall me miró sorprendida, Filch estaba radiante y Fred me veía con incredulidad. Me dio un codazo.

F- ¿Qué estás haciendo?

T- Digo la verdad.

La profesora se hizo a un lado para que entráramos. Así lo hicimos y nos sentamos enfrente de su escritorio.

Mc- ¿Me van a decir qué sucede? –nos miró alternativamente- ¿y? ¿quién comienza?

T- Estábamos escondidos, Fred me acompañaba a la lechucería y cuando escuchamos a Filch corrimos en direcciones diferentes, cuando volvimos a juntarnos no vimos a Filch y nos atrapo.

Era una mentira de último minuto pero la mayor parte era verdad; Fred me miraba entre asombrado y enojado pero me daba igual.

F- ¿Qué hice para que llegaras a esto?

T- Tú bien sabes lo que hiciste.

F- ¿Te enojaste por lo que dije verdad?

T- No...solo me molesta el hecho de que me insultes en la cara.

Se quedó sin palabras y la profesora McGonagall intervino.

Mc- ¿Ha tocado ese tema _______?

T- Sí profesora –reprimí mis lágrimas- lo ha hecho.

Mc- Bueno, no los castigaré pero se llevan una advertencia y tú, Weasley –dijo dirigiéndose a Fred- ten más cuidado con tus palabras. Ya vayan a dormir.

Salimos del despacho de la profesora y regresamos a nuestra casa, subimos a los dormitorios sin decir nada y me quedé dormida al instante. 

Enamorada de un traidor a la sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora