Capítulo 8 "Palabras que hieren y sanan"

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Nota: estos simbolos= <> significan que ____ esta pensado mientras el otro habla y cuando son comillas es cuando lo esta pensando pero nadie más esta hablando.

Ha pasado un mes desde la última vez que hablé con Fred direcatamente, desde entonces se ha dedicado a mandarme cartas "anonimas", mensajes con Lee o George y dirigirme miradas "discretas" por los pasillos cuando nos cruzabamos pero me daba la impresión de que checaba el mapa del merodeador cada que no me veía.

No me importaba, eso era lo que la mayoría entendía; sin embargo en las noches lloraba hasta quedarme dormida y en la mañana me aplicaba una capa de maquillaje para tapar las ojeras y que, desgraciadamente, no tapaban mis ojos hinchados, aparte de que eran una fuente de preguntas de Hermione.

H- ¿_____ tienes los ojos rojos?

T- Solo un poquito Her, me entro una basura al ojo.

H- ¿A los dos?, ¿Estuviste llorando otra vez? -asentí con la cabeza sin querer verla a la cara- ¿Es por Fred?

T- No -se cruzó de brazos- bueno...tal vez...sí Her, por eso he estado llorando. 

Me consolaba cuanto podía y cada que veía a lo lejos a Fred me llevaba por otro camino o me abrasaba y nos orillabamos hasta que pasara y seguíamos con nuestro camino.

Hoy era sábado y Harry tenía entrenamiento de Quiddich; Ron estaba retrasado con las tareas (como diario) y había estado convencido a Hermione para que lo ayudara, había estado con ellos unos 20 minutos y me había aburrido tanto que me quede dormida y Hermione me había despertado para decirme que lo mejor era que me regresara a la sala común ya que se iban a tardar un rato.

H- Nos vemos para comer -se inclinó para susurrarme al iodo- y procura no llorar y poner una sonrisa, ¿si?

T- Sí mamá -salí de la biblioteca mascucllando para mis adentros- ni que pensara siempre en Fred como para llorar a cada rato.

Subí a la torre de Gryffindor sin problema y me acomode en una butaca cerca de la ventana; afuera hacia un día precioso (en desacorde con la estación) y por la ventana entraba un rayo de sol que calentaba la butaca y la convertia en un lugar hermoso para dormir. Me acurruqué en mi asiento y me dormí en cuanto cerre los ojos.

Me despertó un murmullo de voces cerca de mi; instintivamente me toque la cara, si, habia estado llorando en sueños y al ver mi reflejo en la ventana vi el maquillaje corrido dejando ver mis ojeras y mis ojos rojos e hichados.

Asomé mi cabeza sobre el respaldo de la butaca y vi al equipo de Gryffidnor esparcido por toda la sala común; Harry y Oliver no estaban, igual que Alicia y Katie, supuse que se habían ido a cambiar y no me equivocaba ya que en ese instante Harry bajó las escaleras de su dormitorio y salió corriendo a traves del retrato de la señora gorda; George hablaba con Angelina y Fred estaba de mal tercio apoyado en la pared jugando con un papel en las manos.

Alzó la vista y me vio observandolo, me agache y trate de limpiar mi cara pero me fue imposible ya que cruzó la sala en dos zancadas y se arrodilló enfrente de mi y me sostuvo las manos.

F- ¿Qué te sucedio en la cara? -me miró detenidamente- ¿Porqué te pones maquillaje?

T- Para ocultar las ojeras.

F- ¿Y tienes ojeras porqué te desvelas haciendo tarea o te la pasas llorando?

T- Yo no lloro.

F- Por favor _______, te he visto llorar. No te tienes que hacer la valiente conmigo, ¿Ok?

T- Y tú no tienes por que compadecerte de mi.

F-¿ ______, porqué lloras?

Esa pregunta me tomó por sorpresa y tardé un rato en contestar.

T- ¿Tú porqué crees?

Suspiró pesadamente.

F- Por que te dije todas esas cosas en el pasillo y lo he empeorado todo desde que llegamos al colegio...y no he sido muy amigable contigo...cuando nos cruzamos en el pasillo no nos volteamos a ver y últimamente te he notado triste y yo...yo...soy un idiota.

T- Y...

F- ¿Un torpe con cabello color jugo de calabaza? -sonreí de medio lado- ¿Me vas a abofetear?

T- No, aunque debería -le tomé las manos y le quité el papel- ¿Quién te dijo?

F- Harry, él fue quien me ayudó a ensallar lo que te dije.

Le solté las manos y me levanté sin importarme que estuviera enfrente, he ignorando sus comentarios empece a subir la escalera a mi dormitorio.

T- "Cómo puede ser tan insensible...cree que le voy a aceptar una disculpa que viene de alguien más...y ensayada...aggr...es un idio..."

Fue detrás de mi pero al pisar el sexto escalón activó la rampa y me resbalé llavandomelo hasta el piso.

F- ¿Qué fue eso?

T- Una trampa que pusieron los fundadores en las habitaciones de las niñas para que los curiosos no subieran.

F- No lo sabía.

T- Me lo imaginé -se levantó y me quedé sentada en el suelo- y ahora tendré que esperar a que pase el hechizo.

F- Eso es suficiente como para disculparme -se sentó a mi lado- en mis palabras soy un idiota y no meresco que me perdones...<<obviamente que no, idiota>>...pero no soporto verte así...<<ah, ahora te haces el sensible ¿no?>>...y por mi culpa y yo...soy un idiota<<uno muy grande, agh..no puedo no perdonarlo>>

T- Uno muy grande Freddie -me miró ilusionado- te extrañé Fred.

Me abrazó como pudo y le correspondí el abrazo.

F- Solo prometeme una cosa.

T- Y tú prometeme otra

F- Bien, prométeme no llorar por ningún idiota otra vez y que no usaras maquillaje para cubrirte...solo cuando sea necesario.

T- Lo prometo y tu prométeme que no te vas a volver a enojar por ninguna tontería y que no habra más peleas entre nosotros.

F- Lo prometo.

Recargé mi cabeza en su hombro y entrelazó nuestras manos.

F- Ahora podré visitarte a tu dormitorio cuando quiera {cara perevertida}

T- No, por que no sabes que escalón activa la rampa.

F- Claro que sí -se acercó a mi oido- es el sexto, vibró cuando lo pisé.

Sonrió con suficiencia y me alborotó el cabello.

Enamorada de un traidor a la sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora