Anuncio de boda

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Eran casi las seis de la tarde y Kaled llegaba por mí, a la oficina como de costumbre, una sonrisa se dibujó en la línea de sus labios a medida que me acercaba a él.

Siempre estaba feliz de verme pero esta vez era diferente, había una expresión diferente en su rostro que llamó mi atención.

Me esperaba recostado a la camioneta, se incorporó al tenerme al frente y se inclinó a besarme con pasión y luego paso a darme la noticia.

-Aquí está mi sentencia de divorcio, estoy libre, ya podemos anunciar nuestra boda- Decía emocionado, levantando la carpeta con los documentos, que reposaban encima de la camioneta justo detrás de él.

Estaba feliz por su logro y me abalance sobre él, besándolo.

Cuando de pronto apareció detrás de mí, el Sr. Dave Collins.

Kaled que lo miró acercarse por encima de mi hombro; apartó sus labios de los míos y soltaba mi cintura del abrazo que me rodeaba y se incorporaba, con el ceño fruncido y sin soltarle la mirada al Sr. Collins.

Kaled sentía celos de la cercanía de este hombre a mi vida, recordaba las misteriosas llamadas por las noches, y sus frases con doble sentido, desconfiaba de ese hombre misterioso; era la primera vez que lo tenía en frente, ambos se miraban con desconfianza.

–Sr. Collins, me asustó no le sentí llegar-... Dije visiblemente nerviosa y Kaled lo notó.

-Le presento a mi esposo- Dije perturbada por su presencia a esa hora frente al bufete.

Ellos estrecharon sus manos con fuerza parecían medir fuerza y dominio.

Al soltarlo, Kaled me rodea por la cintura, haciéndome retroceder, como tratando de poner distancia entre el Sr. Collins y yo.

-¿Qué hace usted aquí?- Pregunté con mucha curiosidad.

-La cita en tribunales es para el lunes, le avisé por mensaje de texto a su celular ¿No lo vió?- Recalque.

-¡Disculpe Alejandra! No fue mi intención importunar, pero tengo un nuevo testigo, que podría ayudarnos con el caso de mi hermano. ¿Podría verla mañana? La invitó a almorzar- La ultima frase se retumba en mis oídos, me cayo muy mal y a Kaled también.

-Sentí las manos de Kaled asentirse con fuerza a mi cintura atrayéndome con suavidad hacia él, era evidente; le molestaba el atrevimiento de este hombre, de invitarme a almorzar con descaro frente a mi esposo. Nos incomodó a ambos.

Pero debía conocer a este testigo y el lunes era la primera audiencia en tribunales, tenía que verlo mañana sábado, Kaled conocía a la perfección los gajes de este oficio, era algo apremiante.

-Muy bien Sr. Collins, así será, le avisaré donde nos veremos mañana-

Kaled me miraba sorprendido, los fines de semana eran nuestros, eran sagrados para nuestra familia, para estar juntos y compartir y yo estaba violando el acuerdo.

Soltó un gran suspiro cargado de molestia al alejarse el Sr. Collins.

-Mi amor, sé que mañana es sábado pero te prometo que no me tomará más de dos horas, lo prometo- Dije levantando su mandíbula con suavidad y deslizando mis dedos entre su cabello en la parte baja de su cabeza, lo acerque a mis labios para besarlo, aun lo sentía molesto. Le dedique un beso largo y apasionado, logre disipar su descontento.

Se me ocurrió celebrar lo de su divorcio con un baile exótico, hacia unas cuantas semanas había tomado clases del sensual baile del vientre con la intención de sorprenderlo, y esta era la oportunidad perfecta.

Pasamos por Kala a la guardería y fuimos directo al apartamento Kaled le daba de cenar a nuestra hija para luego llevarla a su habitación para leerle su acostumbrado cuento; fui con él a la habitación de Kala y la besé en la frente y me despedí de ellos.

En nuestra habitación preparaba un ambiente a media luz con velas aromáticas y había pedido comida árabe que acomode en una pequeña mesa, nos sentaríamos en la alfombra, todo muy al estilo oriente medio, la música árabe daba el toque final, cubrí la cama de pétalos de rosas rojas, me pareció más sensual en ese color.

Con anterioridad había comprado un traje que se usa para este baile, con muchas piedras colgándole. Era hermoso, me lo puse y solté mi cabello y maquille mis ojos y labial rojo decoró mis labios y lo espere tendida sobre la cama....

Entró a la habitación, sus ojos maravillados al verme me hicieron sentir una emoción inexplicable; Kaled todavía movía sentimientos incontrolables dentro de mí, como antes, como siempre...

Sugestivamente y haciendo movimientos circulares con mi vientre y mis manos bajé de la cama y me acerque a él de una forma muy sensual, él sonreía como hipnotizado.

Los movimientos de mi cadera derrochando sensualidad lo atrapaban enseguida y lo envolvía con mis desplazamientos alrededor de él, que sin dejar de mirarme sonreía.

Fascinado y entregado, en un jugueteo me acercaba y me alejaba de sus labios dejándolo con el deseo de besarme, lo sorprendí con un salto enredando mis piernas a su cintura y con un movimiento suave y delicado me fui hacia atrás haciendo círculos en el aire con hombros, brazos y muñecas, en una armonía perfecta; de movimientos hermosos que él disfrutaba, mi cabello casi rosaba el piso, con sus manos fuertes él sujetaba mi cintura y con impulso volví arriba quedando muy cerca de sus labios, en un movimiento desesperado por no dejarme escapar deslizo sus manos por mi espalda y me envolvió, robándome un delicioso beso en el que me quede sin fuerzas para resistirme.

Y así me llevo a la cama recostándome sobre los pétalos de rosas rojas, besando mi cuello detrás de mí oreja viviendo la increíble experiencia que solo el amor te deja deleitar; y haciendo una linea imaginaria con sus besos, bajó hasta la hendidura de mi ombligo y me trasportó al cielo cerca de las estrellas, donde no me pertenezco; sino que soy solo de él y de sus labios que con lentitud exploran con intensidad cada milímetro de mi piel, llevándome a ese lugar donde solo podía perderme y conseguirme al mismo tiempo; solo en ese lugar: sus brazos...

Y así me llevo a la cama recostándome sobre los pétalos de rosas rojas, besando mi cuello detrás de mí oreja viviendo la increíble experiencia que solo el amor te deja deleitar; y haciendo una linea imaginaria con sus besos, bajó hasta la hendidur...

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