Después de la visita de Kaled , Alex estaba inquieto e inseguro. Acostumbrado a obtener lo que quiere y a su manera y sin pensar en el daño que le haría a Alejandra, alejándola de su familia, planeo sacarla de su encierro por casi un año, para mantenerla con él, su amor se había vuelto enfermizo y totalmente dependiente.
Aquella noche Alejandra lo esperaba como siempre pero esta vez sería diferente, su mirada intensa la inquietó por unos segundos, cuando su expresión fue suavizada por su hermosa sonrisa, era tranquilizadora, pero no dudo en preguntarle, pues lo notaba extraño.
—Te noto nervioso Alex, ¿pasa algo malo? —
—Hoy nos vamos de aquí... huiremos, te ocultaré por unos meses hasta que dejen de buscarte y luego viajaremos a otro país—
— ¿Es en serio? — ella no salía de su asombro, lo miraba deslumbrada por la sorpresa que le daba y bajo engaños Alex lograba que Alejandra se pusiera el disfraz que cambiaría su apariencia. Le explicó su plan para sacarla de allí, unos de sus escoltas le serviría para cubrirlo, sería el encargado de guiarla hasta la limusina que esperaría por ella en las afueras del casino, un sugestivo vestido negro, gafas oscuras, un sobretodo negro con capucha y peluca de cabellera rojiza serviría para ocultarla de Kaled. Alejandra inocente, no sabia que era libre y que no habia necesidad de ocultarse para abandonar ese sitio, porque él había pagado para ello.
Alex se aseguraba que nadie pudiera reconocerla. Estaba perfecta y antes de colocar las gafas en su rostro la tomo por el cuello con suavidad, Alejandra lo rechaza intentando esquivar sus labios, no la obliga a ceder a su deseo de besarla pero pasaba su pulgar acariciando sus labios con suavidad mirandolos provocadoramente, acercó su frente a la de ella y en un susurro le dijo.
— ¿Sabes que eres mi vida?— un largo e inquietante silencio de Alejandra lo entristece. Sus palabras la estremecen pero prefiere no contestar y él agrega — ¿No me dices nada? — No hay respuesta, se miran fijamente muy cerca, tanto que cada uno, siente la respiración del otro, y con apenas un murmullo él le dice —No hace falta que digas nada, escucho todo lo que tus ojos me dicen— Alejandra le dedica una hermosa sonrisa que lo complace. La besa muy cerca de la comisura de sus labios, en un beso húmedo y muy sentido, los dos se estremecen con el contacto. Se separa de ella repasándole el plan nuevamente. Alex está más nervioso que Alejandra, teme que Kaled esté en el burdel y ruega porque ellos no se crucen en el trayecto.
Afuera de la habitación esperaba el hombre de confianza de Alex. Ella colocó sus gafas y tomó el brazo del escolta, avanzo y miró hacia atrás para encontrarse con la mirada de Alex que trataba de tranquilizarla lanzando al aire un beso y le giñó el ojo, ella respondió con una sonrisa y un rostro de preocupación. Ella solo necesitaba salir de allí. Y miró al frente cuando Alex le replico atrayendo de vuelta su atención.
— ¡Oye, no te olvides que eres mi vida!— ella sonrió asintiendo con la cabeza y volvió su mirada al frente. Y su mirada se fue tras ella hasta perderla de vista.
Alex se ocultó y esperó la llegada de Kaled, ya Alejandra había desaparecido por la puerta del casino y estaba segura dentro de la limusina, cuando llegaban Kaled y los investigadores privados, Alex por teléfono daba instrucciones que se alejaran del casino que él los alcanzaría en unos minutos, para luego Alex dejarse ver acompañado de una de las chicas rubias del burdel, todo era parte del plan, fijó sus ojos azules en los ojos azules de Kaled, él le devolvió la misma expresión de odio y desprecio, miró detenidamente a su acompañante por unos brevísimos momentos. Y siguieron hacia dentro buscando la mansión donde funcionaba el burdel que estaba luego de un larguísimo pasillo, poco antes de kaled llegar a la puerta de la chica que escogió, miró la morena que se había ido a las manos con Alejandra, su espalda estaba recargada al marco de la puerta esperado al cliente de turno. La pena y el dolor embargaban a Kaled al observar a la chica con el minúsculo baby doll y de imaginarse a lo que era obligada Alejandra, quemaba su alma y lo consumía. Disimuladamente mostró la fotografía y pregunto casi entre dientes a la chica.
— ¿La conoces? — la chica lo miró confundida y admirada
— ¿Que tiene esta perra condenada, que tiene todos los hombres guapos locos por ella...?—
— ¿Cómo dices? — Refuta Kaled al escuchar a la chica expresarse de esa forma tan despectiva de Alejandra.
— ¿Y quién eres tú? — le pregunta la chica acercándose y tomándolo por el hombro
— Soy su esposo— ella abrió sus ojos turbados y separándose de él, vio la oportunidad de zafar a Alejandra de los brazos del hombre que ella amaba, Alex.
—Se llama Sofía Carpenter y esta en la habitación 005—
— ¿Sofía Carpenter? — Preguntó y arrugó la frente casi juntando sus cejas-
Eran observados por las cámaras de seguridad y enseguida llegaron los guardias a escoltarlo hasta su habitación con la chica seleccionada, ya sabía que Alejandra estaba allí y pidió al guardia hacer un cambio por la chica de la habitación 005
— Lo siento señor la chica de la habitación 005 está reservada por el señor Alexander Baker—
— ¿Reservada? — inquirió Kaled con un tono de angustia
— Si señor, es exclusiva del señor Baker— recordó al tal Alexander que visitó en la mañana. La angustia y los celos crecían en su interior
— ¡Te pagaré, necesito verla! —
— Nadie puede verla. Solo el señor Baker, y no dé problemas señor, o me veré obligado a sacarlo del recinto y perderá el dinero que pago por la chica que reservó.
El corazón de Kaled ardía en llamas, de saber que Alejandra estaba tan cerca y no podía acercarse. Debía controlarse y pensar que hacer.
Alex ya se ha retirado del casino y va rumbo a encontrase con Alejandra en el camino. Alejandra todavía no se cree que haya podido escapar de ese infierno tan fácilmente. La limusina detiene su marcha al saber que Alex va hacia ellos.
Alex llego y cambio de coche entraba a la limusina y al encontrarse con los ojos de Alejandra sonreía de una forma especial, resplandecía al mirarla.
<<Aprendí amarte y a besarte con mi silencio eres la dueña de mis besos. Sé que estoy luchando contra el tiempo y que, en algún momento, el pasado volverá. Y me separará de ti, me sacará de este mundo nuestro para devolverme al mío. Pero quiero detener el tiempo aunque sea un instante. Y perdóname pero no puedo dejarte ir>>
QUE BELLOS ESTOS DOS, QUE ENVIDIA ALEJANDRAA... GRACIAS POR APOYAR LA HISTORIA CON SUS ESTRELLAS, ALEGRAN MI CORAZÓN :D
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Eternamente tuya
RomanceCuando el tiempo ni la distancia pueden contra un sentimiento tan fuerte, que hasta la maldad termina inclinándose en una reverencia ante el... SE PROHÍBE TODA ADAPTACIÓN O COPIA DE ESTA OBRA. REGISTRADA EN SAFE CREATIVE. asegurada bajo At...