NOTA DE AUTORA
HOLA, EL TIEMPO SIN PUBLICAR FUE EN CONTRA DE MI VOLUNTAD, LOS SERVICIOS DE INTERNET ESTUVIERON PÉSIMOS POR MAS DE UNA SEMANA, ESPERO NO VUELVA A SUCEDER Y PODER HACERLES LAS ENTREGAS DE LOS CAPÍTULOS A TIEMPO, ME DISCULPO POR LO QUE NO FUE MI CULPA.... Y BUENO GRACIAS POR TU PACIENCIA ...DISFRUTA DE TU CAPITULO
En la cara de Kaled había mucho descontento, no quería permanecer un segundo más allí cerca de Alex. Kaled intuía que pasaba algo más que amistad entre Alejandra y Alex, iba un paso delante de Alejandra la llevaba casi corriendo tomada de su mano, cuando llegaban al lumbral de la puerta una ráfaga de disparos los sorprende justo antes de salir al exterior.
En medio de la confusión se escucha un grito aterrador, Alex intenta llegar hasta Alejandra
— ¡Alejandraaa! — ambos voltean a verlo, venia corriendo hacia la posición de ella, la toma de la mano y sale corriendo hacia el interior de la casa, con Alejandra sujeta a su mano, Kaled la zafa de su agarre de un tirón haciendo que Alejandra le caiga encima con el impulso que los arroja al piso.
Alex se regresa y la levanta del piso y luego le extiende la mano a Kaled para ayudarlo, Kaled golpea su mano, las ráfagas de disparos no cesaban, Alex temía que entraran a la casa en cualquier momento, y de pasar serian un blanco fácil.
—La prioridad es salir vivos de aquí, no es momento para discutir— le refutaba Alex a Kaled.
Alex sabía que las personas que disparaban buscaban a Kenia, y arrasarían con todo aquel que estuviera a su paso.
No contaban con mucho tiempo, los únicos que le hacían frente eran los dos escoltas, que disparaban para impedir que avanzaran hacia la casa.
Kaled ayudaba a Alex a sacar a los niños y a su ama de llaves que lloraba insistentemente y preguntaba por su esposo que no veía desde antes que todo comenzara y que lo más probable era que estuviese muerto en medio de la balacera, todos juntos corrían por la parte posterior de la casa hacia la montaña junto con Alejandra y Kenia, Alex pensaba en ocultarse en una cabaña internada en la parte más boscosa de la montaña era peligroso el camino habían acantilados y animales salvajes como osos y leopardos, la cabaña era utilizada por Alex cuando salía de cacería, estaba situada en un lugar poco visible, ahí podrían esconderse, les tomaría un día llegar hasta allí, pero estarían seguros hasta que dejaran de buscar a Kenia.
Los disparos se escuchaban cada vez más lejanos, para cuando ceso la balacera ya iban muy adelantados montaña adentro, cada vez se hacía más y más peligroso el camino, pero no podían detenerse podrían haberlos seguido y era apremiante llegar a la cabaña con la luz del sol. Kaled y Alex ayudaban a los niños llevándolos cargados en la espalda, eran los que más se cansaban, las tres mujeres se mantenían unidas brindándose apoyo.
Los acantilados del camino eran un desafío para todos, sin agua ni comida perdían las energías para continuar, por las mujeres y niños se detenían a cada cierto tramo, pronto los cubrió la noche y debían detenerse para protegerse de las heladas corrientes de aire, ninguno venia vestido apropiadamente para soportar las bajas temperaturas y no podían encender fuego por miedo a ser encontrados por la luz o el olor a humo que viajaría a grandes distancias, así que tenían que permanecer unidos y abrazarse para darse calor.
En medio de la imperante oscuridad Kaled no soltaba a Alejandra, Kenia y el ama de llaves permanecía al lado de Alex junto con los niños que se aferraban a su madre, los hombres se turnaban para vigilar que no ser sorprendidos por los hombres que buscaban a Kenia o por los animales salvajes, así amaneció los primeros rayos de sol se posaban sobre la copa de los árboles.
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Eternamente tuya
RomanceCuando el tiempo ni la distancia pueden contra un sentimiento tan fuerte, que hasta la maldad termina inclinándose en una reverencia ante el... SE PROHÍBE TODA ADAPTACIÓN O COPIA DE ESTA OBRA. REGISTRADA EN SAFE CREATIVE. asegurada bajo At...