<< Once meses... Once meses sin resultados ¿Qué pasa Dios? dame una señal estoy enloqueciendo. Es como si se hubiese esfumado >> pensaba en voz alta Kaled mientras se aproximaba a las enormes panorámicas.
Casi nunca hablaba de mí frente a su madre, pero aquella mañana su voz se alzó en protesta, y denotaba desesperación, ella levantó la mirada hacia él, fulminándolo en el acto, mientras llevaba la taza de café hacia sus labios, su sombrío rostro no disimuló su enfado. Pero no le dijo nada en ese momento.
-Kala cariño, tengo un obsequio para ti sobre la cama en mi dormitorio. Ve por él- Daba instrucciones a la niña para que se alejará de ellos. Y se levantaba del sofá con la taza en la mano
-¡Hasta cuando con eso Kaled!... Podría estar muerta... trata que tu hija la olvidé de una vez por todas, y olvídala tú también- le pedía con engorro su madre.
-¡Madre! como puedes decirme eso- espetó con fuerza y asombro por lo que ella le insinuaba. Furioso volteaba hacia ella dispuesto a discutirle su posición, cuando algo lo distrajo.
En el bolsillo de su pantalón vibraba su teléfono celular, siempre se exaltaba cuando lo sentía o lo escuchaba sonar, para él significaban dos cosas, buenas o malas noticias sobre mí.
-Hola ¿Quién habla?-
-¡¡¡Kaled, mi amor... Ayúdame!!!- Y la llamada se corto
-¡¡¡ ALEJANDRA!!! Gritó Kaled desesperado, mientras la taza que sostenía la Sra. Amira resbala de sus manos al escuchar mi nombre, quebrándose en mil pedazos y en su rostro lucia desencajado pálido y sus ojos desorbitados eran terroríficos.
Busca desesperado el número de donde recibió la llamada, pero en la pantalla decía NUMERO DESCONOCIDO. Miró a su madre quien lo miraba abrumada y desconcertada
-Era su voz, era Alejandra- dijo dirigiendo su mirada escandalizada hacia su madre, Kaled temblaba y en su cara una mezcla de asombro con euforia y confusión dominaba su semblante.
-Tengo que irme madre, por favor cuídame a Kala-
-Pero... Pero ¿a dónde vas?- decía su madre como queriendo detenerlo.
El ya no escuchaba iba casi corriendo hacia el ascensor con un solo pensamiento en su cabeza.
<<Estas viva, lo sabía mi amor, lo sabía>>
-Comisario por favor necesito me rastree una llamada, Alejandra me llamó pidiéndome auxilio, voy saliendo para allá-
La Sra. Amira corrió hacer otra llamada todo se le salía de control, jamás espero que Alejandra llamara a kaled.
Kaled hacia otras llamadas a los investigadores privados y quería reunirse con ellos para trabajar a partir de esa llamada que devolvía la esperanza a su corazón.
<< Llámame nuevamente mi amor >> pedía Kaled en silencio mirando el celular sobre el asiento del copiloto, esperando sonara nuevamente. Mientras se dirigía en su coche hacia la policía.
***
Once meses antes...
Se cumplía mi hora de salida, casi todos mis compañeros de trabajo se habían ido, solo la recepcionista y la señora que limpia quedaban en el bufete. Recuerdo que algo me angustiaba que no podía descifrar a que se debía.
Esa tarde cuando salí a la calle, una camioneta Ford Van blanca con los vidrios oscuros se detuvo justo después que yo crucé la calle, estaba a unos pocos pasos de mi coche, cuando me tomaron por los brazos y sin poder defenderme y casi sin reaccionar a su arremetida, me subieron a la fuerza en la camioneta, ese día había elegido vestirme de pantalón, y que bueno que no elegí falda. Habían varios hombres vestidos de negro y pasamontañas cubrían sus rostros iban armados hasta los dientes eso me dio muchísimo miedo al punto de paralizarme, de alli ya no pude ver más, sellaron mis labios con cinta adhesiva y me colocaron una funda negra en la cabeza e inmediatamente pusieron en marcha la camioneta, rogué al cielo que alguien hubiese visto lo que hacían estos hombres y dieran parte a la policía, no reconocía las voces solo podía deducir que eran como cinco personas, hombres todos y relativamente jóvenes.
Mi corazón latía a toda prisa algo en mi interior me indicaba que era el fin, que iban a matarme.
Durante el trayecto enviaban mensajes en clave desde un radio portátil como los que usa la policía para comunicarse, decían cosas como -ya es nuestra-
-Cumplido, vamos a la segunda fase- yo no entendía nada y lloraba sin consuelo, esa sensación de vacío y desesperanza se apoderaba de mí. Pensaba en Kala, Sabrina me esperaba en casa para entregármela, y que ella pudiera irse después, tenía la esperanza que por ella supieran que había desaparecido. Y la primera llamada no tarda en llegar.
Mi teléfono celular empieza a sonar dentro del bolso que ellos me habían sacado del hombro.
-Está sonando un celular, revisa el bolso de la señora- dijo alguien que estaba lejos de mí.
-Es Sabrina tu niñera ¿Qué quieres que le diga primor?- dijo la persona que sostenía el teléfono y leía en la pantalla el nombre SABRINA (NIÑERA) mientras repicaba sin cesar. Y pedía al cielo que ella pudiera avisarle a Kaled al ver que yo no le respondía.
-Dile que no la esperen a cenar porque va a divertirse con nosotros- dijo otra voz, riendo con fuerza
-APAGA ESE CELULAR IDIOTA, PUEDEN ESTAR RASTREANDO LA LLAMADA- gritó otra persona y ya el teléfono no se escuchó más.
Fue como una hora de camino, sentía que se me había hecho eterna, cuando llegamos al lugar donde solo se escuchaban grillos y croar de ranas supuse que estábamos fuera de la ciudad en algún campo. Todos bajaron de la camioneta incluyéndome, me sacaron arrastra y me obligaron arrodillarme, sentía barro en la tela de mi pantalón, era un sitio húmedo o por lo menos había llovido recientemente. Cuando escuche decir alguien que estaba lejos de mí. –No hay que dejar rastro, tiene que ser un trabajo limpio- Sabia de lo que hablaban. Empecé a gemir tratando que alguien escuchara mi voz ahogada, a ese punto estaba desesperada, no quería morir...ellos me escuchaban pero nadie más. Era un lugar remoto lejos de la civilización
-Haremos esto rápido- dijo alguien. Mientras llorando desesperada, pedía a Dios con el corazón, me ayudará y ocurriera un milagro... Y algo parecido sucedió.
-¿Porque matarla si podemos ganar algo más de lana con ella?
- LLEVENLA CON MADAME FROO- Gritó otro hombre que se escuchaba dentro de la camioneta, tal vez se trataba del conductor, y rogué por que aceptara lo que pedía el hombre -De seguro nos dará buena lana por ella-
<< Madame Froo>> ese nombre se repetía en mi cabeza, ¿De quién se trataba y por qué daría dinero por mí? Pero no importaba solo pensaba que podía ser esa madame mi boleto de vuelta a la vida...
Respiré cuando me subieron nuevamente a la camioneta.
<< Gracias Dios... Gracias Dios... Gracias Dios... >> Repetía sin cesar
-Dale gracias al santo que tienes en el cielo muñeca, porque hoy no es tu día- y así lo hice di las gracias, por la nueva oportunidad.
-Te libraste de morir hoy. Pero no te has librado del infierno- Dijo otro hombre que reía con sarcasmo.
Eso me dejó preocupada porque sentía que llamaba "infierno" al sitio donde iría a parar, y ¿qué podía ser peor que estar muerta? Me preguntaba sin saber que era tal cual aquellos hombres lo describían... Un verdadero infierno que viviría durante once meses y que jamás olvidaría por el resto de mi vida...
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Eternamente tuya
RomanceCuando el tiempo ni la distancia pueden contra un sentimiento tan fuerte, que hasta la maldad termina inclinándose en una reverencia ante el... SE PROHÍBE TODA ADAPTACIÓN O COPIA DE ESTA OBRA. REGISTRADA EN SAFE CREATIVE. asegurada bajo At...