Te amo mas que nada en el mundo

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Doce horas de viaje, unas cuantas maletas, y tres boletos de avión, como una familia viajaban Kaled, Nahila y Kala. Eso hubiese pensado cualquier persona que los viera en aquel aeropuerto y eso deseaba Nahila con todo su corazón, que fuese su familia, pero Kaled siempre le dejó muy en claro lo que significaba en su vida, y si continuaba en ella era por Kala y el lazo de amistad que había entre ambas. A pesar de su rechazo ella nunca se dio por vencida, se mantuvo cerca de él.

Kaled viajaba al lado de su hija, ella paso casi todo el trayendo aferrada a su brazo y durmiendo en su hombro, Nahila en el otro extremo de Kaled intentaba sostener una conversación con él, pero su cabeza estaba en otro lugar, y no había espacio para más nada o más nadie. <<Tu eres mi objetivo...llegaré a ti no lo dudes...>> Deseaba con todo su corazón poder encontrar a Alejandra y cuando eso sucediera Nahila tendría que salir de sus vidas definitivamente. Ella había sido paciente. Aguardaba por una oportunidad en el corazón de Kaled, pero él solo tenía cabeza para Alejandra, muchas veces ella quiso propiciar otro encuentro íntimo con él, sin consecuencias como le decía, tratando que el accediera a acostarse con ella, sin pedir nada a cambio solo pedía sus caricias y su compañía, pero él siempre le fue sincero, su corazón le pertenecía solo a ella, a Alejandra.

                                                                  ***

Sin saber lo que le depararía el futuro, con la llegada de Kaled a Hong Kong y tal vez en una especie de premonición, algo inquietaba el corazón de Alex, aquella noche tan especial y que sería propicia para expresarle como tanta veces, lo que ella significaba en su vida. Él intentaba una vez más que ella correspondiera a sus sentimientos. Bailaban la suave música, ella con un ceñido vestido de seda negro que él había elegido para ella, la miraba deslumbrado a la luz de las veladoras.

–Muero por perderme en tu boca, por escucharte decir que me quede contigo esta noche, muero por amarte hasta el amanecer y repetirte hasta el cansancio cuanto te amo– Debia hacer que se rompiera el hechizo y fui dura con él.

–Ya no puedo escucharte decir que me amas, no puedo corresponderte, porque yo amo a Kaled y en cualquier momento vendrá por mí– No podía dejar que se ilusionara más con eso, y sé que rayaba en el límite de la crueldad, pero no soportaba verlo sufrir al no poder corresponderle.

– Por favor cállate, no sabes lo que siento al escucharte decir eso. Había jurado no enamórame jamás y ya vez como estoy por tí. Siento celos de todo, hasta del aire que te rosa la piel ¿sabes porque? porque sé que no eres mía. Aunque mi corazón insista en decirme que si lo eres– Se le quiebra la voz mientras me habla, mi alma se estremece de solo verlo así, tan vulnerable e indefenso, había cambiado muchísimo; recuerdo cuando no manifestaba sus sentimientos y todo en él era un enigma. Hace una pausa y continúa

– Quisiera decirte que no me importas que no me dueles pero no es cierto, me importas tanto y me dueles profundo– Esta vez me hala más hacia su cuerpo haciendo que mi nariz choque con la curvatura de su cuello, llenado mis fosas nasales de la agradable fragancia de su fino perfume; sus brazos me rodean y me funden contra su pecho, siento como se encaja mi anatomía en la suya en un contacto, muy íntimo.

–Guarda silencio un momento y escúchame– Susurraba a mi oído sin soltarme. –Si yo quisiera en este instante te tomaría y te haría mía, he pagado por ti y como muchas veces lo hice por cualquier otra, solo que nunca entregue mi corazón a ninguna de ellas, en cambio contigo... Contigo es diferente porque estas dentro de mí, porque te amo, no sé ni cuándo, ni cómo paso, pero te amo mas que nada en el mundo– se separa un poco de mí soltando mi cintura y toma mis manos y las lleva posándolas sobre su rostro.

Eternamente tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora