Un gritó de desesperanza

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¡Comisario! He recibido una llamada de Alejandra- Kaled llegaba a la policía dispuesto averiguar sobre la llamada que hice en un momento de descuido, inmediatamente se avocaron a comprobar de donde se había hecho la llamada, unas horas más tarde el comisario le daba noticias desalentadoras a Kaled.

– Esa llamada salió de Hong Kong-

– ¿HONG KONG?- Grito Kaled.

– ¡NO PUEDE SER! – Gritó otra vez desesperado.

–Mediante el monitoreo satelital con equipos de alta tecnología se hizo el rastreo de la llamada, arrojando ese resultado fidedigno. Acotó el comisario

Un gritó de desesperanza salió de la garganta de Kaled, le parecía increíble que haya ido a parar allá.

– ¿Cómo puede ser posible esto?- Pregunta desorientado con un nudo en la garganta. Y el comisario lo interrumpe – Existe una hipostasis, que podría explicar por qué la hayan llevado tan lejos y esto dificulta nuestro trabajo, temo que no podemos hacer nada por ella, más que reportar el caso a Interpol para que ellos se ocupen, lo siento-

Con la garganta seca y con los sentimientos a flor de piel pregunta lo que imaginaba y que hubiese no querido escuchar.

– ¿De qué hipótesis habla usted?

– Trata de blancas- Un largo silencio ensombreció el momento, y sintiéndose vulnerable se dejó caer en una silla inclinándose hacia adelante con sus codos apoyados en las rodillas, cubría su rostro con las manos y esa ardiente sensación quemaba su pecho, dejando salir un gemido de dolor que no pudo ocultar, sintiéndose perdido y sin fuerzas las lágrimas de desesperación se apoderaron irremediablemente de él.

***

Aquella mañana desperté aturdida, la chica que se apodaba la gata llegaba muy temprano para llevarme a maquillar y a retocar el peinado, sin saber que había sido elegida entre un grupo de cinco chicas para viajar fuera del país. Me hicieron vestir con unos de los costosísimos trajes, colgados en el vestieer, un traje negro con guantes de cuero tacones muy altos. Un sombrero de ala ancha negro muy elegante y gafas oscuras conformaban mi sofisticado atuendo. ¿A dónde me llevan? pregunté desesperada a la chica.

– Anoche fuiste una de las elegidas, las fotos encantaron tanto que pagaron una fuerte suma de dinero por ti.

– ¿Fui vendida? Pregunte desesperada

– ¡Si!... Aquí está tu pasaporte con tu nuevo nombre, si haces algún esfuerzos por escapar serás eliminada, si pones en evidencia al personal de seguridad que te acompañara a distancia, antes, durante y después de aterrizar, morirán tus seres queridos, tu esposo e hija como por ejemplo, no importa la cantidad de dólares que pagaron por ti. Y recuerda los de este lado nunca pierden. Ella logró inquietarme

– ¿Como saben que tengo esposo e hija?-

– Nadie llega hasta aquí por casualidad, antes se investiga la procedencia, y ya basta de cháchara, tu avión sale a las cuatro de la tarde. Debes estar lista para las tres cuando te trasladen al aeropuerto.

–Estoy abrumada ¿Me das unos minutos? , por favor- Tras cerrar la puerta del baño apoye mi espalda y me deslice hasta el suelo, lloré desconsoladamente por espacio de veinte minutos, cuando ella tocó insistentemente la puerta.

–En un minuto salgo- Dije con la voz quebrada todavía. Ella me esperaba fuera del baño y extendiendo su mano hacia mí, me dijo.

–Aquí está tu pasaporte, familiarízate con tus nuevos datos- Dijo enarcando una ceja. Abrí el pasaporte mientras caminábamos hacia la habitación donde tomaría un desayuno para luego dirigirme a maquillaje. El nombre que se leía en el documento falso, era Sofía Carpenter, todo absolutamente todo lo que se leía en mi carnet de identificación y en el pasaporte era falso. Después de prepararme me hacían responder un cuestionario.

– ¿Cuál es tu nombre?

–Sofía Carpenter

– ¿Cuál es tu número de identificación? Y así sucesivamente se aseguraban que todos los datos estuvieran grabados en mi memoria.

Una limusina llego a recogerme, dos guardaespaldas siempre estuvieron cerca de mí, sin contar con los que mi vista no alcanzaba a ver y se mantenían a distancia, las gafas oscuras cuidaban que ningún tipo de mirada reveladora se me escapará, poniendo en peligro la organización de esas personas, todo estaba muy bien pensado.

Mi destino había sido comprado, y sin poder hacer nada por liberarme, subí al avión que llevaría a vivir el horror más grande de toda mi existencia y lejos muy lejos de mis dos más grandes amores Kala y Kaled...

Mi destino había sido comprado, y sin poder hacer nada por liberarme, subí al avión que llevaría a vivir el horror más grande de toda mi existencia y lejos muy lejos de mis dos más grandes amores Kala y Kaled

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