Kaled se recuperaba del accidente lo mantenían sedado para evitarle la ansiedad que le producía saber a su hija perdida, dos noches kala desaparecida y no se sabía nada de su paradero, amanecía en la ciudad de Nueva York, una mañana lluviosa complicaba las labores de búsqueda. Los niños abrazados tiritando de frio despertaron la curiosidad de una joven viajera que luego de observarlos largo rato desde la banca del lado decide acercarse.
-Hola pequeños, ¿Que hacen aquí? ¿Están perdidos? – Pregunta humedeciendo un pañito con el agua de una botella, mientras limpiaba la piel blanca del rostro de kala. La chiquilla llamó su atención, no le parecía una niña de la calle sus ropas y zapatos costosos le parecían que tal vez si estaba perdida.
– Que hermosa eres pequeña, ¿Cuál es tu nombre?– Dijo observándola muy detenidamente mientras pasaba el pañito por su rostro sucio, Kala la observaba con sus enormes ojos azules muy abiertos, pero no le respondía por timidez y entonces Noha hablo por ella.
–Se llama Kala y yo Noha y ella esta pérdida, pero no recuerda donde vive- dice el niño apartando el interés de la chica en Kala y centrándola en él. La chica entregándole el pañito, dejo que el niño limpiara su rostro y manos, y vuelca su mirada sobre Kala
– Pero alguna pista, de algo que recuerdes, un edificio, una plaza o algo que pueda servir– Dice la chica mirándola con interés de ayudarla a conseguir su casa. Kala se encogía de hombros tratando de darse calor, la chica percibe lo que necesitan y saca de su equipaje un impermeable con acolchado para el frió y lo coloca sobre los dos chicos para que les provea de calor, Kala le habla de lo que recuerda.
–Recuerdo un parque cerca de casa de mis abuelitos, donde iba con mami y Beatriz, pero no recuerdo como se llama– dice Kala tratando de concentrarse.
– Ok pequeña, dime que había en el parque que llamara tu atención, como por ejemplo una fuente o algo así– pregunta la chica tratando de saber a dónde llevarlos, iba a perder su tren pero quería ayudarlos a llegar a casa, se imaginaba como estarían de preocupados sus padres.
–Hay una heladería donde mi mami me compraba helados, está en la entrada del parque–
– ¿Recuerdas cómo se llama la heladería?
– No, pero si recuerdo que tenía una foto gigante de una niña comiendo un helado pegado en la vidriera–
– Listo, vamos a tomar un taxi– Dijo la chica tomando su maleta y saliendo con los niños de la estación.
La chica levantó el dedo índice para detener un taxi los niños se cubrían con el impermeable de la intensa llovizna, le chica pregunto al taxista si conocía un parque que tuviera una heladería en la entrada y que además tuviera las características que la niña describió.
El taxista asintió con la cabeza, luego de pensar por unos minutos, a medida que avanzaba hacia el parque Kala reconocía el lugar y ubico la calle donde vivían sus abuelos, apenas bajo del taxi, corrió hacia las puertas del edificio estaba feliz de estar en casa, la chica y el niño subieron con ella hasta el piso del apartamento, tocaron repetidas veces pero nadie salió, la niña fue a la puerta del frente pero Beatriz no estaba tampoco. Kala triste lloraba desconsolada, la chica se inclina a abrazarla.
Kala responde a su abrazo. Después mira a la niña a los ojos y Kala seca las lágrimas con las palmas de sus manitas. Verla tan triste la conmueve y la consuela –No te preocupes Kala pronto encontraremos la solución– Se incorpora llevando sus manos hacia su rostro
La chica estrujó sus ojos con sus manos tratando de pensar que hacer, entre sus opciones no estaba dejar a los niños en el edificio, y les propuso.
– Escuchen lo haremos niños, como no quiero dejarlos aquí solos, los llevare conmigo a casa les daré de comer se bañaran y lavare y secaré sus ropas, que está muy sucia y volveremos esta noche acá ¿les parece? –
Los niños asintieron y tomaron otro taxi hasta su apartamento. Estuvieron todo el día en casa de la chica que los aseo y les dio de comer y tomaron una larga siesta en una cómoda cama.
Antes de salir nuevamente les dio de comer estaban muy limpios y olían muy bien y salieron hacia el edificio de mis padres, ella miro su reloj en su muñeca casi eran las ocho de la noche, se imaginaba que para esa hora alguien estaría en casa. Y efectivamente al timbrar mi padre abrió la puerta, Kala dio un salto de alegría gritando – Abuelo... Abuelo– Mi padre no lo podía creer y con lágrimas en los ojos la abrazo, y llamó a gritos de alegría a mi madre para calmar su angustia con la buena noticia que Kala había aparecido. La chica y el niño fueron bien recibidos en casa, mi madre y mi padre estaban felices y abrazaban y besaban a kala y los tres lloraban de la emoción de tenerse unos a otros, luego de calmarse mi madre les preparaba chocolate caliente con pastel que había preparado para Kala con la esperanza que apareciera muy pronto. La chica narro la historia de cómo los había encontrado y el niño también contó parte de su odisea y de cómo había auxiliado y protegido a Kala durante todo ese tiempo que estuvo perdida. Mis padres se horrorizaron al saber que había niños viviendo bajo la ciudad y que Noha no era el único.
Mi padre y mi madre decidieron que el niño se quedara con ellos, mientras decidían que hacer para ayudarlo y para pensar que harían para ayudar a todos los niños que vivían en esas condiciones tan precarias en las alcantarillas de la ciudad.
Aquella noche todo fue alegría, Kala tomó el teléfono para hablar con su papi que aún permanecía en observación en la clínica. Kaled estaba loco por verla y abrazarla, aunque no se libraría de un castigo seguro, él solo lo animaba saber que estaba bien, sana y salva, y pidió a mis padres la llevaran con él en la mañana, junto con el niño que la había ayudado, Kaled llamo a todos para darles la buena noticia, su madre, Nahila los detectives, el comisario, todos se alegraron de saberla bien y reunida con sus abuelos... Todo era alegría en casa de sus abuelos porque Kala ya estaba nuevamente entre ellos.
Espero te haya gustado recuerda regalarme la estrella y seguir la historia...muchas gracias!
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Eternamente tuya
RomanceCuando el tiempo ni la distancia pueden contra un sentimiento tan fuerte, que hasta la maldad termina inclinándose en una reverencia ante el... SE PROHÍBE TODA ADAPTACIÓN O COPIA DE ESTA OBRA. REGISTRADA EN SAFE CREATIVE. asegurada bajo At...