El paisaje empezó a cambiar, cada vez había menos edificios, de menor altura y el paisaje era más y más verde, el hombre de confianza de Alex que en principio compartía conmigo la limusina se pasó al coche que trajo a Alex hasta nosotros y quedamos solos dentro de la cómoda y lujosísima limusina. En mi pensamiento solo había cabida para Kaled y mi hija. Guardaba la esperanza de verlos muy pronto. En cambio Alex tenía otros planes.
— Tengo tus miradas, tus caricias, tus susurros, tu risa. Me das la mano y lo tengo todo, el mundo a mis pies— y entrelazó los dedos de mi mano, no entendía el sentido de la frase que había escuchado de sus labios
Es irreconocible la expresión del rostro de Alex y me sobresalta y le suelto la mano. En un instante recuerdo todo lo que ha hecho por mí, y depongo mi actitud. Mis pensamientos vuelan al lado de Kaled pero solo un instante porque él enseguida me rodea la cintura con sus brazos y vuelvo a él. Me fue llevando hacia su pecho con suavidad, saque los tacones de mis pies doblando mis piernas sobre el suave cojín del asiento de la limusina, el sueño me fue venciendo. Despertaba en el hombro de Alex, recargada encima de su torso, su cabeza reposaba encima de la mía y sobre su regazo su mano aun sujetaba la mía.
La limusina giró por un pequeño camino en el que a duras penas cabían dos coches, en medio de la nada, rodeado de bosque, habíamos pasado la noche en carretera, el camino de piedras y la poca estabilidad de la limusina terminó de despertarme.
De repente vi por la ventana la primera señal de que aquello iba a merecer la pena, en un giro del camino divisé unos meandros de agua de color turquesa. Le pedí nos detuviéramos, quería estirarme además que las vistas eran hipnóticas. Fuera de la limusina hacía un calor de mil demonios, saque mi sobretodo y Alex me ayudaba arrastrándolo por mis brazos tras de mí, lo tomo observando el pronunciado escote en mi espalda, lamio de manera seductora sus labios, no llevaba el calzado adecuado (iba en tacones), y me aferre a su brazo para avanzar para admirar desde un mejor ángulo el singular paisaje, el calor me golpeaba con justicia, pero mirar aquello bien que merecía la pena.
Solo unos minutos nos quedamos allí teníamos que seguir el camino a la casa en la playa que pertenecía a Alex
Bajo el cielo azul y el inclemente sol y sobre la finísima arena, la más blanca que he visto nunca. Estaba la hermosa y moderna estructura de una casa con espacios al aire libre con una gigantesca piscina y de fondo la adornaban el mar por un lado y la montaña con sus picos frondosos de vegetación tropical por el otro. El paisaje paradisiaco, sin duda hermoso.
Alex venía muy poco sin embargo la conservaba por lo hermoso del lugar y lo relajante que era estar allí, la atendía una pareja que se encargaba de cuidarla y mantenerla en buen estado. Ella ama de llaves se ocupaba de la limpieza y elaborar la comida cuando Alex estaba en casa y él un jardinero que se ocupaba de los jardines a los alrededores y la piscina, compartiría con ellos y los dos escoltas que nos seguían desde anoche muy de cerca desde otro coche. La pareja nos esperaba fuera de la casa, los dos coches aparcaron en el estacionamiento, al bajar del coche sentí un impulso y seguí los deseos de mi corazón. Trate de relajarme, saque mis tacones dejándolos encima del borde de la calzada y camine descalza con los brazos abiertos por la extensa playa, todos se miraban asombrados con mi comportamiento tan extraño. El sol calentaba mi rostro al sostener la mirada hacia el cielo azul y ese olor a mar y a libertad tan agradables... Me sentía libre, Alex me miraba avanzar hacia el mar, soltó el moño de su corbata y se retiró su fina chaqueta de diseñador entregándola a las manos del ama de llaves quien curiosa lo observaba igual como hacían los otros, como se desprendía de sus cosas, despojándose de su reloj de oro así como de su billetera y sus zapatos de piel y medias, me seguía de cerca pero no me alcanzaba, caminaba despacio observando con detenimiento el profundo escote en mi espalda y mis movimientos al caminar, me miraba disfrutar del sol y de la brisa, los movimientos de mis brazos extendidos como las alas de un ave en el cielo, como si quisieran retener la brisa marina en las palmas de mis manos, me detuve en la orilla cuando las suaves olas mojaban mis pies descalzos, con la mirada en los cielos y aun con mis brazos extendidos cerré los ojos, y me deje llevar por el sonido relajante de las olas y aquel agradable olor cuando por detrás de mí le sentí sus manos como resbalaban por mi cintura, sacándome de golpe de mi mundo, miré hacia abajo y su manos acariciaban mi vientre buscándose y posicionándose una encima de la otra y casi por inercia cubrí sus manos con las mías, el besaba la curvatura de mi hombro con los ojos cerrados, cerré los ojos disfrutaba del húmedo beso en mi cuello, lo repetía con devoción haciendo sonidos que me trasportaban, solté un gemido al sentir sus manos deslizarse hacia mis senos, haciéndome volver en sí, de golpe.
Inmediatamente me solté de su agarre tomando sus manos de encima de mis senos y girando para verlo a los ojos.
—No Alex, no hagas eso— Le dije sobresaltada con la respiración agitada como sentía la de él
— Lo deseas tanto como yo— lo dice casi suplicando y tratando de tomarme a la fuerza por la cintura nuevamente.
Lo esquivo no deseo otro acercamiento igual, que me haga tambalear, no podía demostrar debilidad, que pudiera confundirlo. Y prosigo
— Yo amo a Kaled, perdóname no quiero last...— Hago silencio por un breve instante buscando en mi cabeza las palabras para no lastimarlo.
Mientras me cruzo de brazos y suelto un profundo suspiro.
Me miraba con hastió, era el momento que me escuchará, no había prórroga para ese sentimiento, era momento de dejar en claro nuestro sentimientos y lo que esperaba de la vida ahora que había salido de aquel cautiverio.
— ¿Qué piensas que siento cuando te veo? — Dijo, y una vez más la angustia se apodera de él
—Tengo deseos que no puedo controlar, quiero estar contigo, abrazarte, besarte, acariciarte, pero no me lo permites— lo veo temblar
— Puedo sentir como me deseas cuando me acerco, o vas a negar lo que he visto y sentido cuando estoy cerca de tí— avanza hacia mí y yo retrocedo.
— Esto está mal y lo sabes Alex— le replico
— ¿Quien dice que está mal? ¿Por qué está mal? ¿Acaso está mal amarte? Yo creo que no—
— Por Dios Alex, Kaled existe y es mi esposo, por que insiste en cerrarte a lo que es obvio—
— Obvio, dices ¿Qué es lo obvio? — lo dice furioso y acercándose de forma amenazante. Nunca antes lo vi perder el control de esa manera.
— Obvio es cuando siento tu cuerpo temblar cuando me acerco—
— Obvio es cuando siento tu respiración agitada después de tocarte—
— Obvio es cuando te beso, y tu respondes con intensidad—
— Obvio es cuando cierras los ojos al sentir mi boca buscando la tuya—
Me arme de mucha paciencia y tacto para poder explicarle sin herirlo el porqué de las respuestas de mi cuerpo a su contacto, pero que solo era eso, respuestas de piel, no del corazón.
Alex me escucho atento con disgusto pude notarlo, a veces con lágrimas queriendo salir pero finalmente decidió tomarlo con calma en cuanto intuyó la situación.
O al menos eso hizo creerme que aceptaría mis condiciones, cuando era otra cosa lo que pensaba hacer.
Me consolaba saber que la espera aquí seria breve, no deseaba más nada en el mundo que reunirme con Kala y Kaled. Y no quería ilusionarlo mas con lo que él pensaba era amor.
Kaled estuvo toda la noche indagando sobre mí, al comprobar que Alex había abandonado el casino y yo no estaba allí desde esa misma noche, le fue fácil deducir que Alex me había sacado de allí antes que ellos llegaran. Sufría al saberme cerca de Alex, moría imaginándolo tomarme a la fuerza. la furia y los celos lo consumían... Salió de allí con intención de denunciarlo como un secuestro pero al no estar seguro de nada, decide investigarlo en secreto con ayuda de los investigadores privados y acecharlo hasta cazarlo como animal, todo era cuestión de tiempo.
HOLA INTENSO ESTE CAPITULO ¿NO? VIENE CAPÍTULOS MUY INTERESANTE, MANTENTE PEGADA Y RECUERDA SEGUIR APOYANDO LA HISTORIA CON LAS ESTRELLAS....MUCHAS GRACIAS!
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Eternamente tuya
RomanceCuando el tiempo ni la distancia pueden contra un sentimiento tan fuerte, que hasta la maldad termina inclinándose en una reverencia ante el... SE PROHÍBE TODA ADAPTACIÓN O COPIA DE ESTA OBRA. REGISTRADA EN SAFE CREATIVE. asegurada bajo At...