El vuelo tardó más de doce horas en llegar, mi corazón estaba desecho, era como si hubiese vivido un duelo, el más doloroso que jamás experimenté, tal vez, era como vivir mi propia muerte, mi propia agonía, lejos de mis seres queridos.
Todo parecía gris en mi futuro, con los ojos hinchados de llorar, no despegue las gafas de mi rostro, bajaba del avión, unos de los guardaespalda me tomó del brazo para que avanzara junto a él, poco antes de alcanzar la puerta de salida una mujer muy hermosa, venía a recibirme, una coleta recogía su cabello rubio muy largo y liso, su traje negro dejaba ver su figura perfecta, sus grandes glúteos y sus pechos resaltaban de su escote, tal vez ayudada por muchas cirugías, su ingles con un acento muy marcado me hizo suponer que era británica, se dirigió conmigo al baño del aeropuerto y me hizo lavar la cara, para luego ella misma ayudarme a maquillar me pidió que colocara un labial rojo en los labios que sacó de su bolsa.
Siempre se dirigía a mi como una mercancía, diciendo cosas como "Eres una muy buena inversión" "vas a gustar tanto que en poco tiempo pagaras con creces lo que costaste" A ese punto estaba tan deprimida que no prestaba atención a su conversación, ya entendía que era un objeto sexual como eso fui vendida, mi cabeza era un torbellino, que podía hacer para escapar en un país extraño y que podían hacerle a mi hija o a Kaled si escapaba, mi corazón explotaba de tristeza, una limusina negra nos esperaba a la salida, me senté junto a la chica y de frente a nosotras los guardaespaldas, también con gafas oscuras me observaban, casi no presté atención a la enorme ciudad contaminada de ruido y humo, mi mente estaba en otro lugar.
Llegamos a lo que parecía un gran hotel-casino, no pude leer como se llamaba estaba escrito en japonés y no conocía el idioma, pronto llegaron a recibirnos otra mujer algo mayor de rasgos asiáticos, me daba la bienvenida en un inglés muy mal hablado. Otros caballeros asiáticos vestidos de negro nos rodearon, y casi inmediatamente me llevaron dentro, pasamos por un pasillo muy largo con varias puertas, entre a la que me indicaron, la mujer asiática llamó a otra jovencita que sería la encargada de mí. La chica era muy joven y no entendía nada de lo que decía, se comunicaba conmigo solo por señas, la habitación que me mostro, era mía, era amplia y hermosa, todo allí era lujosísimo y habían cámaras de seguridad por toda la habitación. En el baño también había cámaras, como podía descansar en un lugar así. Sin embargo aquella noche el cansancio me venció y logré dormir.
Al día siguiente un hombre muy gordo entraba a la habitación, era inglés y tras despertarme tocando mi hombro me hablo, salté asustada.
– Tranquila no pasa nada, eres muy hermosa- Dijo sentándose en la cama, – hoy vendrá uno de nuestro inversionistas mayoritarios, tienes que portarte muy bien, pronto vendrán arreglarte para recibirlo, lo único que tienes que hacer es complacerlo en todo lo que te pida y si hay alguna queja de su parte, no querrás saber qué consecuencias abran para ti. Lo vi salir de la habitación con un andar pausado muy lento. Y me guiño un ojo antes de irse.
Tenía a mi disposición como diez personas arreglándome me sirvieron un gran desayuno, apenas lo probé esa sensación de vacío en mi estómago no me dejaba en paz. Me maquillaron y me arreglaron de pies a cabeza una lencería negra trasparente me obligaron a usar y tacones negros punta de aguja y una bata de seda negra muy cortita encima, cubrieron mis ojos con un antifaz y me llevaron a una habitación que quedaba en el mismo edificio subimos por un ascensor para llegar hasta allí, imagino que se cuidaban de que no conociera el edificio.
Al llegar a la puerta, mi corazón empezó a latir con fuerza, retiraron el antifaz de mi rostro, la puerta se abrió y un hombre muy mayor con sobre peso con su cabello blanco y largo agarrado en una coleta y una barba candado, me esperaba desnudo sentado en la cama. Entre con el horror y el terror reflejado en mi rostro no aseguré la puerta, solo quería una oportunidad para escapar, nadie lo notó, todos se habían retirado. De reojo miré a mi alrededor, la habitación era impresionante, un televisor con una enorme pantalla colgaba del techo frente a la enorme cama, espejos decoraban el techo y las paredes de la habitación y en los pisos alfombra roja, todo allí era lujosísimo, y me sentí como uno de esos objetos costosísimos de la habitación. Allí había ropa muy provocativa y perfumes y un sinfín de juguetes eróticos, estaba asustada, no quería vivir esa pesadilla. Se levantó de la cama vi como su panza le colgaba y caminaba hacia mí con una expresión de depravado en el rostro y sus manos extendida para atraparme. Sin pensarlo me di la vuelta abrí la puerta y salí de la habitación, saque los tacones de mis pies y los deje tirados, corrí como loca por el largo pasillo cuando fui sorprendida por alguien que tropecé, cayendo a sus pies. Con los ojos llenos de lágrimas y aferrada a sus piernas le suplicaba ayuda.
No me había fijado quien era, hasta que levantó mi rostro hacia él, mis ojos se cruzaron con los ojos de aquel hombre tan parecido a Kaled, que me quedé estática frente a él.
Pronto llegaron los hombres de seguridad, e intentaron tomarme a la fuerza cuando él me levantó del piso y me giro colocándome detrás de él.
Hablaba perfectamente el inglés y con fuerza les ordenó.
– No la toquen, yo me haré cargo- Con su mano tras su cuerpo sujetaba la mía. Pude ver la chica que lo acompañaba justo tras de mí.
– Pagaré por ella, y si tengo que cancelar lo que se debe por el abandono de su puesto, lo asumo- Sentí alivio, él me estaba protegiendo.
– La llevaré a mi habitación y cedo a esta chica a cambio de ella- Sentí que me había liberado de un infierno para caer en otro. Él estaba negociando de la manera más cruel, una a cambio de la otra. La miré por un instante era una mujer morena, de cabello largo y muy rizado, quizás era lo más bonito que tenía, me miró con rabia, al parecer le molestaba el cambio que él hacía y no la culpo aquel señor era viejo y asqueroso, y este era joven y muy apuesto, por supuesto que me odió. Pero yo no quería ni este, ni ningún otro, solo quería escapar de allí. Despertar de esta horrible pesadilla.
ESPERO TE HAYA GUSTADO ESTE CAPITULO Y RECUERDA REGALARME LA ESTRELLA...GRACIAS!
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Eternamente tuya
RomanceCuando el tiempo ni la distancia pueden contra un sentimiento tan fuerte, que hasta la maldad termina inclinándose en una reverencia ante el... SE PROHÍBE TODA ADAPTACIÓN O COPIA DE ESTA OBRA. REGISTRADA EN SAFE CREATIVE. asegurada bajo At...