Eternamente tuya

Una mala decisión

NOTA DE AUTORA

Este capitulo esta dedicado a EryMilatich por el apoyo incondicional a la primera parte de esta novela LA BELLA LA FEA Y EL PRÍNCIPE y ahora  en ETERNAMENTE TUYA... mil gracias desde el fondo de mi corazón...

Sin mas que agregar disfruten de la lectura...

                                                      ***

Al salir Robert de mi oficina, recargo mi espalda a la puerta cerrada, mi respiración agitada y mi corazón exaltado, casi me llevan a un colapso, pienso en lo demente que está, y el daño que pudiera llegar hacerme si no hago algo, y aterrada no acudo a kaled sino a Alex, que es su amigo y quien lo recomendó, confiando que sabría que hacer... levanto la bocina del teléfono e intento calmarme antes de marcar...

— ¿Alex? hola, es Alejandra —

— ¡Alejandra! — grita con asombro y emocionado

—Si Alex, necesito que nos veamos lo más pronto posible— nota la desesperación en mi voz

—Claro, ¿quieres que valla a tu oficina? —

—No. aquí no, dame la dirección de tu oficina, iré ahora mismo para allá— me dicta la dirección y la anoto en una pagina de mi agenda

Y con un tono de angustia, me pregunta— ¿Que pasa Alejandra? me estas preocupando—

—Allá te cuento, voy saliendo, te llamo al llegar— Alex se quedó pensativo, no se imaginaba que sucedía.

Kaled y Robert seguían reunidos en la sala de juntas con el cliente, le deje un mensaje con Laura, que iría a una reunión de trabajo. Y tome solo mi cartera y deje el portafolio, nunca dejaba mi portafolio cuando iba a alguna reunión de trabajo, allí llevaba mi herramienta más importante, mi laptop personal...

Salí presurosa y tome un taxi...

Alex manejaba varias empresas que tenía en Hong Kong desde aquí, lo único que sabía de la empresa que había emprendido residenciado aquí, era sobre consultas aduaneras, que ayudaba a las empresas chinas a exportar y vender en los Estados Unidos se llamaba Export USA. Era una sociedad de consultoría con sede en New York. Era un hombre muy hábil para los negocios, era multimillonario a pesar de ser tan joven, Kenia podría trabajar perfectamente con él, pero en el fondo sabía que era una excusa de él, para acercarse a mí.

Llegó rápidamente a su oficina, quedaba muy cerca de la nuestra, desciendo del taxi mirando la maravillosa estructura del edificio, era hermosa, sabía que había adquirido este edificio como sede para manejar sus negocios. Subo por el ascensor tan lujoso como el edificio, le aviso por un mensaje de texto que estoy llegando y sale a recibirme a recepción.

Está justo en la entrada esperándome, ansioso me abre las finas puertas de cristal y me planta un cálido beso en la mejilla, muy cerca de la comisura de mis labios, en sus ojos veo el profundo amor que me tiene. — Hola Alejandra, bienvenida a mi oficina— y me toma por el brazo llevándome hacia su oficina, pero antes le dice a su empleada de la recepción que nos lleve café con crema, sabía que me encantaba tomarlo así...

Su oficina es hermosa, tan grande como la mía pero más majestuosa, con una impresionante vista panorámica que va desde el piso hasta el techo, muestra los otros rascacielos de la ciudad. Hay mucha luz proveniente del exterior, me acerco para admirar la ciudad desde allí. Y me encojo de brazos al mirar tan impresionante vista., él me mira con detenimiento, detallando cada parte de mi cuerpo de arriba hacia abajo, mi cabello castaño cae en cascada sobre mi espalda, mi vestido de seda verde oscuro se moldeaba perfecto sobre las líneas de mi cuerpo y mis piernas bien torneadas le parecían hermosas, su mirada me recorría hasta mis pies deteniéndose a observar los altísimos tacones negros, punta de aguja que traía puestos y que levantaban los músculos de mi pantorrilla de una forma sexy— ¡que hermosa estas Alejandra!— expresó maravillado, volteo para verlo y le dedico una sonrisa a labios cerrados...