Han pasado varias semanas, ahora un poco más tranquilos con la noticia del embarazo de Samira.
Nuestros planes de boda seguían en pie, la Sra. Amira viajó a Pakistan para verse con Samira, tenían que planificar como llevar hasta el final la mentira de su embarazo.
Se tomó fotos con ella con vestidos premamá donde se podía ver su pansa falsa, y con astucia traía consigo las papeletas de ecos de embarazo de otra mujer, que cambiándole el nombre con ayuda de una amiga ginecóloga suya, que mediante sobornos se prestó para tan vil mentira. Harían creer a Kaled que todo iba bien con su embarazo.
Mientras aquí se organizaba otro plan malévolo con peores consecuencias.
Pagando una fuerte suma de dinero contrato un actor de teatro para que me cortejara, era un hombre encantador, muy atractivo pero sin escrúpulos y oportunista. Nos haría mucho daño.
Un día de semana muy temprano en la mañana Kaled me dejaba frente a la oficina, luego de llevar a Kala a la guarderia...
Frente al kiosko de flores muy cerca de la entrada al edificio me abordaba un hombre muy bien vestido y con un tono de voz seductor dijo.
-Disculpe señorita, busco la oficina de consultores jurídicos Gamble & Asociados.
-Si, aquí está la entrada al edificio yo trabajo para la firma. dije señalando la entrada.
-¿Seria molestia si subo con usted?
- No. Claro que no. Y subimos juntos.
El no dejaba de mirarme, subíamos solos en el ascensor, yo miraba con insistencia hacia arriba, el recorrido de las luces por cada piso. Su mirada me ponía nerviosa.
-¿Usted es abogada?
-Sí, abogada penalista.
-Qué bueno, tengo un problema muy fuerte y tal vez pueda ayudarme.
Extendió su mano hacia mí.
-Dave Collins, encantado. Con una mirada sugestiva que no me gustó.
-Mucho gusto, soy Alejandra Miller de Abad. No quería le quedaran dudas que estaba casada.
El plan de la Sra. Amira estaba muy bien estudiado, este hombre se convertiría en mi cliente, el contacto con él, sería casi diario, eso facilitaría su acercamiento a mí. Involucraron a otro hombre que estaba preso y supuestamente era hermano de Sr. Collins, acusado de fraude a quien yo debía defender. Y asumí el caso.
En la oficina me exponía el caso y yo con interés me involucré en la defensa de aquel hombre, que iría a conocer en su compañía a la cárcel. La perturbadora sensación que sentía al principio con él se fue desvaneciendo. Supongo que sabía que no llegaría por ese camino a nada conmigo y que podría abandonar el caso.
Aquella noche le comenté a Kaled del nuevo reto que asumiría pero no comente de la actitud extraña de aquel hombre hacia mí. Como lamenté después no habérselo dicho.
Me puse un traje de pantalón azul oscuro y recogí mi cabello en un moño, hoy asistiría con el Sr. Collins a la cárcel a visitar a su hermano, mi cliente.
Llegaba a la oficina y él estaba allí, era un hombre alto más o menos de la estatura de Kaled, hombros anchos, se notaba que hacia ejercicios, con un mentón amplio y pómulos definidos parecía más modelo que actor.
-Buenos días doctora Alejandra. Me recibía con un apretón de manos.
-Buen día Sr. Collins, pase a mi oficina por favor.
Ya todo estaba listo, tomando mi bolso y el portafolio con toda la información sobre mi cliente, nos dirigimos a buscar el coche del Sr. Collins, aparcado frente al edificio.
Estacionaba el coche y el Sr. Collins se apresura abrir mi puerta, me recordó las galanterías de Kaled.
Conocía a mi cliente, era un hombre joven de aspecto elegante como el Sr. Collins, tenían apariencia de tener dinero. Estuve haciéndole muchas preguntas, como aquel primer encuentro vinieron muchísimos más. Lo que yo no sabía, era que había un investigador privado contratado por la Sra. Amira, supuestamente para que me descubriera haciendo algo indebido con él. Tomaba fotos de todos mis movimientos.
A medida que pasaba el tiempo nos conocíamos más, le cercanía nos llevó a llamarnos por nuestros nombres.
Un día estando en la casa llamó a mi teléfono. Ya íbamos a dormir y estaba en el vestier, así que le pedí a Kaled que tomara la llamada, pensando que era mi madre. Kaled miro la pantalla que decía Sr. Collins, al querer responder se cortó la llamada. Entonces entró un mensaje que decía:
-Buenas noches Alejandra, disculpa la hora, podría verte mañana en tu oficina-
Llamo la atención de Kaled y también la mía ¿Porque llamaba a esa hora a mi casa?
Ya había hablado a Kaled en varias oportunidades de este caso, por lo que no le dio mucha importancia a la llamada.
Han pasado casi dos meses y Sucesos extraños empezaron a suceder, recibía llamadas fuera del horario de oficina, o me enviaba mensajes doble sentido como para confundirme. Y por más que le explicaba que no lo hiciera. No dejó de hacerlo. Explicando que era nervioso y compulsivo que estaba bajo tratamiento y que solo me pedía que lo tranquilizara cuando me llamara, todo era muy extraño pero no me imagine nunca que la Sra. Amira tuviera que ver.
Kaled, que casi siempre estaba conmigo cuando recibía estos mensajes, pronto comenzó a alertarse.
-¿Pasa algo mi amor? ¿Porque este cliente te llama o envía mensajes a esta hora?
-No pasa nada cielo. Se acerca el juicio y me imagino que está un poco nervioso, no te preocupes.
He debido contarle. Pero no quise agobiarlo con problemas laborales.
Pronto llegarían nuevos problemas... que me pondrían en la mira de todos...
Hola mil disculpas por la tardanza en subir el capítulo, pero estoy por subir un proyecto nuevo que esta buenísimo y me ha quitado tiempo. por lo pronto no te olvides votar y seguir esta historia. Gracias!
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Eternamente tuya
RomanceCuando el tiempo ni la distancia pueden contra un sentimiento tan fuerte, que hasta la maldad termina inclinándose en una reverencia ante el... SE PROHÍBE TODA ADAPTACIÓN O COPIA DE ESTA OBRA. REGISTRADA EN SAFE CREATIVE. asegurada bajo At...