"Si yo pudiera darte una cosa en la vida
me gustaría darte la capacidad de verte a ti mismo a través de mis ojos,
solo entonces te darás cuenta de lo especial que eres para mí" .
-Frida Kahlo
Ya casi eran las dos de la tarde ya habíamos terminado de comer, y como un equipo recogimos, dejando todo impecable, nos recostamos juntos en el sofá a esperar; mi espalda reposaba sobre su pecho y mi cabeza encima de su hombro; mi nariz captaba su delicioso olor; su perfume impregnado, todavía en su ropa, me envolvía llenando por completo mis fosas nasales, me daba besos cortos en la mejilla y mis manos se entrelazaban con las de él, queriendo retener las horas del reloj para hacer de ese momento, eterno, el amor se sentía en cada rincón de aquella sala.
-¿Porque no te casas conmigo y volvemos a vivir juntos, es que lo deseo tanto, mi amor?- Kaled volvía a tocar el tema que ya habíamos hablado e insistía en repetir.
-Cielo, sabes cuánto deseo casarme y vivir nuevamente contigo, pero no soportaría pasar por otra prueba-
-Alejandra- Esta vez él me impulsaba a levantarme de su pecho y volviéndome hacia él, tomaba mi rostro entre sus mano para encararme y preguntarme otra vez - ¿Acaso, sabes algo que yo no sé?- Me preguntó fijando sus hermosos ojos azules en los míos.
-Ambos nos enteraremos de muchas cosas, solo te pido paciencia, hagamos las cosas bien- Me recosté de frente en la curvatura de su hombro, tratando que desistiera del tema
-Tengo urgencia de dormir y despertar todas las mañanas con mi familia, de besar todos los días a mi hija y a mi mujer, puedes comprender lo solo que me siento sin ustedes- levante la mirada al escuchar su voz quebrarse y al mirar sus ojos húmedos mi corazón se estremeció, llevando a los míos a humedecerse también, sus palabras tocaron mi alma y lo bese con ternura, quería con ese beso calmar un poco su dolor.
-Solo un poco de tiempo mi amor, y ya podremos estar juntos, confía en mi- Le decía mientras besaba sus ojos tristes.
-Vamos de viaje este fin de semana- Me proponía Kaled -Vamos con Kala a la playa-
Como explicarle que Kala no podía vernos juntos, y como explicar que su madre no debía enterarse aún, que habíamos vuelto, todo se complicaba, yo podía entender de su deseo pero él no sabía la razón para esperar.
Trataba de pensar rápido que excusa podía decir en cuanto a no salir con Kala, me dolía tener que excluir a nuestra hija, pero se me hacía necesario, y mientras menos supiera la Sra. Amira de mí o de nuestra relación, todo sería más fácil, eso y que tenía miedo que pudiera tentar contra mi vida, porque yo sabía de lo que ella era capaz de hacer si me sabia cerca de su hijo nuevamente.
-Mi amor Kala tiene una fiesta de uno de sus amigos de colegio este fin de semana y mi madre la llevará, así que iremos solo tú y yo- No me gustaba mentir pero no podía arriesgarme a perder el control de la situación con la Sra. Amira, sin embargo el comprendió. Él se encargaría de buscar el lugar a donde iríamos el fin de semana y de reservar los boletos aéreos y la habitación del hotel donde nos hospedaríamos. Me agradaba la idea de estar juntos, así fueran solo por dos días pero teníamos que ser cautelosos y precavidos, nadie ni siquiera mis padres podían enterarse lo que estaba sucediendo hasta que todo fuera aclarado y la Sra. Amira fuera descubierta.
Me abrazaba a su cuello aun en el sofá, cuando puntual el investigador privado timbraba a la puerta.
Kaled me daba un último beso en los labios antes de abrirle, me levanté presurosa a preparar un poco de café para servirnos tres tazas para escuchar lo que tenía que decirnos. Luego de saludarlo Kaled lo guio hasta la mesa del comedor, yo serbia las tres tazas y me senté a escuchar, y sus primeras palabras me entristecieron era decepcionante.
-Lamento no ser más conciso en mis respuestas pero aun no llegó a la persona que esta de detrás de todo esto, fui a la cárcel lo único que parece ser cierto en todo este caso, es el nombre del preso, por lo demás todo es falso. Kaled y yo nos miramos él lucia más sorprendido que yo, pues, eso yo lo suponía. Le escuchábamos atentos.
-el señor Dave Collins no existe, el preso se llama Evans Collins efectivamente, pero no tiene ningún hermano llamado así, el mismo dijo no conocer a nadie con ese nombre, lamento estar en el mismo punto de partida pero no tengo nada más por ahora para ofrecerles.
Era decepcionante estar en este punto, tendríamos que seguir investigando hasta dar con la mano maquiavélica de la Sra. Amira que estoy segura era ella la autora intelectual de todo este fraude.
Kaled me pidió perdón allí frente al investigador privado tomaba mi mano y la besaba y me decía que sentía no haber confiado en mí. Yo le acaricie el rostro aceptando sus disculpas, que aunque me habían dolido en el alma, yo lo amaba y eso era lo único que me importaba.
-Continuaré investigando, si tienen algo que me sirva, algo que recuerden de ese hombre, una dirección, una nota que les haya entregado algo que me sirva de punto de partida.
Deseaba mencionar a la Sra. Amira quería que comenzara por allí, pero no me atreví, frente a Kaled jamás lo haría.
-Por favor deme su número de teléfono- le pedí, tenía un plan –Si recuerdo algo, prometo llamarlo. Era un inicio... Sé que por ella llegaríamos al señor Dave Collins o como se llame.
ESPERO TE HAYA LLEGADO AL CORAZÓN Y TE DE POR REGALARME TU ESTRELLA Y POSAR ABAJO TU COMENTARIO.. Y RECUERDA SIGUE LA HISTORIA...
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Eternamente tuya
RomanceCuando el tiempo ni la distancia pueden contra un sentimiento tan fuerte, que hasta la maldad termina inclinándose en una reverencia ante el... SE PROHÍBE TODA ADAPTACIÓN O COPIA DE ESTA OBRA. REGISTRADA EN SAFE CREATIVE. asegurada bajo At...