Capítulo III

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(Lucy)

-Lucy-me susurra alguien.

-5 minutos más mamá-le digo a la voz y me volteo.

-¿Qué?-suelta una carcajada- ¿Desde cuando tengo una hija?

-¿Justin?-le digo todavía en los efecto del sueño.

-El mismo, vivito y coleando.

-¿Qué quieres?-me quejo cuando la luz del sol llega directamente a mis ojos.

-Tengo una pelea en 30 minutos-me dice sin ganas.

-¿Me vas a dejar sola?-me volteo y le hago puchero.

-No pienso llevarte, estas muy cansada, duerme, llegare cuando despiertes-me acaricia suavemente el pelo.

-Esta bien-digo en susurro

-No tardare mucho-deja de acariciar mi pelo- Nos vemos- besa mi frente y lo siento levantarse.

-Cuídate.

Justin toma un bolso y hace su recorrido hasta la puerta principal.
Las peleas eran su distracción, era el momento en que podía descargar toda su rabia en una persona, todavía podía ver a un niño de 11 años entrenado como condenado. Era bueno, lo he acompañado a cada una de sus pelas, según el soy su amuleto de la suerte.

Le tenían un apodo "El indestructible" era algo gracioso o creo que para mi lo era, ya que todos tenemos nuestro punto débil pero Justin en el ring parecía no tenerlo, nunca se rendía y siempre salía ganando.
Tenía admiradores, tanto hombres como mujeres, además ganaba bastante dinero por dar alguno golpes.

Justin era grandioso, no podía describirlo con otra palabra, muchos pensaban que era su novia ya que siempre estaba apegada a él pero lamentablemente tenía a Austin, mi, se le puede decir "novio".
Novio que Justin odiaba y creo que los dos lo hacían, a los 12 años lo conocí, Austin era un amor pero mi mejor amigo le gustaba la idea de compartirme con alguien.

Después de miles de intentos para que mi sueño volviera, rendida me levanto y me pongo una polera de Justin, camino hacia la cocina, mi cuerpo pide a gritos comidas así que me preparo unas tostadas con mantequilla y las acompaño con un rico té.

Al terminar mi desayuno veo la hora, tres de la tarde, Justin había salido hace dos horas,  ¿Qué es temprano para él? Aburrida de esperarlo, decido ordenar algunas cosas que quedan y hacer la cama, estaba apunto de ordenar los libros pero mi celular me frena, mira la pantalla, "Vale"

-Alo?

-Hola Lucy ¿cómo estas?-me dice mi amiga.

-Hola, estoy bien ¿y tú?

-Bien-me responde- ¿qué tal la mudanza?

-Algo agotadora, pero no me quejo.

-Todavía no entiendo como decidiste mudarte con esa cosa, es un todo rompe bragas.

-No trates así a Justin-la regaño y ella ríe, joder no sé porque se odiaban tanto.

-Aw-dice burlona- Si defiendo a su rompes bragas.

-Claro, si es mi bebé

-Ah claro- suena molestas - y no hay ni un poco de amor para esta pobre chica.

-Tú y tus putos celos de amiga, pareces mi novia.

-Lucy, es que no puedo negarlo ¿Te casarías conmigo?

-Ay dios mío Valentina, eres un chiste-me río

-Tomare eso como un no, debo informarte que haz roto este corazón-no podía parar de reírme así que no contente.

-Lucy...

-Lo siento, me estaba riendo.

-Me da miedo cuando te ríen en mute pero bueno te llamaba para saber si tienes algo que hacer hoy, estoy aburrida.

-Estaba a punto de ordenar mis libros y...

-Tú y tus putos libros-me corta.

-Oye deja a mis bebés tranquilos.

-Ella, la que tiene bebés.

-Déjame-le digo en un tono chistoso.

-Bueno, iré a ayudarte.

-No creo que sea buena idea, tu sabes que esta Justin.

-¿Y a mi qué? mira mi cara de preocupación.

-Vale no puedo mirar tu cara, estamos por celular.

-Es un decir Lucy.

-Ya solo ven.

-Tampoco te iba pedir permiso para ir a tu casa.

-Te veo en un rato, Bad Girl

-Nos vemos santa.

Al terminar la llamada siento en sonido de la puerta, salgo de la habitación hacia la entra y veo a Justin, su ojo estaba hinchado, su mejilla estaba morada, su labio estaba totalmente destruido, llevo mi mano hacia mi boca para no soltar un grito, ¿Qué mierda?

-¿Qué te paso?-le pregunto y lo hago sentarse en el sillón.

-No me podía concentrar-dice enojado-Pensé que estabas, te busque como loco y cuando ya estaba en el piso recordé que no estabas-Tira de su pelo con frustración.

-Tranquilo-tomo su mano que aferra su cabello y la entrelazo con la mía-Pude haberte acompañado.

-Estabas tan cansada.

-Ya, no importa, por último estas vivo, iré por algo para curarte-me levanto pero en sujeta mi mano.

-No te preocupes, estoy bien-me regala una sonrisa y bufo, maldito terco.

-¿Qué no me preocupe? estas hecho mierda Justin, déjame curarte-parece procesar y sonríe.

-Anda-suelta mi mano y le doy un beso en la mejilla.

Voy hacia al baño para sacar en botiquín de emergencia, lo curo con delicadeza.

-Tu cara de concentración- se burla Justin y suelta una carcajada.

-Es mejor que cierres la boca si no quieres que agregue un golpe más a tu cara- le digo enojada.

-Oye tranquila yo solo...- el timbre nos interrumpe.

-Iré abrir-le digo, abro la puerta y Vale me abraza rápidamente.

-No sabes como te he extrañado- su abrazo se hace más fuerte, dejándome sin respirar - ¿Puedo pasar? - me pregunta.

-No, sabes que, mejor quédate afuera-bromeo

-Ja ja ja- dice sin ganas - Muy chistosa.

-Entra- No lo duda y entra como en su casa, se detiene en el pasillo y mira  Justin que parecía sumergido en sus pensamiento.

-Ha llegado tu peor pesadilla- dice fuerte llamando la atención de el chico que parecía navegar en su mente.

Enamorado de mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora