Cap 14. Telarañas de emociones

4.1K 453 835
                                    


La muchedumbre cada vez se apretujaba en el lugar, pero todos ellos eran opacados de la vista del esqueleto mayor, el cual sólo prestaba atención a lo que tenía al frente con una mirada estupefacta ante lo que se le estaba presentando.

Portando un vestido muy similar a la vestimenta de la arácnida, pero con detalles que resaltaban de la dueña y un moño grande de lo más adorable adornando su cabeza y otro en su pecho, posaba con gran entusiasmo para atraer a los clientes hacia la caja registradora que atendía la araña con gran regocijo.

Era tan adorable ese vestido.

Esa energía tan contagiosa.

Era tan...

Tan...

-¿Papyrus?

-SALUDOS, HERMANO.

El menor de los esqueletos se apartó un poco de su puesto para acercarse a su hermano completamente sonriente en sus actividades. Sans estaba desconcertado al seguir viendo a su hermano con un vestido demasiado femenino.

Un conejo se había acercado para entregarle de rápido una hoja doblada y acto seguido había realizado una seña al estilo "llámame" antes de irse.

-¡WOWIE! ¿QUIÉN DIRÍA QUE LO QUE NECESITABA PARA HACER AMIGOS ERA PONERME UN VESTIDO?

-Ehmmm... hermanito, te tengo noticias –susurró por lo bajo –Mejor explícame qué es lo que estás haciendo.

-ESTAMOS AYUDANDO A LA ARAÑA A TENER VENTAS.

-¿Y llevar ese vestido es por...?

-ES EL UNIFORME OFICIAL.

-¿Y quién lo lleva eres tú por...?

-SI LO IBA A LLEVAR LA HUMANA, ¿POR QUÉ YO NO?

-No puedo contra esa lógica tan aplastante.

-LO SÉ. SOY UN GENIO.

Sans rio finalmente por todo lo que estaba pasando y se retiró para instalarse en su puesto de trabajo, el cual no tenía ningún cliente debido a la fama de su nuevo vecino. En vez de preocuparse, se alegraba de que fuera así para poder dormir tranquilamente sin que nadie le molestara.

Desconocía si habían pasado minutos u horas desde que se había dormido, pero una voz lo sacó de su profundo sueño con algo de insistencia.

-Un hot dog, por favor.

Abrió una cuenca lentamente, negándose de alguna manera el despertar realmente, pero ante lo que tenía delante de él sin duda lo hizo abrir sus cuencas de golpe instintivamente. La humana le sonreía en espera de que le atendiera. En efecto, portaba el mismo vestido que Papyrus, sólo que había una gran diferencia.

Que a ella realmente se le veía bien.

-He... ¿Acaso ya te hartaste de lo dulce?

-En realidad no he comido nada –rio un tanto apenada de reconocerlo –Si mi madre se entera de eso, me mataría.

Entendió por qué había causado tanta conmoción con tantos monstruos. Sus gestos bastante expresivos con su entusiasmo junto con la vestimenta que portaba, le daban un aire de lo más encantador; y siendo una humana incluso eso podría tomarse como exótico.

Sans le entregó su pedido y recibió de su parte la paga.

-Gracias. –Se le notaba que realmente tenía hambre al estar tan contenta con el hot dog. Se le acercó un poco más al esqueleto y susurró –Una disculpa por todo esto, sé que te está afectando.

Osado corazón (Undertale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora