Frisk volvió a recuperar la vista tras el momento en que las enredaderas le habían permitido el poder observar en dónde se encontraba. Había sabido de antemano que una vez capturada y completamente envuelta en las densas ramas, había sido trasladada por la flor a una dirección imposible de descifrar para la humana.
Una vez que pudo analizar su entorno, no le quedó duda de que se encontraba en el verdadero laboratorio.
La pregunta era... ¿por qué?
-¡Howdy!
Frisk miró hacia abajo, encontrándose con la sonriente flor. Notó que sus extremidades las tenía todavía amarradas, pese a tener un poco más de movimiento a comparación de su primera captura.
-Ya veo que conoces este lugar.
-¿Qué es lo que verdaderamente pretendes, Flowey? –Intentó sonar tranquila, pero lo cierto es que estaba un tanto inquieta ante la incertidumbre.
-Ya te lo dije –entonó una risueña risa, como si la plática fuera de lo más inocente –Te haré recordar que todo es un simple juego.
-Agradecería que fueras más específico.
-¿Y quitarle toda la diversión? –rio malévolamente. –No te gusta ser el juguete ahora ¿verdad?
Unos pasos indicaron que alguien se acercaba a la habitación. La humana imploraba que se tratara de alguien que pudiera ayudarla. Tal fue su sorpresa de notar quién era.
-F-flowey... -La científica llevaba en un carrito el resto de las almas humanas, con la cabeza gacha y entonando casi un susurro –E... está todo l-listo...
-¡Oh, bien! –Sonrió Flowey –Justo a tiempo.
Alphys levantó un poco la cabeza, pero en cuanto se percató que se encontraba Frisk ahí, inmediatamente la bajó temblando por completo.
-Pero qué modales son esos, doctora –se burló la flor -¿Así es como saludas a tu amiga?
-¿Qué le estás haciendo, Flowey? –reprochó la humana.
-Le estoy ayudando a corregir todos sus errores ¿No es así?
Se dirigió hacia la científica, disfrutando por completo de hacerla sufrir. Alphys no comentó nada, simplemente se quedó ahí temblando cada vez más fuerte y sin poder contenerse. Sea lo que sea que estaba pasando, no implicaba nada bueno.
Frisk analizó sus posibilidades, pero por más que buscaba una salida, un arma, lo que fuera, la flor se había asegurado de que no tuviera absolutamente nada cerca. La conocía demasiado bien para saber que podía librarse de cualquier obstáculo con lo que sea en sus manos y su determinación.
Flowey se dirigió hacia los contenedores, sonriéndoles maliciosamente.
-Flowey... ¿en algún momento piensas explicarme lo que sea? –comenzaba a impacientarse.
-Esperar no es precisamente lo tuyo ¿cierto? –Gruñó y volvió a apartarse de los contenedores, mientras le indicaba a la científica que los llevara a una esquina –Ya que insistes... ¿sabías que las amalgamas y yo tenemos algo en común?
-¿Qué...?
-Alphys me lo explicó –continuó interrumpiéndole e ignorándole por completo –La determinación que fue usado en nosotros proviene de una misma alma humana. Curioso y sorprendente ¿no?
No entendiendo del todo hacia dónde quería llegar con esa información, la humana dejó que continuara sin emplear ruido ni expresión alguna.
-Aunque haya pasado mucho tiempo, la determinación de esa alma era tan poderosa que aún persiste en seguir en este mundo. Incluso aún no se había terminado de usar todo lo que le habían extraído... claro, hasta que yo pedí que me pusieran toda la que quedaba.
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Osado corazón (Undertale)
Fiksi PenggemarFrisk está harta de lo mismo una y otra vez, por lo que decide hacer lo correcto para salvar a todos. No contaba con la nueva ruta que surgiría ante su decisión. *Ganadora del segundo lugar en AwardsTale2020, en la categoría Undertale*