Habían transcurrido varios días desde el incidente de la sidra y el veneno. Nadie más se había enterado al respecto, por lo que las cosas habían pasado normalmente en el subsuelo.
Toriel se había mostrado sumamente sobreprotectora con la embajadora de los monstruos. Difícilmente le dejaba salir y siempre encontraba una excusa para hacerle estudiar más, haciendo que se quedara más tiempo en las ruinas con ella. Cosa que exasperaba un poco a la humana, pero terminaba accediendo al estar interesada en la historia de los monstruos y demás materias.
Cuando tenía que quedarse con Asgore, era acompañada por Papyrus, Undyne y hasta dos guardias más en el trayecto hacia el castillo. No solo era bastante llamativo toda la comitiva, sino que la avergonzaba dado que notaba cómo algunos monstruos la señalaban tanto con curiosidad como con repulsión. Estas medidas que estaban tomando por la seguridad de ella le estaban complicando aún más sus objetivos.
Ahora que se tenía conocimiento sobre que era una flor la causante de todos los males con la humana, había sido más sencillo el involucrar a todo el subsuelo en la captura de ello, cosa que alarmaba en gran medida a Frisk. Lo que menos quería era que le hicieran daño.
Más de una vez se cuestionó si tenía que decir la verdad sobre su origen, a fin de poder acabar con toda la inseguridad que sus padres estaban teniendo del entorno. Si tan sólo supieran que realmente se trataba de su hijo, muy posiblemente cambiarían las cosas. Pero a la vez, sabía que estaba atada a la promesa que le había realizado.
Frisk había entendido por qué no quería que le dijera a nadie sobre su verdadera identidad. No sólo por no poder ser capaz de mantener su verdadera forma, sino por el hecho de ser nula su capacidad de sentir. Eso era precisamente lo que quería evitar: lastimar a aquellos que realmente ama o amó.
Sabiendo que era algo que tenía que tratar en cuanto tuviera el primer acercamiento con él, tomó la decisión de salvarlo a toda costa.
Aunque claro, no tenía idea en verdad de cómo hacerlo.
Se encontraban recorriendo Hotland para tomar el elevador y dirigirse hacia el castillo. Al pasar cerca del laboratorio, Papyrus se dirigió hacia su capitana con tal de romper el silencio incómodo.
-¿Y CÓMO TE ESTÁ YENDO EN TU RELACIÓN CON ALPHYS?
Undyne agachó la mirada con tristeza, evitando de cierta manera ver el inmenso edificio que estaba a lado de ella.
-A decir verdad... nada bien.
Frisk se preocupó por ello. Si había una relación que ella consideraba sumamente sólida, esa era la de ellas.
-¿Porqué? ¿Qué ha pasado?
-Ha sido muy cortante últimamente –confesó tristemente –Ni siquiera me permite verla. A veces me pide incluso que me vaya cuando voy...
Si antes estaba preocupada, ahora la humana lo estaba aún más. No la había visto desde el incidente del veneno, y pese a notar que ella se había preocupado, no consideró que esto pudiera afectarle en gran medida.
Tenía una teoría sobre qué realmente le estaba afectando, pero no era el momento ni el lugar para formularlo.
-¿Y si...? –Sus pasos se habían vuelto más lento, cosa que extrañó a toda la comitiva al ver a su capitana tan desanimada -¿Y si ya no le gusto?
Lo último lo había mencionado casi en un susurro, como si eso evitara el dolor que claramente estaba reflejando en su gesto.
-NO DIGAS TONTERÍAS UNDYNE, CLARO QUE TE QUIERE
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Osado corazón (Undertale)
FanficFrisk está harta de lo mismo una y otra vez, por lo que decide hacer lo correcto para salvar a todos. No contaba con la nueva ruta que surgiría ante su decisión. *Ganadora del segundo lugar en AwardsTale2020, en la categoría Undertale*