Capitulo 18 las Marcadas parte IV

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Aquel día sombrío había llegado sin razón, porque fuiste marcada por el infortunio, tomaste un camino errado creyendo que lejos de mi estarías mejor... ahora lo entiendes, ahora lo comprendes... la prueba que ahora enfrentas probara a tu corazón que te amo en el infortunio y en la angustia que abruma a tu alma hoy, mírame estoy cerca, este amor por el que sufro, sera tu eterno refugio cerca de ti estaré porque yo jamas te dejare.....

ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

Estando tigresa bien encerrada y vigilada, todo seguía su marcha según las grotescas costumbre de los tigres exiliados que habían creado sus propias leyes y costumbres arrastrado con ellas a las que se creían más débiles de la manada: las hembras, temerosas e incapaces de defenderse o zafarse de su destino, pues habían sido criadas y educadas para ser sometidas, callar y ni siquiera opinar, solo eran hembras puestas para servir y obedecer a los machos....

Aquella noche las circunstancias se acomodaban para la presentación de las marcadas ante el rey y los tigres que las pretendían, un banquete ya estaba organizado en espera de que se presentaran los invitados de honor y el Rey. El palacio estaba adornado de lujo, y la mesa disponía de diferentes tipos de manjares que incluía, carnes, frutas y vino... todo estaba prefecto tal y como el rey lo había ordenado, sin embargo ante la noticia de que Izu había sido encarcelado y latigado el rey Yiru Maru retraso aún más el evento teniendo que atender el asunto por el mismo y tal como Kana le indico a Mikuma el rey fue algo molesto a pedirle explicaciones a ella... Yiru Maru encontró a Mikuma en el balcón del palacio sentada arreglando las cosas que eran para su cachorro emocionada como si no hubiese pasado nada y de esta misma forma recibió lo recibió al verlo....

Mikuma: ¡Mi rey! ¡qué bueno que estas aquí!, mira terminaron las cosas de nuestro hijo, todo está tal y como lo encargue, nuestro pequeño se verá muy a la altura con todo esto... ¿Por qué me miras así? ¿Acaso no te gustan sus cosas?

Yiru Maru: Mikuma quieres dejar eso, tu y yo tenemos que hablar... he tenido un día bastante pesado desde que llegue he tenido que atender muchos asuntos, apenas tuve tiempo para descansar y ahora resulta que también tú ocupas mi tiempo...

Mikuma: (molesta)- no sé de qué te quejas apenas llegaste te atreviste a meter a otra a nuestra cama...

Yiru Maru: si lo hice... pero digamos que lo que paso allá no tuvo nada de intimidad solo envié por una esclava necesitaba masajes para descansar y relajarme eso fue lo único que paso en la habitación

Mikuma: pero tú me dijiste que...

Yiru Maru: se lo que te dije Mikuma, pero descuida todavía lo estoy sosteniendo sigo pensando que tengo necesidad de una buena hembra... pero no es de eso que quiero hablarte

Mikuma: pero yo si quiero hablar de eso, soy tu esposa ... y odio que trates de sustituirme con otra solo por estar en cinta, yo estoy completa pruébame y no te arrepentirás, puedo hacerte sentir como te gusta conozco tus deseos, se complacerte solo dame la oportunidad... Yiru Maru por favor...

Yiru Maru: ¡basta! No aseas absurda, porque no pues entender que no quiero nada contigo en ese estado... no podrías complacerme de ninguna manera... y ya dejemos esto hasta aquí no quiero seguir hablando de ese asunto

Mikuma: claro, eres el rey- indico sonriendo casi obligada, y atragantándose de palabras trato de cambiar la conversación...Yiru Maru ¿Cómo llamaras a nuestro hijo? - le pregunto con entusiasmo fingido

Yiru Maru: (con el ceño arrugado)- ¿no me estas escuchando? ... no es momento para esto, el banquete está por comenzar, los invitados vienen en camino y mírate, me estas deshonrando Mikuma, ¿qué rayos está pasando contigo? A parte de eso me entero que te en un ataque de histeria te has atrevido a encarcelar a Izu y no conforme con eso lo mandaste a latigar

Cena para DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora