Las marcadas Capitulo 75 parte LVIV

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El inicio del caos III parte:

DESAVENENCIAS DOLOROSAS

(MUCHO RETRASO PIDO DISCULPAS MI TIEMPO CON MI NUEVO TRABAJO AHORA ES MUY CORTO Y PUDE ESCRIBIR CON MAS LENTITUD QUE ANTES... ESPERO PODER CONTINUAR SE ME HACE BASTANTE DIFÍCIL PERO BUENO AQUÍ ESTA LA ACTUALIZACIÓN ESPERO DISFRUTEN DE ELLA)

Una y otra vez Kiashi intentaba restablecer su concentración, pero no podía, Su sello sacerdotal estaba completamente apagado no había una minúscula seña de que su situación inestable se equilibrara de momento. Estaba al pendiente de tigresa que se había recostado y dormitaba; frustrada y angustiada decidió salir para cerciorarse por sí misma de cuando Izu mandaría por ella, así que se acercó a tigresa y se aseguró que estuviera tranquila y cómoda antes de salir, pero ella abrió los ojos y la llamo

Tigresa: ¡Kiashi!

Kiashi: ¡Princesa! pensé que dormía- respondió acudiendo a su llamado

Tigresa: ¿vas a algún lado?

Kiashi: quería ir para averiguar cuando Izu enviara por usted tengo que arreglar todo para eso no sé exactamente que necesitará

Tigresa: no creo que mucho si luego tendré que ir a las catacumbas, no es fácil estar tranquila en mi condición me siento preocupada

Kiashi: La entiendo, pero por ahora lo mejor será que intente descansar

Tigresa: Kiashi, No puedes ¿cierto?- le pregunto atendiendo a sus capacidades sacerdotales y ella apretó los labios haciendo su rostro a un lado

Kiashi: Perdóneme princesa, es mi culpa que este así me siento tan inútil no sé qué hacer, tal vez el destino se equivocó conmigo, no tengo madera para ser sacerdotisa- lloriqueaba

Tigresa: No digas eso Kiashi...

Kiashi: Pero es que si fuera una no estaría pasando por esto, me siento confundida, fuera de todo, no sé cómo hacer para que mi estado de ánimo mejore, princesa siento que le estoy fallando y cuando más me necesita

Tigresa: Kiashi yo creo en ti, pase lo que pase, yo tengo fe en ti y sé que encontraras la manera para salir de esto no te desesperances estamos pasando por un momento crucial y tenemos que ser fuertes

Kiashi: gracias por sus palabras son de mucha importancia para mí, me siento tan apenada con usted – agrego llorosa y tigresa tomo su mano intentando sonreírle, pero se le hacía muy difícil

Tigresa: vamos a salir de esto, aunque todo se vea tan mal... me siento tan cansada ¿crees que Po quiera llevarme de nuevo ahora?

Kiashi: quisiera poder responderle con seguridad, pero no lo sé, no sirvo de mucho ahora... temo que de verdad ocurra y yo no pueda estar a su lado, me aterra pensar que esto continué, si algo les pasa será mi responsabilidad me siento desesperada

Tigresa: Lo único que me importa es que mi cachorra este bien y nadie puede garantizarme eso, tengo el vientre inflado y mi hija no está conmigo, eso es tan extraño y antinatural... No quiero que Po le haga daño sé que no es su culpa, pero debería saber que nos está haciendo daño

Kiashi: princesa le devolveré exactamente lo que acaba de decirme no pierda la fe, su príncipe guerrero es mucho más increíble de lo que cree, creo que ambos se subestiman cree y no se lo digo como sacerdotisa, ande cierre sus ojitos intente dormir- sonrió acariciando su cabeza para tratar de hacerla sentir segura, pero tigresa no se veía nada bien, Kiashi le tomo fuerte la mano y se quedó con ella hasta asegurarse que se durmiera y con mucho sigilo la acomodo beso su frente y se marchó, pero antes de tocar la puerta para que le abrieran sintió los seguros que los retiraban extrañada espero y cuando abrieron vio a un guardia con una notificación en la mano, ella salió tratando de evitarle ruidos a tigresa que la despertaran, el guardia custodio volvió a cerrar y ella atendía al otro guardia con la notificación- ¿Qué sucede? ¿Por qué esta aquí? la princesa esta delicada y necesita tranquilidad

Cena para DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora