CORAZONES ROTOS
Izu caminaba por palacio descorazonado, viendo todo su mundo de cabeza, trataba de eludir sus sentimientos, de no pensar en Tamoe, de no continuar hiriéndose así mismo tras aquella ruptura, para él su vida había acabado, pero a pesar de sentirse destruido y lastimado por la tigresa que tanto amaba lo último que quería él era que ella sufriera alguna pena por causa de lo que existió entre ellos, sabía que debía controlarse o se arriesgaba a ser descubierto y por fuerza lógica ella también pagaría las consecuencias, si bien su vida no importaba arriesgar la de ella era demasiado, se esforzaba por fingir una sonrisa, por verse natural ante los demas, porque nadie imaginara la pena de amor que llevaba por dentro, aquel infierno que estaba viviendo...
Esa noche era tormentosa para él y pasando por el cuarto de servicio se detuvo en la puerta y se apoyó de ella recordando aquel último encuentro con ella allí, aquella entrega tan sublime, aquellas palabras tan dulces que se dijeron, aquellas promesas que quedaron atrapadas en esas cuatro paredes, Tamoe ya no quería estar con él, le había cerrado los caminos y lo que más lo mataba era el hecho de saber que ella se sentía decepcionada de él; Izu quería ahogar sus penas, desaparecer, que la tierra se abriera y lo tragara de una buena vez, pensaba que si eso ocurría nadie lo extrañaría, nadie pensaría en él, ni siquiera ella la tigresa por la que lo había dado todo y que ahora sentía como dolía perderla ; Izu se dio vuelta y limpio con rusticidad las lágrimas que corrían por su rostro, trago saliva con dificultad, y continuo esta vez con otro rumbo, el conocía el palacio de pie a cabeza, así que se introdujo al almacén donde guardaban todo el licor, y sin que nadie lo viera tomo lo primero que alcanzo y se lanzó en el suelo a beber, sintiéndose incapaz de controlar lo que sentía, quería olvidar y que ya no le doliera, Las lagrimas corrían por su rostro, el vacío que sentía era demasiado profundo, ¿cómo arrancar lo que sentía así nada más y echar a la basura los maravillosos momentos que había vivido estando a su lado?, cada locura, cada encuentro íntimo en aquellas apasionadas entregas, cada mirada, cada sonrisa, todo se esfumaba y no había nada que pudiera hacer para que las cosas cambiasen; en silencio lloraba su ausencia rogando muy en lo profundo que volviera... él solo sabía que la seguía amando y que estaba tan enamorado de ella como al principio...
Izu nunca había tomado y no bebió demasiado cuando se sintió embriagado y muy sofocado, él dejo la botella a un lado y se levanto tambaleandose del suelo, no habia tomado ni media botella de licor y ya se sentia mareado, Respiro un poco y trato de recuperar algo de lucidez para poder salir del palacio, sin embargo era notorio su estado; Izu salió de donde estaba y se condujo a la salida para volver a su casa, pero antes de salir de palacio tenía que ser sometido a revision y esa tarde Hio estaba en la puerta conversando con sus compañeros dándoles algunas ordenes antes de acudir a la celebración obligado por las circunstancias, y justo estando allí se topó con el doctor, que se iba y estaba siendo revisado, todos notaron su estado de ebriedad y comenzaron a interrogarlo, pero Hio se adelantó y tomo la situación en sus manos, ordenándoles a los guardias que lo dejaran que él se encargaba, Hio lo tomo del brazo y lo condujo fuera de palacio y fingía llamarle la atención para pasar desapercibido de sus compañeros, al final opto por indicar que debía escoltar al doctor hacia su casa y que se ausentaría por unos instante, lo llevo casi arrastrado por algunas calles, ambos iban en silencio, pero Hio iba muy molesto ¿Cómo es que le podía ocurrir algo así? estando en un instante tan delicado con todo lo que tenían planificado hacer, De no haber estado él allí hubiera tenido que responder a un largo interrogatorio e incluso, los guardias lo tenían que detenerlo, pues en su posición no podía andar por allí en ese estado ...cuando vio que era seguro para ambos lo detuvo y comenzó a llamarle la atención...
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Cena para Dos
Romanceél solo quería un instante a solas con ella .... un instante para poder decirle lo que ella significaba para él ... y aquella cena era el momento indicado solos los dos sin que nadie mas interrumpiera .....pero hay circunstancias en que el destino...