Las Marcadas capitulo 22 parte VIII

446 18 16
                                    



ELLA Y YO TENEMOS UNA RELACION:

Luego de aquella experiencia Po parecía distraído y muy pensativo, no se concentraba y había recibido muchos regaños por parte del maestro Shifu, sin embargo no le interesaba, pensaba en tigresa sin poderla sacar de su cabeza, no decía nada, ni se...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luego de aquella experiencia Po parecía distraído y muy pensativo, no se concentraba y había recibido muchos regaños por parte del maestro Shifu, sin embargo no le interesaba, pensaba en tigresa sin poderla sacar de su cabeza, no decía nada, ni se atrevía a contarle su experiencia a nadie, se comportaba hilarante realmente como alguien fuera de si... solo pensaba y se dejaba llevar por lo cautivador de sus pensamientos al haber tenido a tigresa entre sus brazos y a la vez no, era algo confuso, pero como explicarlo, como rechazar algo que le movía el piso ese recuerdo que lo estremecía de pie a cabeza, ese que le gritaba en todos los sentidos que la amaba... una real locura que lo atrapaba; po quería olvidarla, pero no podía sentía que no era fácil, lo único que lograba era extrañarla más y más, se preguntaba cómo era posible estar tan ligado a ella de esa manera, si el tiempo pasaba y él se sentía tan enamorado de ella como al principio, había hecho tantas locuras para olvidarla y no lo había logrado, busco un nuevo amor, pero fue inútil todos sus intentos habían sido un completo fiasco, la tigresa que una vez conoció continuaba clavadisima en su corazón y seguía siendo su divino amor... él estaba allí con sus compañeros tratando de entrenar para tonificarse después de estar convaleciente, necesitaba ganar habilidad o tratar de recuperar lo que había perdido en todo ese tiempo, pero no hacía más que cometer torpezas y comportarse como ese oso panda inexperto que había llegado ya hace mucho al palacio de jade, entre sus compañeros solo se oían murmuraciones y risillas picaras que buscaban explicar el absurdo comportamiento de po, Shifu los tenia reunidos y continuaba hablando, pero po no estaba prestando atención, ya harto de su indiferencia el panda rojo mando al resto de sus alumnos a salir para hablar a solas con él...

Shifu: Po, ¡quieres mirarme! ¿qué te está pasando?, te has comportado de una forma inusual... como si nada supieras de kung fu

Po: lo siento maestro, tal vez es porque aun estoy débil y tengo hambre, me vendría bien comer algo antes de seguir entrenando maestro

Shifu: ¡esto es inaceptable! lo único que has hecho es comer, todo este día te has dedicado a eso y ¿todavía tienes hambre?

Po: (Ingenuamente y sin pensar lo que iba a decir)- pero maestro no me he dedicado a comer solamente, también estuve meditando en el árbol de la sabiduría celestial y...- se cortó de palabras cuando noto que sin pensarlo había abierto su gran boca, él miro a Shifu con grandes ojos y una sonrisilla nerviosa

Shifu: (intrigado)- ¿qué te paso halla? ¿acaso tuviste alguna revelación celestial?

Po: (disimulando)- si eso, ¡revelación celestial!... eso maestro, eso mismo fue lo que me ocurrió...

Shifu: ¿y qué clase de revelación? Tienes que decirme Po probablemente sea algo crucial para lo que se está presentando en estos momentos, cuando China comienza a atravesar esta difícil situación, eres el guerrero dragón, el universo está conectado contigo y sé que puede hablarte en cualquier momento - pregunto intrigado, pero po junto sus manos y jugaba con sus dedos muy nervioso, tenía que haber abierto la boca, pensaba, ¿cómo se supone iba a decirle a Shifu que él había estado en su pensamiento intimando otra vez con su hija adoptiva?, si con haberle dicho lo que paso la primera vez casi lo mata, como le iba a decir ahora que pues estuvieron juntos en su cabeza y además eso sonaba a locura, dentro de él buscaba desesperado las palabras para responderle a su pregunta, él no sabía mentir y era muy malo disimulando, así que lo miro sonreído y solo se le ocurrió decirle algo muy tonto:

Cena para DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora