Cena para Dos

Las Marcadas capítulo 81 parte LX

CAOS, DESTRUCCIÓN, Y MUERTE

(Ritual Yulai II)

Yiru Maru miraba arder la cabeza de Kento mientras que no muy lejos los familiares del desdichado daban gritos de dolor por su terrible destino y ni siquiera podían acercarse, no solo ellos lloraban el infortunio cinco marcadas lo hacían también pensando que el destino de Sayira y Misuki había sido el mismo, mientras que Ika parecía perdida en el tiempo y espacio y solo se mecía como si nada a su alrededor existiera, pero Tamoe, Milka, Tamana, Rina y Yumi temblaban de miedo desconsoladas no había salida solo les aguardaba la muerte y ya no tenían esperanza. el grupo estaba separado de los otros prisioneros ellas estaban abrazadas unas a otras y a pesar de su estado de desconexión Tamoe se aferraba a Ika, llorando desconsoladamente sin dejar de repetir el nombre de sus amigas que creía fallecidas....

Por otro lado Mioli estaba petrificada todo le había caído como un baño de agua fría no tenía idea de que esa era la forma de iniciar el ritual con ellos todavía presentes y ni siquiera les advirtieron si no que todo lo lindo se convirtió en pesadilla estaba impactada y se sentía asqueada tapaba su nariz procurando no oler el desagradable aroma en el aire, sus padres miraban preocupados desde las gradas no podían intervenir, pero tampoco esperaban que el matrimonio de su hija acabara de esa manera tan grotesca sin sobre aviso, sin dar palabras, sin despedirlos, pensaban como los padres de Hio que también estaban atónitos, que al menos hubieran esperado a que los novios se retiraran para iniciar toda esa carnicería, pero Yusei decidió romper la armonía del momento e iniciar el espectáculo sangriento antes, cosa que a Yiru Maru no le importó y no se opuso en nada solo dejo todo de lado y olvidándose que estaba en una boda disfrutaba el mirar arder la cabeza de Kento, del terror, del llanto, y de los ruegos de quienes estaban sentenciados a muerte.

Todos estaban acorralados apuntados por muchos guardias que los rodeaban y no les permitían moverse sus órdenes era mantenerlos sometidos hasta que se cumpliera la sentencia de cada uno. No muy lejos del rey estaba Kana mirando todo con sadismo, ella era la encargada de abrir el evento principal, pero todo se adelantó de forma que hasta a ella la sorprendieron, aunque no tenía problema con eso solo debía ir y posicionarse junto a los condenados y esperar que el rey ordenara para que por su mano el verdugo recibiera a cada uno de ellos; ella miro a Mioli que estaba paralizada y rió de lado al notar el impacto que había sufrido, miro también a Hio que estaba parado allí un tanto lejos de ella mirando lo que estaba ocurriendo también con asombro, sonreída decidió acercarse a la novia y hablándole muy de cerca le dijo:

Kana: Querida yo creo que la boda concluye aquí, lastima no nos dieron previo aviso, pero en fin así son las cosas en el reino y si no quieres que esto arruine tu día toma a tu esposo y corran de aquí te aseguro que se pondrá mucho peor – ella la miro impactada y sin refutarle recogió la cola de su vestido y camino con afán a donde estaba Hio, Kana de nuevo río y negando con la cabeza suspiro caminando sin que nadie se lo ordenara hacia donde estaban las marcadas

Mioli estaba toda incomoda y erizada desde la cabeza hasta la punta de los pies no soportaba los gritos, el llanto, la confusión reinante solo quería salir de allí y olvidar que tal cosa había terminado tan bruscamente el mejor momento de su vida, ella se acercó a Hio y lo tomo de la mano noto que estaba frío paralizado y tal vez tan erizado e incómodo como lo estaba ella, lo que no sabía era que Hio se sentía al borde y estaba a punto de perder el control porque de hecho la presión del momento había evaporado de su mente las palabras de Kiashi: "quedarse tranquilo y no hacer nada" para Hio la oportunidad de arrebatarle a uno de los guardias cercanos una de sus espadas y clavársela al rey era tan palpable solo un salto bastaría, poseía la rapidez para hacerlo ya luego pensaría en las consecuencias, pero ¿Cómo evitar la muerte de todos los inocentes que estaban allí rogando desesperadamente por sus vidas? Si bien asesinaba al rey los guardias accionarían de inmediato apuñalado a todos ellos; Él se concentraba en sus pensamientos cuando sintió que Mioli apretó su mano llamando su atención, se volvió hacia ella notándola alterada, asustada, tensa, sus manos estaban frías temblorosas, tal vez el escenario era demasiado hasta para alguien como ella además no podía olvidarse que estaba embarazada, ella apretó sus labios y arrugo el ceño hablándole de forma trágica