Las Marcadas capitulo 82 parte XLI

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MOMENTOS DE ANGUSTIA

La situación era critica por la separación del Shi tal y como desde un principio era conocido por Kioki que manejaba todo el proceso por el que había pasado Po hasta ese punto, Po sufría de un caso severo de Shi desquebrajado ocasionado por la separación repentina que sufrió al marcharse tigresa de su lado, todo aquel despecho emocional ocasiono que de forma inconsciente Po buscara la manara de llegar a ella usando su Shi, pero tal acto había traído consecuencias funesta que atentaban contra su salud física y psíquica y no solo a él, el acto de separación había involucrado de forma negativa a su pequeña hija e incluso la propia vida de tigresa y ahora era cuando tal cosa comenzaba a manifestarse.

Habiéndose cumplido la promesa de tigresa, la sensación de satisfacción que ella manifestó en ese momento por lo que había logrado hizo que de forma instantánea la conexión vital que la unía a Po se perdiera y cayo desmayado sin fuerzas en el suelo de la cueva donde estaba con Kioki que trataba de evitar se produjera el mínimo de daño en tanto el estuviera ligado a tigresa por su energía vital manteniendo su Shi desequilibrado bajo control por un periodo corto de tiempo.

Al caer Po tigresa se abrió al dolor no solo porque la incidencia del Shi maligno  que le hacía daño si no porque su tiempo de alumbramiento estaba completo todo su cuerpo se constipo como si la estuvieran estrangulando, ella estaba suspendida en el aire, pero la mayor lucha se presentaba en su psiquis donde estaba atrapada por el Shi, hasta ese momento todavía su vientre no podía notarse, Po ya era incapaz de controlarse los estragos de las separación del Shi comenzaban a sentirse. Kioki cayó al suelo al mismo tiempo que Po, le sintió sumamente pesado casi sin respiración, él trato de ponerse pie cuando sintió que una fuerza sobrenatural lo saco de su cuerpo mortal y lo atrajo de nuevo al campo inicial donde trabajaba desde un principio en la psiquis de Po, Kioki abrió sus ojos bajo la impresión de no entender lo que había pasado, alrededor suyo había un viento helado poco inusual que soplaba en una sola dirección, comprendió que Po lo había atraído con la última fuerza de razón que le quedaba realmente estaba pidiendo auxilio a pesar de estar casi sin conciencia, el parecía entender que si no era detenido el caos que desataría su Shi seria mortal para todos

Hizo su mirada a un lado y alcanzo a verlo suspendido en el aire aquellas trazas de los hilos negros subían hacia su cuerpo contaminándolo, era como una especie de barro, un material plastificado, viscoso que se comía todo a su paso, y ahora buscaba ahogar su cuerpo en ese material adulterado para dominar por completo su Psiquis.

Kioki: esto no luce nada bien... necesito a la sacerdotisa ella es la única que puede mantener la purificación para que yo trabaje no puedo llegar a él con este índice de energía maligna – razonaba mirándolo fijamente, no paso mucho cuando una neblina envolvió el ambiente haciendo que el cuerpo de Po se perdiera de su vista, todo se estaba ennegreciendo, no tenía mucho tiempo ahora debía tratar de contactar a Kiashi para lidiar con la sanación final.

Y mientras Kioki resolvía comunicarse de nuevo con Kiashi, el cuerpo de Po entraba en crisis convulsionaba bajo una temperatura muy alta, tirado en el suelo salivaba de forma abundante, su corazón palpitaba a tal punto que podía verse sobre su pecho aquel palpitar violento, las venas se le brotaban por todo su cuerpo como si fueran a romperse, boqueaba desmayado como si ya no le quedara aliento, su pecho se hundía y sudaba a cantaros, cuando el contacto de él y tigresa se rompió provoco que el clima agresivo desatado de su lado se detuviera de forma abrupta, la lluvia ceso, el viento paro, los tornados desaparecieron solo quedo el cielo plagado de nubes grises que remolineaban de forma lenta, ya no habían rayos, ni truenos, ni siquiera un relámpago, todo estaba en calma y en silencio uno bastante abrumador era como estar en el ojo del huracán.

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