Parte 3 Confrontaciones del corazón

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La oscura noche estaba precedida de un tiempo tormentoso llovía con fiereza,  hacia frío, los relámpagos iluminaban todo el solitario lugar y en sus camas los guerreros dormían apacibles, sin embargo Tigresa no podía hacerlo, se sentó en su cama y pasó por su rostro varias veces sus manos, se puso de pie y caminó hasta su puerta abrió con cuidado observando a su alrededor  y todo lucía silencioso y en calma, al menos por los pasillos, ella salió cerrando con más cuidado todavía y camino con mucho sigilo hasta alejarse un poco de los dormitorios tomo una lampara y  camino hasta casi la salida desde donde observó una noche oscura con viento y mucha lluvia, no podía caminar más allá de donde estaba así que comenzó a retroceder, pero de pronto chocó contra un cuerpo cálido y peludo parado allí, al sentirlo ella brinco y de insofacto se dio vuelta para ver al panda muy sonreído contemplándola

Tigresa: ¡Estas loco Po! ¿Qué haces allí parado en medio de la noche atrás de mi? ¿Acaso me vigilas?

Po: no de ninguna manera llevo rato por aquí, pero a diferencia tuya no llevo lámpara no quiero molestar a los otros, es que no puedo dormir noches así me asustan un poco y además tengo hambre

Tigresa: pues no podrás llegar a la cocina con este diluvio, mejor me voy a intentar dormir

Po: espera tigresa, me gustaría me hicieras compañía solo por un ratito, mientras pasa lo peor de la tormenta, estoy en busca de un frasco de galletas que oculte por aquí solo que esta oscuro y no las hallo, pero tu lámpara me ayudara, si no te molesta- le dijo pidiéndole la lámpara

Tigresa: tenias que ser tu, ¡Ten!- dijo entregándole la lámpara

Po: gracias, oh mira aya esta sabía que estaba cerca- corrió y fue por ellas sentándose allí mismo en el piso

Tigresa: Po ¿Qué  haces? esta helando esto es el pasillo no podemos estar aquí

Po: bueno, ¿prefieres que sea en tu cuarto o en el mio?

Tigresa: eso se oye muy mal.... peor que quedarse aquí afuera, ni en tu cuarto, ni en el mio sera aquí

Po: (sonriendo)- ven acércate hará menos frío si estamos mas cerca

Tigresa: no gracias, estoy bien aquí

Po: como quieras.... ¿una galleta?

Tigresa: no po, no tengo hambre estoy bien

Po: tigresa  ¿Por qué me tienes tanto miedo?

Tigresa: creí que te había aclarado esa parte yo no te tengo miedo

Po: ¡ah!, entonces es que no confías en mí

tigresa: Po yo confió en ti, es que tantas atenciones me incomodan mucho, no se que decir o cómo comportarme ante ellas

Po: pero si lo sabes, lo único que haces es negarte a todo

tigresa: tu no me entiendes

Po: ni tu a mi tampoco  siempre trato de romper el hielo, pero tu siempre pones una pared en medio

Tigresa: lo siento así soy yo 

Po: si y como eres me encantas- le dijo y ella se ruborizo

Tigresa: Po es mejor que me vaya a dormir- aseguro e intento irse, pero el se puso de pie y la detuvo de un brazo

Po: lo estas haciendo de nuevo una vez más huyes de mí- Po la halo cuidadosamente hasta tenerla de frente- tigresa no te das cuenta de lo especial que eres y ademas eres hermosa- le aseguro atreviéndose a acariciar un poco su mejilla- ¿Qué encanto tienes que me fascinas tanto?- tigresa trago saliva y lo miró directo a los ojos sintiendo que aquellas caricias le agradaban mucho, el sonrió y la echó para atrás recostándola contra la pared

Cena para DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora