Las Marcadas capitulo 37 parte XXIII

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VISITA INESPERADA

Aquella tarde los ánimos estaban revueltos Hio estaba de muy mal humor y debía acudir a la fulana despedida que había organizado key keru...por otro lado en su habitación y luego de la visita de Izu tigresa miraba con Kiashi las cosas que Akira le había dejado para su hija, pero sin nada de ánimo, al notarlo Kiashi hecho a un lado todo y trato de buscarle conversación porque había estado muy callada desde entonces...

Kiashi: princesa ¿Qué le pasa? Desde que se fue el doctor ha estado muy silenciosa y deprimida ¿no le gustan las cosas para su hija?

tigresa: claro que me gustan me encantan no sabes cuanto le agradezco a Akira lo que hizo por mi cachorra, no es nada descuida...- aseguro haciéndose la desentendida, pero igual se veía algo preocupada...

- aseguro haciéndose la desentendida, pero igual se veía algo preocupada

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 Kiashi: ¿Qué le dijo el doctor Izu para ponerla así?

Tigresa: (meditabunda)- Kiashi necesito que me ayudes de inmediato con un cierto asunto que me tiene muy incomoda

Kiashi: (confundida)- okey, pero ¿de qué se trata?

Tigresa: tenemos que atrapar a Mioga

Kiashi: ¿a Mioga? ¿Por qué? No entiendo

Tigresa: porque ¿qué tal que Mioga nos está mintiendo y de verdad sea un espía que mi padre ha enviado para ganarse mi confianza de modo que lo mantenga informado de todos mis movimientos?

Kiashi: ¿eso le dijo Izu?

Tigresa: ¿tú que crees?

Kiashi: bueno usted solo dígame, ¿qué tiene en mente? y yo lo hago no meteré mis manos en la candela por Mioga se ha comportado bien, pero no puedo dar fe de que lo que usted dice no sea cierto

Tigresa: entonces manos a la obra, abre la puerta hazlo venir y cuando entre asegura la puerta, yo me encargo de amordazarlo

Kiashi: princesa ¿usted ha visto el tamaño de Mioga? es un militar muy fuerte y usted es una...

Tigresa: ¡si ya se lo que soy!- levanto la voz sin dejarla terminar- todos se han dado la tarea de recordarme lo inútil que soy por estar preñada

Kiashi: esa no es mi intención...

Tigresa: pues es así como me hacen sentir una hembra preñada, débil e inútil, pues yo no soy así Kiashi, has lo que dije de inmediato- le dijo y Kiashi intentaba hablarle, pero las palabras no le salían, le bastaba ver el rostro de tigresa para darse cuenta que le estaba hablando muy en serio, así que asintió y salió afuera algo nerviosa; Mioga estaba dándoles ordenes algunos guardias cuando la vio salir y recostarse de la puerta sonreída ocultando sus manos tras su cuerpo:

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