"Nada es bueno o malo, sólo pensar en ello hace que sea bueno" (William Shakespeare).
Vamos a ahondar más en las emociones, se que ya escribí de esto, pero es importante recordar ciertas cosas, ahora que sabemos cómo juega nuestra mente cuando no somos conscientes de nuestros actos cotidianos.
Entonces, las emociones, basta de cerebritos, de calentarnos el coco y de "reflexiona un rato". Salimos de la lección del cerebro y nos metemos en... bueno, la diversión! ¡Emociones! Alegría, tristeza, esperanza, desesperación, pasión, anhelo, ganar, perder y más y más, la música continúa.
¿Existirá el rock and roll sin emociones? ¿Existirías tú? Pensemos en todo lo que no existiría si no hubiese emociones. Concursos de belleza, Casinos, Guerras, Poesía, Lencería íntima provocativa, Partidos de fútbol, esto es solo por nombrar algunos, en realidad, nadamos en un mar de emociones.
En definitiva, podemos seguir hasta el infinito pensando en todos los aspectos de la vida humana, buenos malos y feos, maravillosos, sorprendentes y enriquecedores. ¿te reirías o sonreirías alguna vez si no existiesen las emociones? Probablemente no. ¡Y ni siquiera te importaría!
Lo mejor de hablar de este tema es que puedo verme a mí mismo y a mis emociones reflejadas otra vez en mí. Siempre que me molestaba con alguna personal por alguna actitud o comportamiento, me quedaba pasmada, porque me daba cuenta de que eran un reflejo de mi estado emocional. Cuando me di cuenta sobre el momento de la creación de situaciones en las que podía experimentar el "ya te lo dije", caí en la cuenta de que a mí me pasaba lo mismo. He descubierto que si no puedo poner el dedo en la llaga de mi estado emocional, entonces miro a mi alrededor y veo que se refleja directamente en mí.
¿Porque siento? ¿ De dónde viene todo? ¿Qué es exactamente una emoción? ¿Una propiedad mística e indefinible de la experiencia, o algo más concreto y tangible? Siempre se había dicho, en teoría, que las células tenían "receptores" alrededor de la pared exterior de la célula, donde se "descargaban" las sustancias químicas. La teoría sostenía que la estructura química de la droga era lo que le permitía acoplarse a dichos receptores, pero nadie hasta entonces había sido capaz de encontrar los receptores propiamente dichos. Candace Pert encontró los receptores opiáceos alienados en la pared de la célula. Este descubrimiento cambió el aspecto de la biología.
"Una vez que realmente encontramos esos receptores, comenzamos a pensar: ¿Por qué los pondría Dios en el cerebro si no fuera para que desempeñaran alguna otra función? Después de meditar durante unos segundos, mucha gente en todo el mundo empezó a pensar que tendría que haber una sustancia natural que se fabricase en el cerebro. Bueno, pues unos tres años después del descubrimiento de los receptores opiáceos, un equipo escocés descubrió que el cerebro fabrica neuropéptidos llamados endorfinas"
¿Has oído hablar de las endorfinas? Se conocen también como el subidón de los corredores. Son nuestros propios opiáceos generados internamente. Siguieron más investigadores y los péptidos comenzaron a aparecer por todas partes. La doctora Pert apunta: "En mi laboratorio en el NIH, empecé a elaborar esquemas de receptores de cualquier péptido que alguien hubiera descubierto en cualquier sistema biológico. Y en efecto, siempre que buscaba unos receptores, encontrábamos otros... Hicimos un montón de esquemas detallados de receptores y conseguimos descubrir no sólo receptores opiáceos, sino también otros péptidos, y se encontraban en aquellas partes del cerebro donde se pensaba que se transmitían las emociones".
Tras los descubrimientos, los científicos comenzaron a mirar los receptores y los péptidos con ojos completamente nuevos. Como dice la doctora Pert, "empezamos a considerar los neuropéptidos y sus receptores como moléculas de la emoción". Estaba claro que todo lo que sentimos, cada emoción, produce una sustancia química o un compuesto químico específicos que se corresponde con la emoción. Esas sustancias químicas, o neuropéptidos, o moléculas de la emoción (MOE), constituyen una cadena de aminoácidos formada por proteínas y se elaboran en el hipotálamo. "El hipotálamo –explica el doctor Joe Dispenza- es como una pequeña fábrica donde se producen ciertas sustancias químicas que se corresponden con ciertas emociones que experimentamos". Esto significa que cada emoción lleva asociada una sustancia química (MOE), y la absorción corporal de dicha sustancia por parte de las células es lo que suscita el sentimiento de emoción.
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La Búsqueda de Nuestra Energía Elemental (Completa)
EspiritualCada vez que me levanto en la mañana, tengo una sensación de que nada me hace sentir bien. Cada día que pasa siento algo en mi interior que está encerrada(o) en si misma(o), en un cuerpo que tampoco siento que me pertenece, que no es mío. Cada vez m...