La Búsqueda de Nuestra Energía Elemental (Completa)

50.- DEBES DE EMPEZAR POR EL CENTRO

Uno de los mayores desordenes mentales que tiene la humanidad es que nunca se centraliza en una intención de fondo, no es capaz de focalizar y mantener la atención necesaria para poder lograr intenciones, ya que caen en el error de que la intención se transforme en sus deseos. Los humanos están en constante búsqueda de querer saber más allá de lo que la mente le muestra y lo que tangiblemente puede percibir. Busca primero un camino desde la periferia, sin darse cuenta que ese camino es el más largo, ya que en ese camino se va adquiriendo y acumulando experiencias que van quedando plasmadas en recuerdos que se transforman en la memoria misma.

Ahora, la mente acude cada instante a la memoria, cada vez que quiere explicar las aflicciones que nos han sucedido a lo largo de nuestra vida, la mente recurre a la memoria, ya que es proceso que hace en forma involuntaria, teniendo como resultado el que cada uno de nosotros se identifique con esos recuerdos, nos sentimos parte de ese momento de ira, celos, miedos, compasión, alegría, enamoramiento, felicidad, nostalgia. etc, etc. Es así como se construye el camino de la periferia, es un continuo proceso mental de muchas identificaciones que están en tu mente y a pesar que están en tu pasado, tu..., solo tú, eres el que eso se transforme en una emoción toxica, ya que al final, solo te hace que este camino de la periferia, llegue a tu centro demasiado tarde, ocupas gran parte de tu vida viviendo en la periferia.

Volvamos a la mente. Una mente nunca puede estar en silencio. La mera esencia de la mente es un continuo de voces que te critica , emite prejuicios, es una constante conversación entre tú y tu mente. La mente es sonido, no silencio. Si una persona es verdaderamente silenciosa, debemos decir que esta en un estado de no-mente.

Por eso los monjes zen utilizan la expresión "no mente", nunca "mente silenciosa", no-mente es silencio absoluto, pero una salvedad..., estas despierto. En el instante en que se llega a la no-mente dejas de sentir tu cuerpo, porque la mente es el camino a través del que se siente el cuerpo. Si hay no-mente, no puedes sentir que eres un cuerpo, este desaparece de la conciencia. No hay ni mente ni cuerpo... solo hay pura existencia, estas en el plano de la energía misma. El silencio es la señal de esa existencia pura, de tu única y verdadera realidad.

Entonces ¿Cómo alcanzar ese silencio? ¿Cómo estar en ese silencio? ¿Como dejar la materialidad de mi cuerpo? Para el que busca el silencio, ese es el mayor problema..., porque hagas lo que hagas no llegarás a ninguna parte... porque hacer no es relevante. Puedes sentarte en una postura concreta... eso es hacer. Seguramente, habrás visto la postura de Buda. Puedes sentarte en la postura de Buda... eso es hacer algo. Para el propio Buda, esa postura ocurrió al azar. No fue la postura la causa de su silencio fue más bien un subproducto.

Cuando la mente no está, cuando el ser está en completo silencio, el cuerpo le sigue como una sombra. El cuerpo adopta una postura particular, lo más relajada y pasiva posible. Pero no puedes hacerlo al revés. No puedes adoptar una postura primero y conseguir así el silencio.

Lo quiero explicar y decirte es que porque vemos un Buda sentado en una postura concreta, pensamos que si se adopta esa postura se obtendrá el silencio interior (nunca debes imitar, recuerda, si imitas algo o a alguien, ese, ya no eres tu). No... Las cosas no suceden en ese orden. Para Buda, el fenómeno interior ocurrió primero, y después le siguió esa postura.

Fíjate en tu propio cuerpo, cuantas veces has tenido momentos incómodos, son experiencias cotidianas. Cuando te enfureces, el cuerpo adopta una postura particular. Se te enrojecen los ojos, tu cara adopta una expresión concreta. Toda la química del cuerpo cambia. Tu sangre circula más deprisa, respiras de manera diferente, estás listo para pelear o para huir. Pero la ira sucede primero y después el cuerpo la sigue.

También lo puedes al revés, cuando te enamoras, ¿qué te ocurre? tu cuerpo adopta otras posturas, pero primero sientes, algo recorre tu cuerpo, que hace que tu cuerpo cambie en forma instantánea, tu cara es distinta, tus ojos también, miras distinto. Por cierto si preguntas que es lo que recorre tu cuerpo, es pura y netamente energía, la energía es la que hace que todo cambie, por eso una energía elemental.