Yo Soy Belieber-Justin Bieber y tu

2 Capitulo (2temporada)

Bueno si te digo como me siento, es extraño pero no es bien, pero tampoco es mal. No lo sé, como dice la canción “Lost in confusion, like an illusion” así estaba, perdida en la confusión, como una ilusión. Le creía a Justin pero también tenía miedo de que cada vez siguiera enganchado de ella y 
me dejara.

— ¿Te pasa algo? Te noto pensativa. –dijo Justin, llegando a mi lado. 

—No, no es nada. –dije quitándole importancia.

—____... sabes que puedes contar en mí. Algo pasa.

—No Justin, en serio, no pasa nada.

—Um… ____. –dijo Justin llamando mi atención.

— ¿Si? –pregunté.

—Es que, no te enojes ¿si? 

— ¿Qué pasa Justin? Me pones nerviosa.

—Me han invitado a cenar a casa de Selena.

—Bueno, ¿irás?

—Sí. –confirmo. –Los medios están diciendo que Selena tiene una enfermedad, pero no lo sé.

—Está bien, espero que sea mentira lo que dicen.

—Yo también espero lo mismo, aunque los medios mientes tanto.

—¿Qué enfermedad dicen que tiene? –pregunté.

—Lupus. Creo que esa enfermedad no tiene cura.

—No, no tiene.

—Umh… ¿no estás enojada?

—No. –respondí sincera.

— ¿Tienes algo que hacer hoy? –preguntó.

—Saldré con Fredo.

—¿Qué harán? –preguntó con el ceño fruncido.

—Iremos a ver a Elysandra. Y luego cenaremos los tres. ¿Tú, que harás?

—Estaré aquí. –dijo.

— ¿No irás a cenar con Selena?

—La cena es mañana, hoy no tengo nada que hacer.

—Am… -la verdad era que no sabía que más decir. –Me tengo que ir a arreglar Fredo debe estar por llegar. 

—____. –dijo llamando mi atención.

—¿Qué pasa? –pregunté dándome la vuelta.

—Creo que tenemos una conversación pendiente.

Asentí. –Está bien, hablamos cuando llegue.


Subí rápidamente a mi habitación, ahora si que me sentía mal, realmente mal. ¿Cómo puede ir a cenar con su ex? Yo con mi ex apenas hablábamos, ni una palabra. 

Me arregle rápidamente y me senté en mi pieza a esperar a Fredo. No sé qué pasaba con mi vida, no sabía que pasaba con mi relación, no sabía nada. 

—¡____! –gritó Justin. –Alfredo ya está aquí. –su tono era frio. 


Baje las escaleras y me encontré con un Fredo sonrisitas, en realidad él siempre estaba feliz.

—Hola Fredo. –me acerqué a él y lo salude con un beso en la mejilla.

—¿Cómo estás? –preguntó.

—Bien. ¿Tú?

—Aquí, no me puedo quejar, estoy de maravilla.

—Eso es… bueno.

—Síp… ¿Nos vamos ya? 

—Tenemos que pasar a buscar a Elysandra así que sí. –confirme.

—Que les vaya bien. –dijo Justin y subió las escaleras.

—¿Y a este que le pasa? –dijo un Alfredo confundido.

—Te explico en el camino.


Salimos de la casa y nos subimos al auto que tenía Fredo. Él era como mi mejor amigo así que tenía que contarle lo que pasaba, pero también Elysandra tenía que saber así que espere a qué llegáramos a su casa para luego contarles a ambos.


—¡Al fin vienes a visitarme! –gritó Ely abrazándome.

—Sí, sí… Me alegro tanto de verte Ely, ya te necesitaba.

—Aw, que tierna. Venga, pasen. –nos hizo pasar a ambos.

—¿Qué tal honey? –Alfredo la abrazo y le dio un tierno beso.

—Aquí, los estaba esperando.

—Creo que alguien nos tiene que contar algo. –dijo Fredo sentándose en uno de los sillones.

—Uh, hay tantas cosas. –dije.

—Empieza, tenemos tiempo. –Elysandra me sonrió.

—Es Justin. Nada está bien, en la entrevista que dio dijo que aún amaba a Selena y blah. Ahora lo peor es que mañana van a cenar juntos.

—¡¿Cenar juntos?! –exclamo Ely.

—Así es, querida. Mañana cenarán.

—Pero ¿y tú lo dejaste? –preguntó Fredo.

—No podía hacer nada, ya los celos se notarán mucho.

—Yo también iré. –dijo Fredo decidido.

—¿QUÉ? –dijo Elysandra.

—Para ver que hace Justin y ella. Nada más que eso.

—¿Los vas a vigilar? –pregunté.

—Algo así. Nada del otro mundo, estarás informada de todo.

—Pero cariño, -Elysandra empezó. — ¿Cómo lo harás? Selena no te ha invitado.

—Tengo todo bajo control, corazón. No tienes que preocuparte.


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Al llegar a casa, era bastante tarde y no quería despertar a Justin. Sabía que estaba despierto siempre me esperaba despierto pero está vez tendría que dormir solo. No estaba para dormir con él, tenía que pensar bastante.

—¿Estás despierta? 

No, no, no. Estoy durmiendo. ¿Por qué me pasa esto a mí? 

—Sí. –respondí.

—¿Por qué no te fuiste a acostar conmigo? –preguntó sentándose a mi lado.

—No quería despertarte. 

—Tú sabes que siempre te espero, para que podamos dormir juntos. Así que esa no es la verdad. ¿Por qué no fuiste?

—Necesitaba un tiempo a solas. –respondí sincera. 

—¿Qué pasa ____?

—Nada. –en ese momento tenía solo ganas de llorar.

—¿Cómo que nada? Uno no está triste por nada.

—Yo no estoy triste.

—Entonces… No me hablas como antes, apenas me miras, ya ni un beso me das.

—Pero eso no es porque este triste, es solo que hay veces que las personas necesitan un tiempo a solas.

—Pero yo no te puedo dejar sola y eso tú lo tienes claro. 

—Sí lo sé Justin, es que quiero pensar.

—¿Qué cosas ____? 

—Sobre lo que pasará en un futuro, no lo sé. 

—Cariño, mírame.

—No puedo Justin, no puedo.

—¿Por qué no?

—Ni yo lo sé, solo déjame esta noche, solo está. 

—Está bien, ya sabes, si necesitas algo… me avisas. 

—Te avisaré.

—Duerme bien, te amo. –salió de la habitación.


“Te amo” no podía asimilar si era verdad o mentira. ¿Me amaba a mí o a ella? ¿Por qué me pasaba esto a mí? ¿Por qué tenía que ser tan celosa o tan desconfiada? Él quería que siguieran siendo amigos, solo eso, pero yo no pensaba así. Sabía que iban a terminar en algo más que amigos…

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