Yo Soy Belieber-Justin Bieber y tu

39 Capitulo (2temporada)

Los siguientes días, para mí y Justin eran maravillosos. Vendito fuera el día en que Justin se había tomado ese descanso, aunque teníamos que apartar esa parte de cuando terminamos y luego no nos vimos. Las cosas entre nosotros iban cada vez mejor. Esos días él había estado un tiempo en el estudio y luego conociendo a Beliebers. Justin se veía realmente feliz y cuando él lo está yo también.

—He visto lo que ha dicho TMZ ¿estás bien? –pregunté.

—Por supuesto que estoy bien –Justin sonrió-, tan solo tenía quince años cuando hice esa broma, pedí disculpas y todo. Aparte que no soy racista.

—Es obvio que no eres racista, eres tú el que quiere ser negro.

—Sí –dijo riendo-. Lamentablemente no me funciona. 

—Ya eres lindo así, no necesitas ser negro.

— ¿Tú crees? –preguntó.

—Sip –asentí-, eres hermoso.

—Oh vaya. Tú también eres lo eres princesa. Amo estos días.

— ¿Estos días? –pregunté confundida.

—Sí, lluviosos.

— ¿Qué tienen de especial?

—Mhh, estoy con mi chica, acostados y escuchando la lluvia. Eso me encanta.

—Puede que sea especial –reí-, aunque también me encanta la lluvia y estar acostada.

— ¿Y con tu chico?

—Mucho mejor, le da el toque especial –respondí.

—Eso es lo mejor, el chico.

—Egocentrico, yo creo que es mejor que me cantarás una canción.

—Pero te la sabes todas.

—Bueno entonces inventa una en el momento.

—Haber… Fue tu boca, quizás tu respiración tu forma de hablar cuando me dices no tal vez fue que todo esto estaba escrito. Me dijiste que te ibas a alejar que ya no querías sentir nada más tal vez fue porque nos faltó decirnos… Te necesito y no quiero que te alejes nunca, estaba escrito que lo nuestro fuera un gran amor... Este es nuestro amor un gran amor que solo intenta existir y no morir será tal vez que todo estaba escrito –canto Justin-. No sé en qué más podría seguir.

— ¿Está canción estaba lista o la inventaste recién?

—Digamos que la tenía pensada.

—La quiero en el próximo álbum pero terminada.

—Estará dedicada para ti, cariño.

—Justin…

— ¿Qué pasa?

—Quiero un perrito, no sé, alguna mascota.

— ¿No basta con Tuts?

—No me gustan los gatos, prefiero los perros.

—Ahí veremos… No sé si pueda mantener un perro.

—Ay Justin, ¿Cómo no vas a poder mantener un perro?

—Es que mira ni siquiera pasamos aquí, vamos de hotel en hotel y no me gustaría dejarlo solito. 

—Pero lo llevamos con nosotros.

— ¿Cómo si fuera nuestro hijo? –preguntó.

—Sí –asentí-. Como si fuera nuestro hijo.

—Esa idea me gusta.

—No Justin, no estés pensando en hijos porque sinceramente no quiero tenerlos por ahora.

—Por ahora –aseguro.

—Pero regálame un perrito.

—Lo pensaré cariño.

El día transcurrió en estar acostados, haciéndonos cariños y besándonos. Realmente me sentía la mujer más afortunada del planeta. Jamás me había puesto a pensar en toda la suerte que yo había tenido, era una persona cualquiera pero que había cumplido su sueño y el sueño se expandió mucho más. Quizá nuestra “historia de amor” no duraría toda la vida pero lo es que podía saber era que haría lo posible para hacerla durar toda la vida.

—Siento que mi vida está cambiando –Justin interrumpió mis pensamientos.

— ¿La tuya? La mía sí que ha cambiado.

—Pero son diferentes…

— ¿En qué sentido cambia la tuya? –pregunté.

—En el bueno, es decir, ahora no estoy en tantos medios. Me he preocupado más por mis fans, he compuesto música nueva… Estoy volviendo a ser el Justin de antes.

—Sigues siendo el mismo, solo que ahora no te metes en tantos problemas.

—Eso es cierto. ¿Y la tuya en que cambia?

—Uf, en muchas cosas. Imagínate si yo no hubiera ganado ese concurso principalmente no te hubiera conocido y estaría en mi casa, quizá aun mirando a Sebastián.

—Menos mal que me has conocido.

—Si no hubiera ganado ese concurso hubiera hecho lo posible para conocerte, aunque hubiera sido difícil porque no haces giras mundiales todos los años.

—De alguna u otra forma nos hubiéramos conocido el destino lo tenía todo preparado.

Justin entierro su cabeza en mi cuello y se quedo ahí durante unos segundos suspirando, luego planto un beso justo ahí.

—Quiero estar contigo para siempre, así.

—Yo también quiero, pero no todos los días llueve.

—Podría hacer que lloviera todos los días si quiero –dice Justin riendo.

—Eh para ahí, eres famoso y todo lo que quieras pero no controlas el tiempo.

—Solo bromeo.

—Te amo –digo.

La sonrisa de Justin se expande y me hace sentir mucho mejor.

—Yo te amo mucho más. 

Me planta un beso en la mejilla y luego se acomoda en la cama y me mira esbozando una sonrisa. Le sonrió de vuelta y nos rogaría que nos quedaríamos para toda la vida así. 
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