Yo Soy Belieber-Justin Bieber y tu

22 Capitulo (2temporada)

— ¿Por cuánto tiempo te quedas? –ella preguntó.

—No tengo fecha de regreso, la verdad pensé que era más fácil tenerte en mis brazos, pero fue difícil.

—Entonces… ¿No te vas nunca?

—Sí me voy, pero aún no sé cuándo. –respondí.

—Uh, está bien.

— ¿Cuándo quieres que nos vayamos? 

Su boca formo una perfecta “o” quedo sorprendida por lo que le había preguntado.

— ¿Por qué me preguntas eso a mí?

—Tengo que hacerlo, es decir, te vine a buscar a ti. Ahora que te tengo nuevamente tenemos que tener una fecha de regreso.

—Pero---

—Pero nada, -la interrumpí. –Tienes que decirme cuando quieres irte y ya podemos volver.

—No creo que sea tan fácil como lo piensas Justin. –dijo haciendo una mueca.

—Lo es. Solo tenemos que armas las maletas e irnos.

— ¿Cómo la otra vez? –preguntó.

—Exactamente, como la otra vez. 

Mis labios tocaron su frente mientras la abrazaba por su cintura, me encantaba estar así con ella, la había extraño demasiado.

—Creo que ya es tarde… 

— ¿Te voy a dejar a tu casa?

—Si puedes…

_____ se estaba comportando realmente tímida, cada vez que le decía alguna palabra bonita se sonrojaba y escondía su cara en mi cuello, eso no era común en ella. 

—Claro que puedo, vamos… 

Tome su mano y la lleve hacía el auto que había arrendado. Subimos y empecé a conducir hacía su casa.

— ¿De dónde has sacado este coche? 

—Lo arrende, ya sabes, no podía andar por la ciudad en algún auto particular. 

—Eh sí, tienes razón. 

— ¿Por qué te sonrojas cada vez que te digo alguna cosa bonita? –pregunté.

—No estoy sonrojada.

—No ahora no, porque no te he dicho nada, pero cada vez que te decía algo lindo te sonrojabas.

—Umh no me daba cuenta, lo siento si te molesto.

—No, no me molesta para nada, es solo que estás tímida.

—Quizá sea eso. –respondió.

—No tienes que estarlo, nos conocemos desde antes.

—Sí es verdad. No lo estaré más.

—Así me gustas más.

Al llegar a su casa, ____ bajo rápidamente a abrir la puerta. Cuando estuve a su lado me dejo entrar. Ahí estaba Carrie leyendo una revista.

— ¡Justin! –gritó cuando me vio.

—Hola Carrie. –salude.

— ¿Ya están nuevamente juntos?

____ asintió. —Síp.

—Te lo dije Justin, solo era cuestión de tiempo.

—Tenías razón mamá postiza.

—Siempre la tengo. -yo reí. - ¿Te quedas Justin? –me preguntó.

—No creo, me estoy quedando en el hotel. –respondí.

—Pero sabes que te puedes quedar aquí, no pasará nada.

—Si no te molesta, está bien. –le sonreí.

—Mamá - ___ hablo. –Justin quiere que vuelva con él.

—Pero si ya han vuelto.

—Carrie, me refiero a Los Ángeles, que volvamos a Los Ángeles.

—Es tu decisión, ____.

—Pero… ¿volveremos todos? -____ preguntó mirándome.

—Claramente. –le respondí.

—Entonces yo creo que sí.

— ¿Cuándo piensas irte Justin? Perdón, irnos. –preguntó Carrie.

—Cuando ustedes quieran, yo estoy tomándome unas pequeñas vacaciones. 

—Te mantendré en contacto.

—Buenas noches, yo me iré a acostar, estoy muriendo lentamente por el sueño. –dijo ____.

—Iré contigo. –dije.

—Buenas noches chicos, sin hacer cosas malas.

Ambos reímos y subimos a su habitación, estaba igual que la última vez solamente que esta vez contenía un cobertor con mi cara.

—Woah, duermes todas las noches conmigo.

—Todas, toditas.

—Que linda. –tome sus mejillas y deposite un beso en sus labios.

—Te extrañé. –susurro.

—Yo también lo hice. 

— ¿Quién está en tu casa?

—Lil Za y Atifa.

— ¡¿Lil Za!? –gritó.

—Sí, ¿por qué?

—Dios mío, ¡tienes que presentármelo! 

— ¿Por qué? –soné serio esta vez.

— ¡Porqué me encanta ese negrito! 

—Dios, ____ cálmate.

—¡Preséntamelo si, si, si! 

—No. –dije seco.

—No seas así, quiero conocerlo.

—Bueno luego lo conocerás.

—No seas celoso Justin.

—No estoy celoso. 

—Sí lo estás. –dijo burlona.

—Aparte no tienes oportunidad con él, se va a casar.

—No quiero tener nada con él, solo quiero conocerlo. ¡Estás celoso! 

—Que no lo estoy, mujer.

— ¡Si lo estás y por eso no me lo quieres presentar!

—No.

—Sí.

—No.

—No.

—Sí. –dije.

— ¡Lo admitiste! –grito victoriosa.

—Hiciste trampa.

—No, no, no cariño.

—Si lo hiciste. Ven aquí.

—No lo hagas. –me apunto con dedo.

—Si lo haré.

—Justin... 

—____...

— ¿Qué? –preguntó.

— ¡Corre! 

____ empezó a correr por toda la habitación mientras gritaba, no era tan grande así que no tenía muchas posibilidades de correr tanto. La atrape, la tome entre mis brazos mientras la tiraba a la cama. Su risa resonaba por mis oídos.

—¿Qué vas a hacer? –preguntó.

—Umh. –pensé. –Cosquillas podría ser una opción, comerte a besos sería otra.

—Ninguna de las dos, next.

—Me quedo con las cosquillas, eso te hace sufrir más. –dije decidido.

—¡NO JUSTIN NO! 

—Sí que sí.

Enterré las puntas de mis dedos en sus costillas mientras ella reía, cuando uno empezaba a hacerle cosquillas a ____ era malo porque empezaba a pegar manotazos o patadas y eso fue lo que me paso. Me llego una cachetada y una patada en… en las bolas.

—¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAY! –exclame.

—¿Q-que hice? –preguntó ella asustada.

—Me… ay, me me –ni si quiera podía hablar por el dolor. –me has pegado ahí abajo.

—No seas exagerado tampoco es para tanto. –ella río.

—¿Quieres que… que te pegue yo en tu partecita? –pregunté mientras agarraba mi miembro con mis dos manos.

—Ya, lo siento.

—Dame un beso.

—No.

—Entonces no te perdonaré. Dame un beso.

—Pero uno chiquitito.

—Si, si uno chiquitito.

Bajo su rostro y me beso con ternura.

—Ya está. –dijo separándose de mí.

—Woah, creo que me dejaste sin hijos.

— ¿La cachetada no te dolió? –preguntó.

—No tanto como la patada en Jerry.

— ¡Justin! -____ se sonrojo.

— ¿Sabes algo? Jerry te extraña.

—Ya ¿y qué quieres que haga yo? No tengo la culpa.

—Podrías no sé… dejar que Jerry se entierre en ti, no lo sé, yo digo.

—Náh. 

—_____ no seas así.

—Soy normal, aparte que ahora no tengo ganas.

— ¿Y qué quieres hacer?

—Dormir, tengo sueño.

—Está bien.

Ambos nos desvestimos y nos acostamos y nos tapamos aunque en ____ haga un calor insoportable. ____ gira sobre si misma para darme la espalda, pero eso significa solo una cosa. Quiere que la abrace como lo hacía siempre. La abrazo por detrás y la apego a mi pecho, ella suelta un pequeño gemido cuando mi súper “amiguito” toca su trasero. Beso su pelo y susurro un; buenas noches cariño.