Yo Soy Belieber-Justin Bieber y tu

17 Capitulo (2temporada)

Narra Justin.

El calor en _____ era insoportable, ni siquiera dejaba dormir apenas eran las ocho de la mañana y yo ya estaba despierto, vestido y mirando mi celular por si había alguna pequeña respuesta de parte de ella, pero no, no había nada.

Quería tenerla conmigo, tenerla en mis brazos para siempre. Quizá hacerle el amor para demostrarle todo lo que yo sentía por ella, pero no siempre uno puede obtener lo que quiere. 

Miles de pensamientos se paseaban por mi mente llegando a pensar que tal vez ____ se había hasta desenamorado de mí, quizá yo ya no le gustaba lo suficiente para amarme como yo lo hacía.

—Estoy bien mamá, en serio no tienes de que preocuparte. 

—Ten cuidado ¿sí? No conoces mucho ese país, te puedes hasta perder. –la voz de mi madre retumbaba en mis oídos.

—Estoy en el hotel y las únicas salidas que he hecho son a casa de ____, ninguna otra.

— ¿Ella está bien? –mamá sonó preocupada.

—Sí mamá, solo no me quiere ver más.

—Uhg, ya se arreglara todo… ya verás. 

—Es lo único que quiero pero creo que la estoy perdiendo.

—No la perderás Justin, no pienses así.

—Está bien. –dije en un susurro.

—Te tengo que dejar, estoy viendo el tema de mi libro ahora y tengo que hacer algunas cosas en la biblioteca.

—Que te vaya bien mamá, todo resultará genial.

—Eso espero, suerte con tu viaje y recuerda, no salgas a partes que no conoces. 

—Sí lo sé, te amo.

—También te amo cariño. –con eso cortó la llamada.

Había tenido la mala idea de venir solo a ____ {tp}, pensando que recuperar a mi chica sería más fácil, pero me encuentro con la idea de que no es así, que _____ es una chica difícil. Mi viaje no sería corto como yo lo tenía pre-visto, sería más largo de lo que yo esperaba.

• De Justin: ¡Buenos días! ¿Te encuentras bien? 

Mandé un mensaje a su móvil esperando que me respondiera, pero no lo hizo luego de cuatro horas que pasaron como si fueron unas veinticuatro horas más respondió.

• De ____: Sí estoy bien, gracias por preguntar.

Sonaba tan fría conmigo, pensaba que ya no me quería. Me encantaría volver a su habitación para ver como esta, si sigue con mis fotos pegadas en su muralla. Si su computador está lleno de información mía, si su Facebook sigue teniendo los “me gusta” en las páginas. Me preguntaba tantas cosas. 

Cuando volví a Canadá mi vida cambió radicalmente. La mayoría de los días la pasaba con Ryan. Era casi el único que me entendía aunque, hubo veces en las cuales me decía que había sido un tonto por dejar a una chica como _____ y tenía bastante razón. 

Luego cuando me devolví a Los Ángeles, ya habiendo recapacitado de todo y estaba listo para recuperarla, pero me metí en mil y un problemas. Ver mi casa llena de policías me dolía, todas mis fans, mis beliebers pensarían que yo era un criminal. Tenía un helicóptero que estaba grabando todo desde el cielo, mis chicas vieron como detenían a mi amigo por una simple razón. Drogas. Lil Za era querido por todas ellas, sabían que era un buen amigo. Los medios hablaban de mí y de mi relación con Selena. Para ser más claro fue para pasar un rato, extrañaba tanto a ____ que necesitaba sacarla de mi cabeza, intente miles de cosas pero nada funcionaba.

{Flashback}

—Solo dame tu coño y ya está. –dije mirando a Selena.

—Ay Justin, no seas tan juguetón. ¿Así eras con tu ex noviecita? 

—No te tiene porque importar como era yo con ella, solo ven aquí y dame un buen polvo.

—Estás necesitado cariño. 

Bese su boca impaciente, esto no era igual como con ____, ella era un poco más “brusca” pues tenía experiencia no como mi princesa que se veía tan inocente. Me enterré en ella jadeando.

—Ah, -gimió Selena en mi oído. –más profundo Justy.

— ¿Es que no te… te basta? –dije con cansancio.

—Solo… solo dame un orgasmo.

Entraba y salía de ella, era increíble como el sexo te ayudaba a olvidar todos tus problemas, pero no era lo mismo tener sexo que hacer el amor. 

—Ah, Justin. –Selena gimió.

—Vamos, córrete ya. –dije con los dientes apretados.

— ¡AH! –gritó ella. 

Salí de ella dejándola tirada en mi cama, al otro día tenía que sacar las sabanas y botarlas. No podía creer que estaba cometiendo tantos errores y solo por una mujer. Había vuelto con la persona que me había roto el corazón. Pero no sería para siempre. 

{Fin flashback}

Agarre las llaves del auto que había arrendado, no era como los que me gustaban a mí pero era perfecto para recorrer un poquito de ____.

Llegue a la casa de mi querida nena, cuando toqué la puerta me abrió Carrie, su madre, mi mamá postiza como la llamaba yo. Me lance a sus brazos, la había extrañado demasiado, en este tiempo le había tomado un cariño gigante. Era más que mi suegra, era mi segunda mamá.

— ¡Justin cariño! –ella me devolvió el abrazo. –te extrañe tanto.

—Yo también Carrie, no sabes cuánto. 

— ¿Cómo has estado, pequeño? –preguntó con su dulce voz.

—No muy bien, ya sabrás que tu hija no me quiere ni ver. 

Ella asintió tristemente. —Lo sé, y lo siento tanto. 

—No te preocupes, tiene derecho a odiarme.

—No te odia Justin, te ama. –dijo revolviendo mi cabello. –Ven aquí y toma asiento.

—Oh gracias. –me senté en el gran sofá que tenía, quizás aquí ____ y Sebastián habían tenido alguna de sus aventuras. Olvida esos pensamientos ____ no es así.

—____ no está así que puedes estar tranquilo. –ella se sentó en un sitial frente a mí.

— ¿Dónde ha ido? –pregunté.

—Me ha dicho que iría a un centro comercial para despejarse.

— ¿Puede salir tranquila? –me refería a los paparazzi’s.

—Aquí no existen tantos paparazzi’s es más, son periodistas de farándula no molestan mucho. La vinieron a molestar cuando paso eso… lo del incidente en tu casa. –susurro bajito.

—No me comentó eso, así que no sabía. Lo lamento Carrie, tú sabes que odio que la molesten.

—La molestan más tus chicas que los periodistas. Pero está acostumbrada, incluso le gusta tomarse fotos con ellas.

Carrie era latina al igual que ____ así que no sabía cómo eran de estresantes los paparazzi’s solo lo pudo comprobar cuando estuvimos en Los Ángeles y salíamos los tres juntos.

—Carrie ¿Puedo preguntarte algo?

—Lo estás haciendo. –rió. –No, dime.

— ¿____ tiene algo con ese tal Sebastián? –si me respondía que sí estaba muerto.