Queriendo ser NERD

Capítulo 48

Que te quede claro cuánto te amo, se lo gritaría al mundo entero, al universo, a la mismísima luna. Pero por favor, no te vayas nunca de mi lado.
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Con los ojos llorosos, traté de levantarme, mientras que con una mano sujetaba el lado de mi rostro que había sido golpeado.

—Te lo advertí, te dejé muy en claro lo que haría y agradece que solo fue una cachetada porque por mi te seguiría golpeando. Ya estoy harta de todo esto. Por tu maldita culpa, Sungyeol esta inconsciente, lleva todos estos malditos días sin despertar. Lo golpearon tanto que incluso tuvieron que llevarlo en ambulancia,
—mencionó quebrantando la voz—...tú realmente no sabes lo que sentí cuando recibí su llamada pidiéndome ayuda. En si ya estaba preocupada de que aún no llegara, siendo las 8:25am. Era demasiado tarde, y esperanzada a que este contigo, me calmé. Pero no fue así, él se encontraba a una cuadra de la universidad, en uno de esas calles cerradas, tirado en el suelo con el cuerpo lleno de sangre. ¿Dónde mierda estuviste?, pensé que habías cambiado, pero ahora veo que no fue así. Tú y tus estúpidos amiguitos desaparecieron, dejando a mi sobrino herido. Pero de esta no te salvaras, me aseguraré de que nunca más veas a Sungyeol. Y si no te alejas a las buenas haré  que te alejes a la mala. — dijo por último, para luego empezar a empujarme.

Con brusquedad mi espalda chocó con la pared, en  ese momento no pude retener mis lágrimas, estas comenzaron a resbalar por mis mejillas una tras otra. Cubrí mis ojos con desesperación mientras que EunBi comenzó a culparme.

Cuánta razón tenía ella... todo era mi culpa.

¿Cómo no llorar ante aquella verdad?

Mi corazón no aguantaba tanto dolor, por lo que mis lágrimas aumentaron y fue mezclado con pequeños sollozos que ya no pude retener.
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— ¡Maldita sea! Deja de hacerte la estúpida, que las lágrimas no te quedan. —gritó exaltada.

Algunos alumnos que comenzaron a llegar al aula se quedaron impactados por lo que estaba sucediendo en su aula. De lo que eran tres personas paradas en la puerta observando la escena, en un parpadear a las afueras del aula ya había una multitud. De inmediato EunBi se alejó de mí y se fue a sentar, los murmullos en el aula comenzaron aumentar. Mi estado ni siquiera permitió que le explicara lo que paso, o al menos aclararle a que se debía mi ausencia. Sin decir nada solo me digne a salir del aula, o más bien salí corriendo cubriendo mi rostro.

Al encontrar un lugar solitario, comencé a llorar, pero esta vez con completa libertad. Mi corazón dolía, incluso cada lágrima arrancaba un pedazo de mí. No sabía cuan grabe estaba Sungyeol, pero el hecho de que no haya despertado, me asustaba.

Y si... No, nunca me lo perdonaría.

Él no puede... ni siquiera quiero mencionarlo.

No... simplemente no.

Estaba tan distraída en mis pensamientos, hasta que el sonido de unos aplausos me hace reaccionar. Al alzar la mirada mi rostro de inmediato se tensó, y la ira automáticamente comenzó a dominarme.

Tenía la mirada clavada en Woohyun, quien en ese momento me miraba burlón y victorioso.

— bravo, pero que escenita acabo de ver...ja. ja. Vaya...amor mío, al fin te encuentro—dijo acercándose. Apenas lo sentí cerca le tiré una cachetada con toda la fuerza y odio que sentía.

Su rostro quedo enrojecido y pude ver como escupió un poco de sangre. Su risa ladina  que comenzó a mostrarme me hervía la sangre, intenté golpearlo de nuevo , pero este de manera rápida sujeto mi muñeca con fuerza.

—cariño, ¿esa es la forma correcta de tratar a tu novio?—comenzó a reírse, hasta que con brusquedad me apego a su cuerpo. Por más que trate de alejarlo, este de alguna manera logró robarme un beso.

—eres un idiota, hijo de p$%#— bufé molesta, e inmediatamente le tiré un golpe, pero esta vez no fue una cachetada sino que fue un puño lo que golpeo su rostro.

—Ja. Ja. Ja cariño... que rico pegas. —comentó escupiendo sangre, mientras se lamia su labio inferior—...es una lástima que Sungyeol ya no este para defenderte. —Comentó riendo.

—Porque me haces esto, ya déjame ir, entiende que ya no te amo...—dije con voz débil— por favor déjanos tranquilos, ¡Déjalo tranquilo! —pude ver como se limpiaba la sangre que salía de su labio, no decía nada, es como si estuviera ignorando aquello que dije hace un rato.

Entonces solté algo sin sentido.

—¿esto es realmente por mí?—De inmediato poso su mirada en mí. Lo sentí tenso y sus ojos de manera rápida reflejaron odio, como si algo estuviera pasando en ese momento por su mente. Sorpresivamente me empujo a la pared, me quejé de dolor, pero eso no le importó.

—pagará todo aquello que hizo... así que espera para ver la mejor parte—dicho eso, se alejó de mí y se fue. Me quedé desconcertada con aquellas palabras, ya que no entendía a lo que se refería.

Con dificultad intenté regresar a mi aula, ya que el dolor que tenía en la espalda era horrible. En los pasillos me cruce con EunBi, pero ella ni se fijó en mí ya que estaba corriendo, se veía desesperada. Por un momento sentí una punzada horrible en mi pecho ya que se me vino a la mente algo horrible.

Mis ojos se nublaron nuevamente...