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A las 2 de la mañana, comenzaron los dolores, comenzaron los gritos, comenzaron los vómitos, comenzaba a poner débil, mi papá comenzaba a ponerse nervioso.
-Vamos princesa, ayudame ¿sí?-escuchaba perfectamente a mi padre, pero no podía hablar, me sentía tan débil que sabia qué si pestañeaba iba a perder la consciencia.-No vayas a dormir...-lo interrumpi cuando tome las fuerzas suficientes para ponerme de rodillas y vomitar en el tazón del baño.-Tenemos que irnos ya.

Me cargo, quería decirle que me buscara algo de ropa o que primero me cambiara de ropa ya qué tenia una pijama de short de tela rosa y una camisa de tiras que llegaba hasta mi ombligo. Pero no había tiempo sentía que iba a morir, me subió al auto y arrancó lo más rápido que pudo.—Por favor cariño, no cierres los ojos, no ahora, cariño solo aguanta.—hacia lo posible por no cerrar mis ojos.

Desperté por el molesto sonido de la máquina de pulso diciendo que aun estaba viva. Intenté moverme pero como ya lo esperaba me dolía todo el maldito cuerpo.
Mi padre entro y sonrió de costado.
-Qué susto me has sacado.-se llevo la mano al corazón, se sentó a mi lado y tomo mi mano.-Mira, tus venas están mas notorias.
-¿P...peores...q...que an...tes?-me costaba una mierda hablar.
-Sí, el doctor dijo que probablemente te quedes así.-miró hacia otro lado.-¿Sabes?, no me preocupaba nada de las venas resaltadas por todo tu cuerpo, pero...Miralo por ti misma.-mi papá camino hacia mi con un pequeño espejo que se saco de su bolsillo tras decir dichas palabras, tenia miedo. Cuando colocó el pequeño trozo de espejo frente a mi cara pude ver las venas que se habían resaltado en mi ojo izquierdo, como sí alguien lo hubiece golpeado, en el mismo lado, en mi mejilla había una sola vena que cruzaba una línea casi recta hasta mi mandíbula, me asusté de verla ahí, mire mis labios tenía grandes agrieturas, ya sabia lo que había pasado.
-Parezco...parezco un...
-Ya cariño.-mi padre me interrumpió, el doctor John entró a la habitación con una sonrisa.
-Hola, ¿como esta mi paciente favorita el día de hoy?-sonrió con notorio positivismo pero yo me encargaría de bajarle todo.
-Pues...estoy adolo...rida hablo como...una...adicta....al...crack y es...estoy postrada.-dije mirando hacia otro lado.
-Hey, todo estará bien.-sonrió, lo mire de mala gana.
-Mi...mireme, ¿por...por qué empeore?-pregunté.
-Porque cada vez disminuye más tu metabolismo, cuesta un mundo a que tus células hagan las funciones del día y si lo hacen es muy despacio, ¿sabes cuantas libras perdistes?-negué, cada que venía aquí perdía libras mas rápido que alguien yendo al gimnasio todos los días.-Perdistes cinco libras, eso causa que tu grasa corporal disminuya y tu piel se pegue a los músculos de tu cuerpo haciendo que las venas se noten cada vez mas sobre tu piel.
-Pero...me...a...alimento como una...maldita vaca.-dije y el doctor sonrió.
-Nicole, estas aquí porque padeces de los efectos terminales de la cocaína, aún si estuvieras obesa seguirías perdiendo la vida porqué tú y tu padre saben que esto no tiene cura.
-Gra...gracias me has...levantado el...maldito...ánimo.-bufé, no le tenía miedo a la muerte pero no quería dejar solo a mi padre.
-Es hora de que vayas a tu cita de terapias.-sonrió.
-¿Es...esta loco? No...puedo...moverme.
-Tu padre y yo vamos a ayudarte.-se acercó a mi junto a mi padre.-Primero intentaremos con la cabeza, si no puedes, tendré que cargarte o algo.

Llevo sus manos a mi cabeza, me levantaba despacio y no parecía doler, me quede sentada sobre la cama.—Excelente, ahora vamos a girarte.—Tomo mis piernas con cuidado y las coloco fuera de la cama, no quería tocar el suelo pero no tuve opción. —Esto lo haremos cuidadosamente, si te duele dilo.—coloco sus manos al rededor de mi cintura y me bajo, al ponerme de píe y tocar el frío piso chillé.
-¡No puedo!-espeté con rapidez volví a sentarme en la cama.
-Entonces sera la opción "b".-se encogió de hombros, me cargo como si recién nos acabaramos de casar y me llevara a tener sexo.

Estábamos en el elevador, preciono el numero 7 mire a mi padre que tenía la vista pérdida no se en qué.
-Pudo haberme dado... u...una silla de ru...ruedas.-dije y el doctor me miro.
-No hay tiempo, además tu terapia espera.-llegamos a la habitación en donde recibía mis terapias.
-Te esperare aquí cariño, portate bien, se una buena chica y no lastimes los sentimientos de tu nueva terapeuta.
-No lo aré papá.-el doctor John entró a la habitación la que parecía ser mi terapeuta estaba de espaldas escribiendo algo en su portatil y tenia el cabello corto, como el de un hombre.
Esperen...¿Qué?
-Joven Malik, aquí esta su nueva paciente.-me quedé helada cuando mire a Zayn darse la vuelta, apretó su mandíbula el doctor me dejo en el sillón que siempre usaba, Zayn no me quitaba la vista de encima.-Es algo terca, se llama Nicole Hadid y sufre de los efectos terminales de la cocaína, ella le dirá lo demás.-sonrió de costado.-Se buena Nicole.-El doctor John salio mire a Zayn negar rotundamente.

Esto tenia que ser una maldita jodida, hija de su puta madre broma.

Unfaithful. // z.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora