La magia no siempre es mala.

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Yoshiko Pov.

¿¡Como todo esto se fue al demonio!?
¡Yo sólo quería practicar algo de magia!
¿¡Por que siempre la desgracia me persigue!?
¿¡Que diablos le hize a los ángeles para que me tirarán de su paraíso!?

Bueno antes de que se confundan más que yo, comenzemos desde el principio...

Era una hermosa tarde en el pequeño pueblo de Shizuoka, donde yo estaba leyendo en Internet un increíble hechizo para hacer que la gente hiciera lo que tu quisieras. Se veía tentador y pues nadie me había alertado que el uso de lentes es importante.
Al llegar a la preparatoria decidi comenzar a preparar las cosas para el ritual, pero entonces alguien llego. Era la molesta chica de Japón más para ser exactos la chica de Otonokizaka, Riko, quien al verme me regaño por hacer tanto desastre y se quedo ahí cuidandome.

-¿No tienes algo mejor que hacer?

Le pregunté algo molesta.

-No.

Contesto en un tono algo frío.

Fue entonces que una idea muy mala se paso por mi cabeza. Ella sería la que me ayudaría con este hechizo y me mostraría respeto, por lo que sin darme cuenta comenze a reir fuerte.

-¡Sakurauchi-san!

Exclame lo más realista posible.

-¿¡Que sucede Yoshiko-chan!?

Hablo alarmada.

-Mi reloj se rompió, ¿Podrías ver si no está roto?

Le pregunté con inocencia.

Ella me miro de manera sospechosa y me arrebató el reloj.

-¿Crees que nací ayer?

Pregunto algo irritada.

-¿Que? Yo nunca creería eso.

Ella miro el reloj de nuevo y me volvió a hablar.

-Yoshiko-chan, si estas tratando de deshacerte de mi, no lo lograrás.

Me hablo en un tono molesto.

-Tch.

Chasquee la lengua en señal de molestia. Pero luego recordé la platica que tuve con Chika-san.

Volví a reir como loca y Riko me miro de nuevo.

-¿Que es tan gracioso?

Hablo nerviosa.

-Nada sólo que recordé que tengo que ir abajo por unas cosas.

Estaba a punto de salir por la puerta cuando ella me tomo del brazo.

-Déjame ir.

-¡No! No se que planeas pero si quieres tus cosas yo iré por ellas.

Hablo nerviosa.

-Así que no quieres que nadie sepa de tu colección de mangas "especiales".

Hablé con una sonrisa maliciosa.

No paso mucho tiempo hasta que ella me acorralo en una pared de una manera incómoda.

-¡No le digas a nadie!

Me intentó amenazar.

-Me preguntó que dirán las demás al saber de tus gustos sexuales.

Al decir esto último salió del salón y se fue a mi casillero. Pero me había dejado encerrada, al poco rato recibí un mensaje de ella...

One-Shoots Love LiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora