Capítulo 13

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POV FINN

Mis manos estaban sudorosas y mis piernas no dejaban de temblar. Si yo mismo había sido quien propuso la «charla» para conocernos, no sé en qué demonios pensaba, me encontraba tan nervioso en este momento que si Rachel llamaba para decirme que cancelaría no estaría enojado.

Sin embargo, un minuto más tarde la vi; caminaba hacia mí con una tímida sonrisa y con una canasta en su mano, al parecer ella había pensado en toda una tarde en la que solo estaríamos los dos: completos extraños intentando conocerse.

—Hola —Me saludó y puso aquella canasta en la banca. —espero que no hayas pasado mucho tiempo esperando.

—Para nada —Mentí, pues tenía más de 20 minutos sentado en la banca. —llevo como 5 minutos.

—Entonces, ¿buscamos un lugar? —Asentí y caminé detrás de ella ayudándole a cargar la canasta hasta que pudimos encontrar una mesa donde rápidamente solté el artefacto.

Comenzó a sacar comida y siendo sincero, no sé si esperaba que invernáramos por todo tipo de sándwiches y jugos que contenía.

—¿Intentas engordarme para luego comerme? —Bromeé.

—No sabía que te gustaba.

—No soy exigente respecto a los alimentos. —Asintió y me ofreció uno que con gusto lo acepte. Estaba rico, no era un alimento al que se podría decir que te quita el mayor tiempo en la cocina pero si se notaba que se había esmerado en el. —me gusta, gracias.

Pasamos más de media hora concentrados en la comida, pues ninguno de los dos éramos capaz de iniciar una conversación. Quizá no sólo yo estaba nervioso, también ella podría estarse preguntando qué decir de su vida y que descubrir de la mía.

—Entonces... —Inició ella lo que nos podría llevar a una larga conversación. —¿debo iniciar yo un interrogatorio?

—Veamos cómo lo haces, soy duro como una roca. —Bromee un poco para que romper el hielo.

—Entonces Finn Hudson, dime todo lo que quiero saber —Dijo imitando una voz grave y profunda, cosa que me saco una ligera risa. —¿Listo?

—Dispara.

—¿Cómo fue tu niñez?–Dio justo en el blanco, no quería responder pero era lo justo que lo hiciera. Quiero que ella confíe en mí.

—Es algo complicado, pero no puedo quejarme de ello. Se puede decir que tuve lo que necesité: juguetes, amigos y una madre que me amaba. —Respondí contemplando el vacío.

—¿Amaba? —Cuando mis ojos se volvieron a posar sobre su dulce rostro pude notar la confusión que tenía por la forma en que torcía sus rosados labios.

—Mi madre murió tiempo después —Tomé una gran cantidad de aire y proseguí. —fue asesinada.

Se quedó sin habla, no esperaba tal respuesta así como yo tampoco esperaba volver a hablar del tema pero lo hacía por ella. Rachel sin pensarlo dos veces tomó mi mano y eso me hizo darme cuenta que no me sentía juzgado y tampoco parecía que me mirara con lastima sino comprensión, afecto, su sola mirada podía transmitirme un sinfín de emociones por si solas.

—Y es por eso que te convertiste en policía, ¿verdad? —Dijo en un tono suave que reflejaba tranquilidad, sólo asentí. —¿Y qué hacía ella?

—Ella... Hacia lo que tú —Mis palabras parecieron afectarle, pero era lo que menos quería en estos momentos: que se sintiera más avergonzada de su trabajo. —Pero lo hacía por los mismos motivos, dar parte de su vida para darme una.

Apreté un poco más su mano y abrí mi boca para continuar pero me vi interrumpido por su dulce voz.

—Mi madre también murió —Comentó rápidamente. —un tumor en el cerebro.

Note la pesadez de sus palabras aunque ella haya querido disimularlo y me limite a decir:

—No tienes que seguí si no te sientes lista.

—Quiero hacerlo, tengo que. Me gustaría... más bien quiero liberar la carga que tengo —Levantó la mirada y me dedicó una dulce sonrisa. —y me alegra saber que es a ti a quien se lo estoy contando.

—Tampoco había hablado de mi madre con nadie desde hace tiempo —Respondí. —La extraño mucho a decir verdad.

—Yo también la extraño —Asintió tristemente, pero supuse que había algo más por eso no la interrumpí. —aunque todo fue complicado después de que mi padre nos dejara, mi madre siempre se encargaba de darnos todo. Sin embargo, no hacía nada por sí misma, ni siquiera en el momento en que casi moría. Marley estuvo deshecha por un tiempo, hasta que le tuve que dar una gran charla de porque habían pasado las cosas y todo eso. Creo que aún me falta creérmela un poco yo misma.

—¿Entonces tu madre se dejó morir?

—Por así decirlo, sí. —Dijo rápidamente. —Nunca quiso atenderse, decía que era mucho dinero y que no estábamos en condiciones de desperdiciarlos. En parte tengo que decir que yo no era tan pequeña para no entenderlo pero sí lo era para hacer o dar mi opinión de algo, así que lo dejé.

—Lo siento mucho. —Dije honestamente.

—Gracias —Me regresó la apretada de mano que hace un rato le había dado y sonrió. —entonces, ¿policía para averiguar un asesinato o por qué quieres hacer algo que rinda homenaje?

—Al principio, lo único que buscaba era venganza pero después de un tiempo me di cuenta que eso era imposible; lo años que han pasado son muchos y no hay nada más por hacer o buscar, todo está resuelto. —Respondí sinceramente y de manera rápida, de hecho por su rostro pude notar que estaba tratando de ponerme más atención a mis labios para ver si entendía lo que estaba diciendo. —perdón, hablo muy rápido cuando estoy nervioso.

—Está bien, si quieres que no sigamos con esto lo entiendo.

—No, no. Está bien —Dije rápidamente. —cuando me dieron este caso... no pude evitar sentir un vuelco en mi pecho porque me recordaba y me sigue recordando mi pasado. Cuando vi a la hija de Cinthia y la llevé a la casa hogar... no pude hacer más que pensar en que me estaba viendo a mí mismo otra vez.

—Entonces sabes dónde está su hija —Me dijo sin más y después sacudió la cabeza. —perdón, creerás que no me importa lo que me has dicho. Realmente siento mucho que hayas pasado eso cuando eras tan solo un niño Finn, no me puedo imaginar a mí misma en ese lugar y creo que eres alguien totalmente fuerte.

—Gracias Rachel, es mucho para mí el que tú te hayas quedado a escuchar mi vida desastrosa.

—¿Bromeas? Yo debería estar agradecida contigo.

—No créeme, yo lo estoy; hiciste los mejores sándwiches—Rachel rio y me mostro su lengua de forma juguetona, quería inclinarme y besarla pero si era sincero, no sabía en qué situación nos dejaba esta charla.

—Muy bien oficial Hudson, debo irme. —Note en su rostro esperanza y después decepción, quizá ella estaba esperando lo mismo que yo quería hacer. —gracias por la excelente plática, ¿supongo que te veré esta noche? 

Sonrió y se paró tomando la canasta para después caminar hacia la salida del parque.


Barely Breathing [FINCHEL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora