Capítulo 22

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#NOBREATHINGDAY

POV BLAINE

El fin de semana había llegado y con ello la urgencia de la gente por estar en el bar.

Estaba tomando mi descanso y aproveche para observar a Kurt a lo lejos, pero no estaba en el lugar de siempre. Comencé a buscarlo con la mirada por todo alrededor hasta que di con su silueta: él estaba parado en la cortina que separaba el bar que conocía el público con el que conocían solo los empleados mirando a todos lados, al parecer estaba esperando que nadie lo viera entrar ahí. No sabía que podía hacer, así que lo seguí.

Cuando lo alcancé, estaba buscando entre los casilleros pero me temía que no podía decir en cual exactamente.

—¡Kurt! —Mi voz hizo que se diera un fuerte golpe en la cabeza contra uno de los casilleros. —lo siento, no pretendía asustarte.

—¡Genio! —Respondió con su tierna voz mientras sobaba la parte de su cabeza.

—¿Qué estás haciendo?

—Busco cualquier cosa que me lleve al hogar de Rafa, ya casi es una semana y él sigue sin aparecerse por el trabajo para avisar alguna renuncia o algo por el estilo.

Lo ayudé con su brillante idea (lo decía en sarcasmo) porque si alguien nos descubría, podíamos estar en serios problemas.

—¡Lo tengo! —Dijo orgulloso mirando la identificación que tenía en su mano. —el lugar no está muy lejos. Iré.

—Wow, wow, wow, alto ahí. —Le dije en el momento en que iba a salir de ahí. —¡Es tu hora de trabajo! ¡Si te descubren podrían echarte!

—No es gran problema, las chicas hoy la están haciendo de bármanes. —Lo miré con el ceño fruncido, no podía estar hablando en serio. —Mira, el lugar esta como a 20 minutos caminando. Si quieres ven conmigo, podríamos tomar un taxi para que fuera más rápido.

No le contesté nada, no podía aceptar tan fácilmente.

—Blaine, por favor.

Me rendí. Asentí y estiré mi mano para poder tomar la suya para después dirigirnos a la puerta trasera y poder tomar el primer taxi que encontráramos. Kurt estaba nervioso, lo podía notar en su mirada y si era honesto eso me ponía un poco extraño, yo sabía a la perfección que Kurt me quería y que yo lo quería a él así que suponía que el sentir celos era normal...

—Aquí es. —Indicó el taxista y el ojiazul le entregó el dinero pedido por el señor.

Kurt bajó del auto y yo estuve detrás de él todo el tiempo, subió las escaleras corriendo como si alguien lo estuviera siguiendo y se quedó quieto en el momento en que el número de la puerta buscada apareció.

Le di ánimo con la cabeza para que tocara. Un timbre, dos timbres, llegó el cuarto y nada.

—Gira la perilla. —Le dije.

—¿Y si está dormido?

—Gírala, Kurt. —Le volví a decir y él está vez obedeció.

El departamento era pequeño, lo que nos sorprendía que tuviera todo un desastre: desde lámparas rotas y uno que otro arañazo en sus sillones, parecía que había sido atacado de alguna manera. Pero eso no fue lo que más nos sorprendió, sino el olor a que algo se estaba pudriendo.

—¡Oh por dios!

El sonido de dolor que salió de los labios del ojiazul me obligó a dirigir mi vista hacia donde la tenía él. Y ahí... tirado en el suelo con heridas muy graves en su cuerpo se encontraba Rafael. O lo que era de él.

Barely Breathing [FINCHEL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora